Ángel Joaniquet: ''Todavía recuerdo las sensaciones en el trampolín de Sapporo 36 años después''
Ángel Joaniquet
Ángel Joaniquet (Barcelona 1962) es uno de los pocos saltadores de trampolín de nuestro país. Participó en los juegos de invierno y en el torneo de los 4 trampolines.
Su carrera deportiva como saltador se inició en 1972 y finalizó en 1986. Desde entonces Ángel es un esquiador habitual en La Molina, donde es fácil verlo practicando con telemark o esquí alpino. Es el autor del libro "En un salto", donde se explica sus vivencias cuando formaba parte del equipo de saltos de la RFEDI.
Ángel Joaniquet, en un salto en 1983 (Foto: archivo AJ).
• Lugares de Nieve: Ángel, ¿qué te llevó a escribir el libro En un salto?
Ángel Joaniquet: Tomé la decisión de escribirlo hace unos doce años. Tenía claro que si alguien no ponía en papel una recopilación de las muchas cosas que hicimos, toda esta historia se perdería con el paso del tiempo. Parafraseando a Javier Baladia, un gran "molinero", al escribir la historia de su familia: Antes de que el tiempo lo borre.
Había que poner en mapa, por escrito, que los saltos de esquí existieron y que tenemos a tres olímpicos en saltos de esquí. En Sarajevo 84 participamos en José Ignacio de Rivera, Bernat Solà, que repitió en Calgary 88, y yo mismo.
• LdA: ¿Cómo han ido las ventas y las reacciones o críticas?
A.J.: Las ventas las desconozco, ya que llegué a un acuerdo con la editorial por el cual ellos me ayudaban con la publicación y yo les cedía todos los derechos de venta. Fue un acuerdo perfecto para que el libro viera la luz. Sí que es verdad que di algunas vueltas por varias editoriales hasta que TB editores, editorial de Madrid que están especializados en cine y deporte, apostaron por el proyecto y se lanzaron a la aventura.
Las críticas han sido todas muy positivas. Es un libro muy fácil de leer, con muchas imágenes y con un espíritu positivo y mucho humor. Además creo que innovador, ya que a lo largo de los capítulos, a través de la aplicación de códigos QR, puedes mirar en YouTube cosas sobre las que voy contando, lo que complementa de forma muy amena el escrito en el libro. Ha habido gente que ha contactado conmigo después de leerlo sin tener nada que ver con el mundo de la nieve y el libro les encantó. El único punto negativo es que hay un par o tres de errores ortográficos, pero espero que se nos perdonen.
• LdA: ¿Dónde lo podemos comprar?
A.J.: Creo que en TB Editores todavía tendrán ejemplares, o pueden dirigirse a las tiendas que lo tienen, en La casa del Libro, y creo que alguno ha de quedar en el supermercado Gemma de La Molina y, finalmente, en Amazon.
• LdA: ¿Crees que algún día volveremos a ver saltos de trampolín en La Molina o en alguna otra estación del Pirineo?
A.J.: Si no hay 'Olimpiadas Barcelona dos mil no sé cuando...', lo veo muy difícil. Actualmente los trampolines están inservibles, y si bien no habría que derribarlos, restaurarlos tendría un coste económico que pocas instituciones, o las estaciones de La Molina y Astún, difícilmente estarían dispuestas a asumir. Dicho esto, si hay Olimpiadas, se deben construir dos trampolines. El de 90 metros y el de 120 metros, ya que no hay trampolines adecuados para unas olimpiadas en todos los Pirineos, ni siquiera en la parte francesa.
Ángel Joaniquet (Foto: archivo AJ).
• LdN: ¿Cuándo y dónde empezaste a esquiar?
A.J.: Mis inicios fueron con tres años en el Pas de Casa, donde nos llevaba mi padre a toda la familia, pero duró poco, ya que el viaje desde Barcelona hasta allí era brutal a finales de los sesenta. En 1970 nos situamos en La Molina. Tendría ocho o nueve años, por lo que me siento "molinero" 100%. He vivido allí a tiempo completo durante mi periodo de saltador de esquí y le tengo un cariño especial. No la cambiaría por nada a pesar de la mentira que hacen correr algunos diciendo que en el Pirineo oriental no esquiamos, sino que esquivamos. ¡Bueno, y si esto fuera verdad, también lo sería que nos hace mejores esquiadores, ja, ja ja!
• LdN: Y ahora ¿dónde esquías habitualmente?
A.J.: Esquío en La Molina y Masella a tiempo completo, ya que compro forfait de temporada de las dos estaciones. Hago un par de salidas por temporada al extranjero, pero donde realmente disfruto es en la estación de casa. Conozco cada rincón, y si tenemos un poco de nieve, nunca me decepciona. Por ejemplo, esta temporada, con las dos nevadas que han caído y que hemos podido disfrutar de condiciones buenísimas. En una de estas nevadas empecé a las nueve de la mañana en La Molina y no conseguí llegar a Masella hasta muy tarde. En La Molina tenía aún tantas líneas para abrir que no me dio tiempo de pensar en nada más. Es una estación muy divertida.
• LdN: ¿Cuántos días acostumbras a esquiar por temporada?
A.J.: Todos los que puedo. El forfait de temporada ayuda mucho y cuando se acaba la temporada "de pistas" suelo salir un poco a la montaña con amigos. Al menos hasta la primera semana de mayo. Si hay condiciones, incluso más tarde. Solemos ir por la zona del Pas de la casa o hasta Ordino Arcalís.
• LdN: ¿Y crees que irás más bien a más, o más bien a menos, en los próximos años?
A.J.: Uf, buena pregunta. Espero poder ir a más. Mientras las rodillas aguanten, ¿por qué no seguir esquiando? Yo lo explicaría de otra manera. Si cuando mayor te haces, menos actividad acabas haciendo, querrá decir que si sigo esquiando como hasta ahora, y no lo voy dejando, en la práctica será ir a más. Win-win!
• LdN: ¿Te da miedo el cambio climático de cara al futuro para el sector de la nieve?
A.J.: Sin menospreciar las realidades que estamos viviendo hoy en día, pero aplicando lo que dicen los personajes de aquí de toda la vida, "al final siempre termina nevando". También es verdad que el sector del esquí y las estaciones deben dar un servicio acotado en el tiempo y deben hacerlo con unos recursos y condiciones que a veces quedan cuestionados. Pero debemos tener en cuenta que las estaciones de esquí son una fuente de vida e ingresos para el territorio. Fíjate que pasa en otoño y primavera, seis largos meses de despoblación de los que tienen segunda residencia en la zona.
Todo el sector se va adaptando a lo que piden los clientes y la sociedad, y creo que cada vez más, tanto estaciones como fabricantes de material de esquí, son más respetuosos con el medio ambiente. Y lo hacen con unos estándares imposibles de pensar veinte años atrás. Tenemos que ir todos de la mano porque incluso las actividades que son impactantes acaben siendo sostenibles. Yo empezaría por animar a todos los esquiadores a no tirar ni un solo papel o colilla durante su jornada de esquí. O que los días que hace viento pongan los restos en una bolsa, ya que en las papeleras todo sale volando. Poco a poco, con conciencia.
Ángel Joaniquet, subiendo a los trampolines de La Molina en 1985 (Foto: archivo AJ).
• LdN: Según Laurent Vanat necesitamos más esquiadores de cara al futuro. ¿A cuántos amigos, familiares, etc., les has transmitido tu afición por la nieve?
A.J.: Relacionado con lo anterior, para que se mantenga el esquí debemos sumar más esquiadores, para que las estaciones sean rentables. Estoy de acuerdo con él, aunque la tendencia actual, en mi opinión, es un esquí familiar de una semana completa de sábado a sábado, más que cada fin de semana. Muchos esquiadores de todo el mundo están optando por esta opción más intensa y que resulta más económica en el largo plazo.
Respecto a cuánta gente he sumado a la nieve, uf, esto es imposible de saber, pero al menos sé que a mis hijos les encanta esquiar, los tres son grandes telemarkers y Axel, el pequeño, lo está dando todo en los qualifiers del Freeride World Tour, por lo que en relación con la familia, en algo he influido. Si he conseguido transmitir a otros, fuera de este ámbito, nunca lo sabré, pero espero que al menos uno, sea quien sea, es posible. Realmente no lo sé.
• LdN: ¿Cuántas estaciones crees que has visitado a lo largo de tu vida como esquiador?
A.J.: Tampoco lo sé. He esquiado en muchísimas estaciones de casi todos los países de Europa. Actualmente con el grupo de amigos estamos centrándonos en el cantón alemán de Suiza. Pero sí te voy a nombrar las que me gustaría conocer: una es Lech en el dominio de Ski Alberg. Sorprendentemente, a pesar de vivir un año entero en Austria, como saltador tenía prohibido esquiar, por lo que le tengo ganas. He esquiado en varias austríacas después.
También Cortina de Ampezzo, ya que he saltado allí, pero nunca me he puesto los esquís en los Dolomitas pesar de haber esquiado en muchas estaciones italianas. No me verás haciendo heliesquí en Canadá, pero en este continente le tengo muchas ganas a dos estaciones: Alyeska en Alaska, y me gustaría ir algún día a Crested Butte, meca del Telemark en los EE.UU., ya que esquío en Telemark desde hace unos treinta años.
• LdN: Cuéntanos un recuerdo mágico sobre los esquís, ese momento que no puedes olvidar y que siempre recordarás.
A.J.: Uno de saltos. Las sensaciones del salto de 95 metros en Copa de Mundo de Sapporo que me llevaron a un 18º lugar en el primer salto de competición. Todavía lo puedo sentir desde arriba la salida hasta la frenada treinta y seis años después. La sensación de volar alto y sobre todo, la presión en los esquís en la parte final del vuelo, notando como "planeaba", es indescriptible. Hay que vivirlo. Este salto es la introducción del libro.
Hay miles de momentos buenos, cada curva bien hecha, cada bajada completada, cada línea de powder, cada salida de un couloir, son tantos... Cientos de momentos muy buenos. La comida con los amigos después de una mañana expectante, ponerte las botas ante un día nuevo de esquí, las subidas en la primera silla anticipando todo lo que vas a hacer ese día, las interminables conversaciones en los remontes, las risas, y sacarte las botas tras una buena jornada. Pero sin duda, los momentos mágicos que tengo grabados fueron los progresos de mis hijos en el día a día.
• LdN: ¿Cómo llevas el confinamiento?
A.J.: Pues con resignación y con esperanza. Son días difíciles para todos y sobre todo, muy difíciles para estas personas que están dándolo todo para que los demás podamos seguir con salud y con nuestras vidas a pesar del confinamiento. No puedo añadir más, ya que todos sabemos lo que está pasando, pero si enviar a todos un fuerte abrazo, mucha fuerza y salud.
• LdN: ¿Trabajas desde casa?
A.J.: Si, estoy tele trabajando, aunque en nuestro sector, cada día que pasa hay algo menos de trabajo y esto afecta un poco al coco.
• LdN: ¿Algún consejo para los lectores?
A.J.: Por favor, #joemquedoacasa #yomequedoencasa #stayhome, por más que moleste. Paciencia, valor y salud.
• LdN: ¿Un mensaje final para los lectores?
A.J.: Intentar aprender de todo lo que ha pasado en estos días y cuando volvemos a salir, recordar estos días para disfrutar con más intensidad cada cosa que haga, por pequeña que sea.
Ángel Joaniquet: ''Todavía recuerdo mi salto en el trampolín de Sapporo 36 años después''
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