Los teléfonos y los dispositivos electrónicos pequeños generalmente usan un tipo popular de batería llamada Lithium-Ion y las temperaturas extremas, es decir, mucho frío y mucho calor, pueden comprometer seriamente la duración y rendimiento de nuestros dispositivos móviles.

 

Lo que sucede es que las bajas temperaturas hacen que la reacción dentro de una batería sea menos eficiente y, mientras que algunas baterías son más resistentes al frío, las baterías del teléfono no lo son. Eso significa que si estás en un lugar que esté helando, lo más probable es que, a tu teléfono se le acabe la pila más rápido.

 

Resulta que las baterías de iones de litio aumentan su resistencia eléctrica interna cuando baja la temperatura. Esto reduce su capacidad y las hace menos eficientes.

 

 

Según los expertos, conforme la temperatura baja, los celulares comienzan a requerir más energía para funcionar y, en temperaturas por debajo de los 0º centígrados, las pilas duran sólo la mitad del tiempo que en una temperatura ambiente promedio.

 

Peor aún, las baterías de los teléfonos pueden hacernos pensar que están cargadas, y luego se apagan muy rápidamente. De hecho, cuando un teléfono muere en climas fríos, es probable que todavía tenga una carga y solo tenga que calentarse para liberar ese poder. Es probable que la batería no produzca suficiente energía para hacer funcionar el dispositivo en ese momento y no “se recupere” hasta que entre en calor.

 

En realidad, hay muchos tipos diferentes de baterías de iones de litio (las de un Tesla o un taladro eléctrico están hechas de metales diferentes a los de los teléfonos y ordenadores portátiles).

 

 

Este tipo de batería se elige para los smartphones porque son livianas, pueden cargarse rápidamente y pueden pasar por muchos ciclos de recarga antes de perder eficiencia. Lamentablemente, sin embargo, no son muy resistentes al frío.

 

Pero no solo la batería sufre, las pantallas de los equipos pueden presentar manchas, errores o los ya populares “fantasmas”.

 

 

¿Y qué podemos hacer al respecto? Curiosamente, las medidas que recomiendan los especialistas son tan sofisticadas como ponerle a nuestro teléfono una funda, de preferencia de goma para conservar el calor y llevarlo en los bolsillos. De hecho, existen algunas marcas de ropa técnica de esquí (como Helly Hansen), cuyas prendas incorporan ya bolsillos confeccionados expresamente para guardar el móvil y que impiden que se enfríe.

 

Lo mejor es no exponerlo al frío, o al menos limitar el tiempo. También mantener el dispositivo apagado puede ayudar a conservar la batería y si necesita grabar un mensaje de texto rápido en un telesilla, intente recuperar el teléfono en un bolsillo cálido lo antes posible.

 

Al final, si un dispositivo está frío (computadora, teléfono, etc.) si lo calienta antes de encenderlo, el daño no será tan grave.