Una de las cosas que más impotencia me da, y seguro que a más de alguno también, es ver que puedes conseguir algo y por mucho que quieras no vas a poder llegar, igual por centimetros esta vez, de tenerlo casi en la palma de la mano. 

Eso es lo que me pasó, terminé subcampeona de Europa/Oceanía en el FWQ 2019 sin poder competir en la última competición porque se canceló por razones de seguridad, y me quedé a las puertas de poder entrar al FWT 2020 ya que sólo entra la 1ª de la categoría femenina de snowboard.

El día de la competición:

Subiendo al START, tenía justamente delante la que estaba por encima de mi en el ranking, Michaela Davis. La empezaron a felicitar ya que la gente se informó, yo aún no sabía qué había pasado, pero finalmente la felicité y me alegré por ella ya que es una gran amiga mía, a pesar del duro golpe que fue para mí. 

En parte me alegre que la cancelaran porque la cara de la montaña impresionaba, estaba muy peligrosa. A parte es una de las más inclinadas y míticas de todas las caras conocidas en las competiciones 4* de FWQ de Europa.

Tenía mucha ilusión y ganas de hacer esta competición, ya que  dependía de quedar 1ª o 2ª de Europa/Oceanía. Por otro lado, también tenía que ser realista y saber, que sólo valía un primer puesto, pero había una oportunidad que no podía dejar escapar.