Desde la plaza de la iglesia de Zermatt, Suiza, hasta la cima del emblemático Cervino, y volver en menos de cuatro horas: este estratosférico registro ha sido firmado por el guía de montaña y miembro del equipo suizo de ski-alpinismo Andreas Steindl, una hazaña realizada en tres horas, 59 minutos y 52 segundos. 

 

 

"Es un sueño hecho realidad, comentó Steindl al medio suizo Le Nouvelliste, y he estado entrenando para conseguir este récord desde 2012. Sabía que esta vez era realizable, hasta ahora nunca había encontrado las condiciones adecuadas para conseguirlo". Para ascender, tardó dos horas y 38 minutos, pulverizando su récord anterior, y el descenso lo hizo en poco más de una hora. Para Steindl es la 88a subida al Matterhorn y la séptima en esta temporada.

 

 

 

El suizo se sabe de memoria "su Matterhorn", al pie del cual creció. También fue el poseedor del récord entre Zermatt y la cumbre con un tiempo de 2:57. "Hasta entonces, no había un tiempo fijo para el viaje de ida y vuelta". El lunes pasado, subió en 2:38, veinte minutos menos que su mejor tiempo. "En la cima, estaba muy contento por ello, pero no era el momento de ponerme eufórico. Era necesario bajar de nuevo y rápido. En solo una hora, el atleta ha llegado al centro del pueblo. "El descenso fue la parte más delicada. Era necesario mantenerse totalmente concentrado..." Con este tiempo extraordinario, Andreas Steindl marca una nueva referencia en el mundo del alpinismo de velocidad.