La temporada 2017/18 acabó con un incremento de visitantes del 6,9% con respecto al año pasado. Tras varios años de penuria, donde los números cada vez eran peores, las cifras de este año dan esperanza al futuro del esquí en el país helvético. Incluso la comparación con la media de los últimos 5 años es también positiva, llegando a un 1,3% más de visitantes.

Estos buenos resultados se han dado en todos las regiones (aunque algunas siguen por debajo de la media de los últimos 5 años), como se puede ver en la siguiente gráfica:

Comparación con respecto a la media de los últimos 5 años (primera columna) y respecto al año pasado (segunda columna).

Aunque los números son buenos, la catástrofe de los últimos años obliga a valorar estos incrementos de la temporada pasada con cuidado, ya que las cifras generales siguen sin ser tan buenas como cabría esperar.

Las grandes cantidades de nieve precipitada este año y las buenísimas condiciones en las pistas han sido el factor clave de los buen resultados comentados. Además, el poco sol registrado ha contribuido a que la nieve caída permaneciera en las pistas por más tiempo.

Aunque en el inicio del invierno se comenzó con un incremento con respecto al año anterior del 36,4%, las grandes nevadas obligaron, sobre todo en enero, a muchas estaciones a cerrar por motivos de seguridad. Lo que ha hecho que la cifra de visitantes se acabara estabilizando a final de año.

También el hecho de que el franco suizo haya perdido valor en los últimos meses, llegando a valores cercanos a los registrados hace unos años, ha contribuido a que muchos extranjeros se decidieran a visitar  de nuevo las montañas suizas.

Si esta mejora es una tendencia o únicamente refleja las buenas condiciones que ha dado este invierno está aún en el aire. Habrá que evaluar los próximos años para ver si el público ha vuelto a confiar en Suiza para sus vacaciones invernales. También es pronto aún para evaluar si los nuevos modelos de precio realmente han dado resultado.

Fuente seilbahn.net
 

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