¿Qué ha cambiado en el mundo del esquí en los últimos 25 años?
Así era la moda para esquiar a mediados de los 90 según El Colorado Ski History Museum
Detallamos los 25 cambios o hechos concretos ocurridos entre los años 1993 y el final de 2018 en el mundo de la nieve y el esquí en la península Ibérica. Son cambios que suponen un antes y un después.
En estos 25 años ha cambiado la importancia y la manera de entender el esquí y por supuesto la forma de vestir o las marcas con las que nos equipamos. Hemos vivido muchos cambios, unas veces para mejorar y otras para empeorar. También han cambiado los hábitos de los esquiadores y algunos aspectos que a menudo nos han pasado desapercibidos. Este artículo no pretende ser una cronología de los cambios año por año, aunque la mayoría se pueden fechar perfectamente. Otros son más extensos en el tiempo y se generan durante el transcurso de varios años.
Así nos equipábamos a principios de los 90 (Imagen de archivo estación Vallter 2000).
1 • El snowboard se populariza en los Pirineos y Sierra Nevada.
A pesar de que las primeras planchas de surf para nieve aparecen aisladamente por diferentes estaciones del Pirineo a mediados de los años 80, no es hasta 1993 que el surf de nieve se populariza, coincidiendo con el primer campeonato mundial organizado por la International Snowboard Federation. Hay que tener presente que no fue deporte olímpico hasta los Juegos Olímpicos de Invierno de 1998. Su progresión fue muy rápida y pronto llegarían las disputas absurdas entre “palilleros” y “snowboarders” especialmente en las colas de los telesquíes, incluso la tentativa de prohibir su uso, a imitación de ciertas estaciones de EEUU, por parte de alguna estación europea e incluso española.
2 • Y el après-ski empezó a cambiar.
A finales de los años 90 el modelo de après-ski muy a menudo se basaba, sólo, en una cena en el restaurante de moda y en la visita pertinente a la discoteca de los pueblos a pie de pistas. Posiblemente tuvo mucho que ver el efecto Caldea, el complejo de aguas termales inaugurado en el centro de Andorra en 1994 y que abrió la puerta a que, poco a poco, se incorporaran muchas más actividades al après-ski. Al entrar en el nuevo siglo empiezan a proliferar actividades bastante más variadas.
Caldea, en Andorra, fue inaugurado en 1994. Una apuesta por un après-ski diferente (Foto: Visit Andorra).
3 • Llegan los telesillas desembragables.
Aunque el primer telesilla desembragable entro en funcionamiento en el invierno de 1987 a 1988 en Baqueira y en el Pas de la Casa al mismo tiempo, no es hasta mediados de los años 90 que se generalizan este tipo de instalaciones en las estaciones más importantes. Fueron una auténtica revolución, ya que su rapidez en remontar esquiadores y la comodidad en el acceso de subida y bajada sorprendieron gratamente. En 1997, Saetde, la sociedad explotadora de Pas de la Casa, Grau Roig y Encamp instaló el primer telesilla desembragable de 6 plazas en los Pirineos, aunque el máximo exponente de los desembragables llegó en el año 2007 a Formigal. Se trata del primer telesilla de 8 plazas con un trazado en forma de L.
4 • Sierra Nevada 1995 y 1996.
Fue en 1995, el primer año en que se suspendió el Mundial de Esquí, que debía celebrarse en Sierra Nevada. La imagen del país como destino de nieve se vio muy afectada, a pesar de que sólo había un único culpable: la meteorología. Fue una situación sin precedentes que dejo a Sierra Nevada sin nieve a las puertas de la competición, que sólo se podía contar con las pistas que disponían de nieve producida. Finalmente se pospuso un año y se celebró en 1996, convirtiéndose un año después en un auténtico éxito en organización, competición y con espesores de nieve que fueron históricos. La otra gran cita en Sierra Nevada, lo más parecido a unos Juegos Olímpicos, se vivió en 2015 con la celebración de la Universiada de Invierno.
Campeonatos del Mundo en Sierra Nevada en 1996 (Captura TVE).
5 • Los esquís carving, la primera gran revolución del material.
Entre los años 96 y 97 aparecen los esquís carving. Suponen un antes y después ya que facilitan el giro sobre la nieve y con ello el aprendizaje, lo que hace que el esquí empiece una edad de oro gracias a la renovación de material y a la entrada de nuevos practicantes. El snowboard sigue creciendo en practicantes y ventas hasta los primeros años del siglo XXI. Otras modalidades, como el monoesquí, prácticamente desaparecen con la entrada al nuevo siglo.
6 • Fracasa el último gran proyecto de una estación de esquí en los Pirineos.
En 1997 se instaló un telesilla en Tavascan, convirtiendo lo que era una estación de esquí nórdico en una pequeña estación de esquí alpino. Esa es en realidad la última estación de esquí alpino construida en los Pirineos.
Justo un año después, en 1998, se presentaba el último gran proyecto para iniciar la construcción de un nuevo resort de esquí. Vallfosca Interllacs, en el Pirineo de Lleida, fue la presentación de un proyecto que, en cierto modo, hacía que en el Pirineo se llegara a su techo en cuanto a grandes complejos de esquí. El proyecto se empezó a construir en 2007 y quebró apenas un año después con famosa crisis del “ladrillo”.
Retorno y pilonas abandonadas antes de su inauguración en Vallfosca Interllacs (Foto: Mac Porta).
7 • Jaca, primera apuesta por unos juegos de invierno en los Pirineos.
Jaca presentó su primera candidatura para albergar a los Juegos Olímpicos de invierno para 1998. Hubo candidatura para los años 2002, 2010 y 2014. La siguieron Granada y Zaragoza y ya en el año 2010 se añadía a la lista de candidatas Barcelona-Pirineos. El anuncio de estas candidaturas siempre ha funcionado como catapultas mediáticas positivas para el sector, ya que han conseguido remover conciencias entre la comunidad esquiadora y ha obligado a que instituciones y la política en general se tomen con más consideración los deportes de invierno. Barcelona volverá a probar suerte para el 2030.
8 • Los snowparks, nuevos vecinos.
Al entrar en el nuevo siglo, en el año 2000, empiezan a proliferar los primeros snowparks en las estaciones de esquí. Primero de forma muy básica, con pocos módulos, y poco a poco haciéndose grandes, más equipados y complejos. Estos dejarán de ocupar espacios marginales en las estaciones y con el paso de los años pasan a ocupar espacios centrales e incluso más de una zona. La modalidad libre, en esquí y en snowboard, son de las pocas que va creciendo en practicantes.
9 • Empiezan a desaparecer los forfaits de papel adhesivo.
A la entrada del nuevo siglo, en los años 2001 y 2002, se generalizan los forfaits tipo Axess, los que llevan célula de control electrónico a distancia. Sus ventajas son evidentes: se pueden recargar des de casa para evitar hacer colas en las taquillas y la estación sabe cuáles son los telesillas más usados por cada esquiador y con qué frecuencia, entre otras cuestiones. Progresivamente desparecen los controladores de forfaits en las colas en las grandes estaciones.
10 • En el sistema central y la cordillera cantábrica se siguen abriendo estaciones.
La Covatilla, penúltima estación de esquí inaugurada en la península ibérica. Se abrió en 2001. Inicialmente contaba con 3 pistas de esquís. Su construcción estuvo precedida de una intensa polémica entre organizaciones ecologistas y los promotores del proyecto. Actualmente es una de las pocas estaciones de esquí municipales.
Y finalmente, en el año 2007, se inaugura Fuentes de Invierno, la última estación de esquí en incorporarse al mapa de estaciones en la península.
Panorámica de Fuentes de Invierno, la última estación en abrir en estos 25 años (Fuentes de Invierno).
11 • El primer centro de ski indoor de la península.
En 2003 se inauguraba el primer centro cubierto de esquí en nuestro país (Parque de Nieve de Madrid Xanadú, actual Madrid SnowZone). Su inauguración supuso un auténtico revulsivo para el esquí en el conjunto del país ya que, de alguna forma, glaciares del Pirineo aparte, se podía afirmar que en España ya se podía esquiar 12 meses al año. Todavía hoy muchos clubs siguen entrenando en el Snowzone cuando termina la temporada y semanas antes de que esta empiece a modo de preparación. Los intentos para exportar un centro indoor a Barcelona, de momento han sido frenado por cuestiones políticas.
12 • Nacen los grandes dominios del Pirineo.
Entre 1999 y 2004 nacen los grandes dominios de esquí de los Pirineos, como Alp 2500, Grandvalira y Vallnord o el forfait de Les neiges catalanes. El esquí se encontraba en una fase del todo expansiva, no sólo en dominios esquiables, remontes y más kilómetros esquiables en las estaciones, sino también en número de aficionados, creciendo especialmente el número practicantes de snowboard.
13 • Y de repente, nace un gigante de la nieve: el Grupo Aramon.
Nació en 2002 con el objetivo de impulsar la economía del norte y sur de Aragón. El nuevo gigante del sector agrupa a 3 estaciones del Pirineo, Cerler, Formigal y Panticosa, y a las dos estaciones de Teruel, en el sistema Ibérico; Javalambre y Valdelinares.
Formigal, estación emblema del Grupo Aramón (Foto: Grupo Aramón).
14 • Los Pirineos plantan cara a los Alpes.
Con la entrada en el nuevo siglo, los Pirineos se hacen cada vez más competitivos. A los grandes dominios esquiables se les añade las grandes inversiones en innivación y en la renovación de los remontes. Los Pirineos dejan de perder la batalla del inicio de temporada ante los Alpes. Así, la moda de estrenar la temporada en las macro-estaciones alpinas por el puente de la Purísima empieza a decaer. Las mejoras constantes permiten abrir a las estaciones pirenaicas en iguales o similares condiciones que las alpinas, y ello por las mismas fechas. La fuga masiva de esquiadores hacia los Alpes deja de ser así y los esquiadores se reparten más equitativamente entre las dos cordilleras.
15 • Bonitas flores en el desierto de la alta competición.
Por fin, el 20 de febrero de 2005 la esquiadora María José Rienda hizo historia al ganar por primera vez una prueba de la Copa del Mundo. Fue en el slalom gigante celebrado en la estación sueca de Are, donde ya había sido segunda el año anterior. Era la primera esquiadora española que conseguía un éxito tan importante desde 1992, cuando lo hizo Blanca Fernández Ochoa con su medalla olímpica en Albertville. Una inyección de moral y ánimos para las nuevas generaciones de esquiadores, especialmente para clubs y entrenadores.
Carolina Ruiz, en 2013, se convierte en la primera esquiadora española en ganar una prueba Copa del Mundo de Descenso, en Meribel. Unió su nombre al de los hermanos Fernández Ochoa, Paco y Blanca; y al de María José Rienda. Los únicos que hasta ahora habían ganado pruebas realmente importantes a nivel internacional. Otra inyección de moral para las nuevas generaciones en un momento delicado para los deportes de invierno.
Y finalmente hay que esperar a este 2018 para lograr una medalla olímpica. Regino Hernández, consigue una medalla olímpica (bronce) en snowboard cross en los juegos de Pyeongchang.
Carolina Ruiz en el podio conseguido el 2013 en Meribel (Foto: Rodrigue Meriaux Creative Commons).
16 • Aquellos maravillosos años récords de ventas e inversiones que se hundieron en la peor crisis.
Entre los años 2005 y 2006 la venta de material de esquí o snowboard, especialmente esta última modalidad, barre todos los récords. Por ejemplo, el uso del casco, marginal antes de entrar en el nuevo siglo, empieza a popularizarse a partir de 2006. Son años en que prácticamente todas las marcas del sector se superan en el número de unidades vendidas. El esquí vive, con toda seguridad, el momento más dulce en cifras de negocio. Todavía hoy y según datos de la patronal que agrupa a las principales marcas de esquí, en el año 2017 sólo se vendió un 40% de lo que se venía en el 2006.
Pero en 2007 se toca techo. Empieza el primer síntoma de declive en todos los ámbitos del sector de la nieve. Se empieza a reducir el número de tiendas de deportes y puntos de venta, una tendencia que afecta pueblos y ciudades, ya sean en las zonas de nieve o en ciudades de la costa o centro del país. Y un cambio de hábitos: la venta de material pasa de tiendas pequeñas y especializadas en grandes superficies comerciales, grandes cadenas y al comercio on-line. El número de practicantes también parece que toca techo.
En el año 2008, con la crisis del “ladrillo ya instalada en el país, los sueldos también se reducen. Cada vez son más frecuentes las unidades familiares en las que algún miembro de la familia pierde su trabajo, y si hay menos ingresos para las familias, también se nota con menos frecuentación de esquiadores en las pistas. Se inicia un suave pero progresivo declive de la afluencia de esquiadores en las estaciones. A partir de 2009 las estaciones de esquí invierten en mantenimiento de las instalaciones, pero se acaban las grandes inversiones en remontes. Sólo Grandvalira y Baqueira continúan invirtiendo periódicamente y cada año en instalaciones y reformas.
17 • Capacidad organizativa bien reconocida. Copa del Mundo esquí femenino y Campeonatos del mundo de snowboard.
En el 2008, para celebrar el centenario de la llegada de los primeros esquís a los Pirineos (Rasos de Peguera 1908) La Molina albergaba por vez primera en el Pirineo una prueba del circuito de la Copa del Mundo de esquí alpino femenino. Resulto ser un éxito, sobre todo porque en el 2008 el esquí femenino ya tenía más impacto mediático que el masculino y porque se salvó la prueba después de una gran nevada la noche antes de la segunda jornada de competición. En los Alpes la prueba se habría suspendido sin ningún complejo.
En 2011 se celebraron en La Molina los Campeonatos del Mundo de Snowboard. Una historia algo parecida a la de Sierra Nevada de 1995, aunque con menor repercusión y consecuencias y que terminó bien. A pocos días de empezar las pruebas el color marrón y no el blanco dominaba casi por completo la estación de esquí. Finalmente se pudieron celebrar todas las pruebas. El hecho de superar las adversidades meteorológicas (falta de nieve y mucho viento) con buena nota a nivel organizativo se convirtió en un mérito que años después supondría otro crédito importante para seguir albergando competiciones de alto nivel internacional, un requisito indispensable para que algún dia los Pirineos puedan albergar unos juegos de invierno.
La Molina acogió en 2008 una prueba del circuito de la copa del mundo esquí femenino (Foto: Amate Audio).
18 • Muere Nivalia, la única feria importante de referencia de la nieve en el país.
Iniciada en 1988, Nivalia se convirtió en la Feria de referencia dedicada al mundo del esquí, la nieve y los deportes de invierno que acabó por desaparecer en 2008, básicamente por falta de expositores. Los intentos por resucitarla nunca han funcionado. Han aparecido otros formatos de feria de menor repercusión en diversas ciudades, pero ninguna ha logrado la repercusión que tuvo Nivalia y su complementaria Ski Show, este último un espectáculo con nieve en directo que se celebraba en el Palau Sant Jordi, con la presencia de esquiadores como Blanca Fernández Ochoa o el mismísimo Alberto Tomba.
Cartel oficial de Nivalia SkiShow un año antes de su disolución.
19 • El efecto Kilian Jornet.
A partir de 2012 el efecto Kilian Jornet activa la fiebre del Skimo. El esquí de montaña, aunque con larga tradición en los Pirineos, pero pocos practicantes, se pone de moda. Es una modalidad que da medallas al país y que además resulta económica de practicar. Se empiezan a ver los primeros esquiadores de montaña de forma estable y cada vez con más frecuencia dentro de las mismas estaciones de esquí, una realidad que antes era excepcional. Cada vez más padres compran el forfait para sus hijos mientras entre ellos optan por practicar Skimo en la misma estación.
20 • Estaciones de esquí que quiebran, pero que siguen abiertas.
Algunas estaciones de esquí van cayendo en quiebra en el Pirineo catalán. Espot y Port Ainé, en el año 2008, y Vallter el año 2013, pasan a ser estaciones en quiebra. Boí Taüll también es intervenida en el año 2014. Las tres primeras, para evitar su cierre, se las queda la Generalitat de Catalunya, que las gestiona por medio del Grupo FGC. Con Boí se sigue una fórmula intermedia con los propietarios. Son síntomas evidentes que el negocio de los forfaits no cubre gastos en las estaciones de esquí de tamaño pequeño o mediano.
21 • La revolución de la información y las redes sociales.
En estos 25 años la información del mundo de la nieve también ha cambiado. A las páginas de nieve de los jueves en los periódicos, a los escasos programas de radio y televisión (Temps de Neu, iniciado en TV3 en 1985, y Todo Nieve iniciado en TVE en 1999 y eliminado de la parrilla a los pocos años), por fin surge una competencia más dinámica que permite la interacción.
En 1995 nacía Solonieve, la primera revista en lengua castellana del sector nieve y esquí. En 1997 nacía el portal Soloski, el primer digital del sector, seguido en 2001 por Nevasport y añadiéndose en 2012 Lugaresdenieve.
A partir de 2013 todas las estaciones incorporan las webcams para facilitar información real al cliente. También incorporan ofertas de paquetes en forfaits y hoteles, algunas actuando como verdaderas agencias de viajes.
La manera de informarse por parte de los esquiadores también empieza a cambiar y se cuestiona la información oficial. Los foros por internet específicos sobre nieve ganan importancia y las redes sociales democratizan la información y permiten contrastarla respecto a lo que dicen las fuentes oficiales. Al esquiador ya no se le puede “engañar” con escandalosos grosores de nieve que después resultaban no ser reales.
Una imagen de webcam mejor que mil palabras para informar del estado de una estación de esquí. (Webcam Tignes).
22 • El boom del esquí fuera pista.
En 2008 llegan, procedentes de USA, los primeros esquís con patín ancho y la modalidad esquí fuera-pistas encuentra su pequeño mercado. A partir de 2014 el efecto Freeride World Tour celebrado en los Pirineos pone de moda definitivamente la práctica del fuera pista. Aunque ya se celebraban competiciones como ElDorado, con una primera edición en 1998 en Vall de Núria, no es hasta la celebración del FWT de Arcalís que la modalidad se catapulta al máximo exponente en el Pirineo.
Practicando fuerapistas en Baqueira, una modalidad que no para de crecer en practicantes (Foto: Baqueira).
23 • Los esquiadores envejecemos y no hay regeneración.
Un estudio del experto suizo en mercados de nieve Laurent Vanat de 2015 adelanta que el ocio en invierno está cambiando. Los deportes de invierno tienen otras alternativas muy seductoras en precios y comodidades: el turismo de cruceros o el turismo rural crecen con fuerza en pleno invierno y compiten directamente con los deportes de invierno como opción de ocio. Y lo más preocupante: la familia esquiadora envejece a marchas forzadas. El grueso de los esquiadores en un porcentaje superior al 50% lo forman las generaciones nacidas en los años 60 y 70.
Los esquiadores de edades avanzadas cada vez más presentes en las estaciones de esquí (Foto: Ivan Sanz).
24 • El esquí de verano en los Alpes, en peligro de extinción.
Adiós al famoso lema de Tignes de 365 días de esquí. Posiblemente es una de las consecuencias más evidentes y a la vez dramáticas del progresivo cambio climático. En verano muchos esquiadores viajábamos a los glaciares alpinos, pero el traslado ya no tiene mucho sentido ni alicientes. Pocas pistas para el esquiador turista (la mayoría se reservan para la competición y entrenos), nieve de mala calidad y reducción de los días en que los glaciares abren, especialmente en agosto, hacen que muchos esquiadores dejen de visitar los Alpes en los meses veraniegos. Y el verano pasado sucedió el último ejemplo de un problema que se hace cada vez más grande: Passo dello Stelvio cerraba por primera vez en plena campaña estival, un hecho sin precedentes para una estación en un glaciar en la que su característica principal era que sólo abría en verano.
25 • Y la peor herencia.
En estos 25 años han cerrado hasta 4 estaciones de esquí alpino. Se trata de Valcotos, en Madrid, en el año 1999, de Valle del Sol, en Burgos, en el año 2000, de Rasos de Peguera, en Barcelona, cerrada en el año 2004, y de Puigmal, en la Cerdanya francesa, aunque hidrológicamente en la Península Ibérica, que cerró en el año 2013. En el año 2000 también cerró una estación de esquí nórdico: Bonabé, en el Pirineo de Lleida.
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