La nevada de 1962 en Barcelona será recordada durante años. Fuente la Vanguardia
Pero vamos a ver más en detalle lo que puede suceder...
Primero nos preguntamos, ¿Qué nivel de probabilidad tienen estas previsiones? los expertos responden y nos piden paciencia, prometen dar más detalles en las próximas semanas, cuando posean nuevos datos.
Parece que los sabios del tiempo lo tienen claro, los habitantes del viejo mundo ya pueden hacer acopio de jerséis gruesos y chaquetas de abrigo. El meteorólogo alemán Dominik Jung comentó que la temporada de invierno 2017 promete ser inusualmente fría. El especialista dijo que "tiemblo sólo de mirar los mapas de largo plazo" mientras repasaba los mapas y modelos generados por el Servicio Meteorológico Nacional. Según él, se registrarán las temperaturas más bajas durante los meses de enero y febrero. No hay que esperar un deshielo al inicio de la primavera, en pleno marzo... "Europa tendrá que esperar al mes de abril para poder calentarse bajo el sol" sentenció Jung... El famoso y mediático meteorólogo estadounidense Joe Bastardi, del servicio meteorológico AccuWeather, estuvo de acuerdo con su colega. También plantea un diagnóstico sombrío para los amantes del buen tiempo, afirma que "este invierno va a ser muy frío". Sus previsiones se basan sobre todo en los movimientos de las grandes masas, el asentamiento de un gran anticiclón de bloqueo en Escandinavia durante un largo periodo de tiempo provocará la llegada de hasta 3 masas de aire ártico continental, entre enero y febrero de 2017, estas irrupciones de aire muy frío barrerán toda Europa incluida la Península Ibérica.
Típica situación de Frio Continental. (Siberiana). Fuente imagen eltiempoatiempo.blogspot.com.es
Otros expertos como la rusa Elena Volosiouk, especialista del centro meteorológico Fobos, predice que la disminución de la actividad solar a mínimos provocará una brusca caída de las temperaturas en todo el continente europeo. Ella señala que el sol también oscila y nos acercamos a una época de muy baja actividad. "Esto se relaciona en primer lugar con la perturbación del normal flujo de masas de aire. Cuando los vientos predominantes proceden del océano Atlántico, tenemos un invierno suave y lluvioso, que se caracteriza por una cota de nieve alta y una baja calidad de nieve, generalmente húmeda. Pero este invierno los vientos vendrán del norte, del Polo y de Siberia. Se piensa que el cambio en la circulación general de las masas de aire está relacionado con la actividad solar. Estos próximos años, nos enfrentamos a un período de disminución de las temperaturas en todo el hemisferio norte, pero es prematuro hablar de una nueva edad de hielo". Aseveró la experta rusa.
Desde 1990 el número de manchas solares, y consecuentemente la actividad solar asociada, ha ido descendiendo. El bajo máximo del ciclo 24, el menor en 100 años ha reforzado la creencia de que se acerca un gran mínimo. Fuente solarscience.msfc.nasa.gov
¿Te lo creíste?
Básicamente hemos copiado y resumido un artículo publicado el año pasado y hemos añadido imágenes relacionadas, copia de un artículo de 2014, a su vez copiado de uno de 2013, ... 2012 ... 2011 ...
Realmente esta noticia aparece todos los años desde hace lustros, puede que con la esperanza de que se haga realidad algún invierno y realmente acabe siendo el "invierno del siglo". Aunque nos decantamos más que el motivo de la reiterada publicación cada año de artículos amarillistas como este, vamos un bulo o noticia falsa (en inglés "hoax"), sirve a los medios periodísticos digitales, de papel o radio que lo propagan para generar muchas visitas en poco tiempo, algo vital para cualquier web hoy en día si quiere generar ingresos, una tentación difícil de evitar para la mayoría y aquí nos incluimos nosotros.
En cualquier caso, este artículo se repite año tras año y no tiene ninguna fiabilidad. Estrictamente hablando, es mejor leer tu horóscopo, tendrá más probabilidades de hacerse realidad
Este tipo de previsiones se basan en teorías poco probadas o pseudo-científicas. Las previsiones de los meteorólogos -en la actualidad- sólo son fiables a diez días vista, las previsiones estacionales (largo plazo de hasta 6 meses) de los institutos y organizaciones meteorológicas más prestigiosas tienen actualmente un índice de acierto que puede llegar al 60% con suerte. Este es el límite actual en este tipo de previsión que sigue siendo difícil y poco fiable, aunque muy demandado por particulares y empresas.
Lo peor es que los meteorólogos honestos también resultan afectados por las previsiones "tremendistas" efectuadas por "hombres del tiempo" más cercanos a brujos con bola de cristal que a científicos, pues al final el gran público los acaba poniendo a todos en el mismo saco.
Nosotros le damos mucha importancia a la meteorología, tenemos nuestras previsiones cada fin de semana en invierno y nuestros
avances de como será el invierno tanto en Europa como en Norteamérica, casi siempre basados en lo publicado por organismos internacionales o escrito por nuestro meteorólogo
Josep Tomàs.
Aquí va un extracto:
"Otoño frío a partir del mes de noviembre con algunas precipitaciones en forma de nieve e invierno frío o muy frío y poco nivoso en la Península, más nivoso en los Pirineos de cara norte y Cordillera Cantábrica, y con nieve abundante en los Alpes. En América del Norte -muy influenciados por una Niña (débil)- tendrán un patrón fácil de seguir".
Mapa para el 1 de diciembre de 2018, primera entrada de aire ártico que dejará temperaturas por debajo del -15C en las montañas. Modelo GFS, proveedor Unisys.
Cambio climático o fin del mundo
Para finalizar comentaremos (aunque no es el objetivo de este artículo) el otro extremo, las previsiones catastrofistas de muchos climatólogos que nos avisan del "cambio climático sin retorno". Ciertamente no les falta razón en la base, el planeta se está calentando, debemos analizarlo y hacer lo posible para revertirlo, pero les sobra tremendismo. Demasiado alarmismo en contraproducente para que la población se conciencie.
P.D. Posiblemente copiemos la misma noticia el año que viene...
*Basado en el artículo de Frederic Decker, Lameteo.org