Los análisis de impactos ambientales, urbanísticos y trámites previos a la materialización de la unión determinarán si es posible o no convertir las estaciones de Candanchú, Formigal y Astún, en el Pirineo Aragonés, en un gran dominio esquiable de Europa.

 

Por lo pronto, el proyecto vuelve a tomar empuje con la aprobación, por parte del Pleno de las Cortes aragonesas, de una moción del PP para que el Gobierno de la comunidad inicie los informes para sacar adelante este proyecto. El plan prevé desarrollar un dominio esquiable de unos 220 kilómetros mediante infraestructura de transporte por cable para unir Astún, Candanchú y Formigal y la utilización de la estación de Canfranc como punto de salida hacia las pistas de esquí.

El revulsivo para la unión de las estaciones de esquí ha sido posible después de que el PSOE se haya desmarcado de sus socios de gobierno, CHA, y de investidura, Podemos e IU, y se haya alineado con PP, PAR y Ciudadanos. La diputada del grupo socialista Olvido Moratinos ha justificado el cambio de postura de su grupo por el "compromiso de los socialistas con el sector de la nieve". Eso sí, ha señalado que la unión se deberá abordar de forma sostenible, "en los plazos adecuados" en función de la situación económica y contando con las instituciones y el tejido social. También ha negado que se trate de un "pelotazo" ni de un "proyecto faraónico".

 

Por su parte, el diputado del PP Javier Campoy ha defendido que sería “la mayor apuesta por el empleo y la economía, sobre todo en la provincia de Huesca”, de esta legislatura. En su explicación de motivos, ha justificado la unión de Astún y Formigal, así como la que se proyecta entre la estación de Candanchú y el pueblo de Canfranc Estación como forma de “asegurar una oferta atractiva en cualquier momento de la semana, con pistas más anchas y una mejor distribución del tráfico y una accesibilidad garantizada en cualquier condición meteorológica”. Se trata de un proyecto imprescindible, decía, “para seguir potenciando un sector que supone más del 10% del PIB en Aragón y para competir con la oferta de estaciones como las de Baqueira, Sierra Nevada o Andorra. Es, además, un paso real contra la despoblación y una “apuesta decidida por el turismo”.

Este nuevo dominio esquiable podría lograr una media de 1,1 millones de esquiadores por temporada, cifra similar a lo que logran en la actualidad las estaciones de esquí aragonesas en su conjunto.

 

 

Está claro que algunos partidos tienen ganas de impulsar el polémico proyecto, de todas formas veremos modificaciones sustanciales del mismo antes de que se pueda llegar a su aprobación, si es que llega.