Según un comunicado hecho público este martes por Grandvalira-Ensisa, las principales motivaciones para activar este proyecto constructivo, que pretende reforzar el posicionamiento internacional de Andorra en el mundo del esquí, son la oportunidad de adecuar la llegada de la pista del Avet para acoger las finales de la Copa del Mundo de esquí alpino en 2019 como generador de potencial turístico y de prestigio internacional, así como permitir dotar a Soldeu de un frente de nieve parecido al de muchas estaciones alpinas que conecte la población con las pistas y solucionar una necesidad histórica de aparcamiento con un parking subterráneo para 450 vehículos. 

Cabe destacar que el ministerio de Medio Ambiente ha rechazado las alegaciones medioambientales presentadas por la familia Viladomat en las que el máximo accionista de Saetde reclamaba que en la EIA no se había hecho un análisis efectivo del impacto que tendría la construcción sobre el agua que pasa por el río ni tampoco se "describen las infraestructuras afectadas". La familia Viladomat también reclamaba que la plataforma no podía ser declarada de interés nacional en ningún caso.

 

 

También alegaba que la futura construcción podría tener un impacto indirecto sobre la vegetación y la fauna, lo que produciría "una pérdida de las condiciones ambientales sin posible recuperación". Además, según las alegaciones, el proyecto no había tenido en consideración la Ley de pesca y gestión del medio acuático, ya que los pilares de cimentación irán situados en el margen del río. Todos ellos son elementos que el informe de Medio Ambiente ha rechazado y ha indicado que la EIA cumple todos los requisitos legales y que, por tanto, "no hay ningún elemento de juicio para considerar que los trabajos no son compatibles a nivel ambiental".