Andorra, el país que atrae desde que cae la nieve hasta que se derrite

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Vie, 15/03/2013 - 13:46

Hay destinos que sólo son de invierno y otros que lo son sólo de verano. Y luego están esos lugares atemporales que mantienen su poder de atracción durante todo el año. Si ese lugar es un país entero, sabes que estás en Andorra.

Has oído alabar sus encantos hasta la saciedad y, a pesar de ello, sea invierno o verano, siempre queda algo nuevo por descubrir y para disfrutar.

Este pequeño gran país es conocido por su paisaje montañoso y su gran oferta de esquí, que se prolonga desde principios de diciembre hasta bien entrado el mes de abril. Hasta el punto, que el negocio que mueve volumen de esquiadores que viajan a Andorra procedentes de todo el mundo constituye la principal fuente de ingresos de Andorra.

Su privilegiado enclave en medio de los Pirineos y sus excelentes condiciones meteorológicas sitúan a las estaciones andorranas entre las más valoradas por los amantes de los deportes de invierno de toda la península.

La nieve en Andorra es sinónimo de Grandvalira y Vallnord. Si tenemos en cuenta el dominio esquiable, Grandvalira no tiene competencia: 6 sectores, todos enlazados entre sí (Encamp, Canillo, El Tarter, Soldeu, Grau Roig y Pas de la Casa) y 128 pistas repartidas en 210 kilómetros. Todas estas características han convertido a la estación andorrana en sede de grandes eventos de carácter internacional como la FJWC 2017 y la Total Fight 2017.

Vallnord, por su parte, es la marca creada a partir de la unión de sus dos estaciones: Vallnord-Pal Arinsal y Vallnord- Ordino Arcalis.

La estación de Pal Arinsal, situada a 5 kilómetros de la capital del país, Andorra la Vella, cuenta con 44 pistas para todos los niveles repartidas en 63 kilómetros esquiables. Ideal para esquiadores debutantes, gracias a la escasa dificultad de sus pistas, cuenta con zonas fuera pistas para los más avanzado en la práctica del esquí. Su magnífico paisaje hace de Pal Arinsal un destino concurrido para practicar del esquí de montaña.

Ordino- Arcalis es la otra estación que forma la marca Vallnord. Situada a 22 km de Andorra la Vella, cuenta con 28 pistas repartidas en 30 kilómetros esquiables. Se trata de la estación más pequeña de Andorra, pero también la más alpina y sus instalaciones permiten disfrutar del esquí más de lo que la gente cree. La gran cantidad de nieve acumulada, sus cuatro circuitos de esquí de montaña y sus numerosas zonas fuera pista la sitúan como una estación muy divertida y completa.

Grandvalira y Vallnord cuentan también con un gran abanico de posibilidades para todos aquellos que no esquían, como mushing, raquetas de nieve, rutas en moto de nieve….

Andorra no es sólo sinónimo de invierno y recibe una gran cantidad de visitantes cuando la nieve se ha derretido. Es por ello, que las dos estaciones de esquí han adaptado su oferta al público de verano.

Pal Arinsal abre a principios de junio –este año el día 16- el Vallnord Monutain Park. Se trata de un espacio lúdico donde se puede practicar el tiro con arco, salidas en ponis, descensos en kart o rutas en 4x4 y buguis.

Además del Mountain Park, Pal Arinsal cuenta con un Bike Park dotado de 40 km de descenso y desniveles que llegan a superar los 1.000 metros. Este año, la estación tiene prevista la apertura de su Bike Park para el 18 de junio. La calidad de la estación y sus instalaciones hace que Pal Arinsal lleve varios años siendo una de las sedes del campeonato del mundo de Mountain Bike, llegando a ser el verano pasado la última etapa de un campeonato que no se decidió hasta el último descenso.

Esta primavera, la estación andorrana se encargará de recibir a los riders más importantes del mundo a partir del día 26 de junio.

Más allá de la importancia de Grandvalira y Vallnord en el devenir del país, hay otras actividades y atracciones que están ganando peso en los últimos años. Un claro ejemplo es el balneario Caldea, con una gran afluencia de público durante todo el año. Se trata del mayor spa termal de montaña de Europa. Sus modernas instalaciones, su entorno y su oferta gastronómica convierten al balneario en una de los mayores activos del principado de Andorra, tanto en invierno como en verano. Si lo que te apetece es descansar y relajarte, Caldea es el lugar ideal. Además, el país posee numerosas iglesias románicas y pueblos singulares, como Pal es, con un encanto especial y que merece la pena visitar.

Andorra es un auténtico paraíso para los amantes del esquí y de la montaña, pero también para aquellos que les gusta disfrutar de un paisaje fuera de lo común en el que encontrarán un sinfín de actividades para disfrutar y desconectar.