Son los campeones de los pesos medios. Aquellas estaciones de esquí que en las comparativas no ganan en número de kilómetros esquiables, ni en cantidad de remontes mecánicos, pero tienen un ADN muy competitivo que les permite batirse de tú a tú con los pesos pesados y salir ganando en más de un asalto. Y es que muchas veces, menos es más. 

 

 

 

 

Sólo he practicado snowboard un par de veces en de Boí Taüll y me quedé encantado. Para empezar, es muy cómoda: el parking, la zona de alquiler de material, la cafetería y el primer telesilla están en el mismo punto de partida (Pla de Vaques). Los que somos despistados podemos estar tranquilos porque todos los caminos llevan a este punto. Se trata de una estación que tanto por la infraestructura, actividades como por su distribución puede ofrecer un servicio completo a las familias. 

 

Boí Taüll cuenta con la cota más alta del Pirineo español accesible mediante un telesilla, exactamente 2.751 metros en el Puig de Falcó. Su orientación norte permite le permite además mantener una buena conservación y calidad de la nieve en unas pistas mayormente para esquiadores intermedios y avanzados (25 rojas y 9 negras), accesibles mediante remontes relativamente modernos y rápidos. Destacan las acumulaciones de nieve que suele ofrecer en sus partes altas y sufre cuando sopla viento del norte.

 

Boí Taüll apuesta también por la competición en todas sus modalidades, con un snowpark destacable, zona de freestyle y estadio (homologado por la FIS). 

 

Más allá de la estación de esquí, el valle de Taüll forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 2.000 gracias a su rica representación de iglesias románicas. En contraste, es una de las áreas con más densidad de bares por habitante de España.

 

 

 

Es un clásico dentro de los clásicos. En pleno Pirineo oscense es la estación decana de España (1928) y pionera de los cursillos de esquí. Candanchú está dividida en seis áreas y hay casi tantas pistas verdes y azules como rojas y negras (10, 12, 19 y 12 respectivamente). Paradójicamente, no tiene término intermedio: las pistas negras y rojas, difíciles y empinadas, encantan a los que saben esquiar muy bien y las azules muy fáciles y verdes son un reclamo para los debutantes, que cuentan con una gran área de aprendizaje. Para los más expertos, hay algunas palas que quitan el hipo como la Loma Verde o el famoso tubo de la Zapatilla

 

Las características geográficas de su privilegiada localización permiten que su dominio esquiable quede perfectamente protegido de las ráfagas de viento y asegura una buena calidad de la nieve.  Al tratarse de una cara norte, el sol se esconde sobre la 13:00 del mediodía y ya se queda muy fría. 

 

Sus más de noventa años de historia es algo que se nota en los remontes, excesivamente lentos y que se han quedado obsoletos. Una de las pocas cosas que chirrían en un dominio que tiene de todo y para todos... y donde casi todo es bueno.

 

Pegadita a la estación de Astún, desde el año pasado unifican sus dominios llegando a los 100 km de forma conjunta, comparten forfaits y están unidas por una línea de autobús. Además, para los que vienen desde Madrid es una de las estaciones más cercanas.
 

 

 

 

Situada en la región de Languedoc-Rosellón, en un pueblo pirenaico a 1650 metros de altura del que recibe el nombre, Les Angles es una de las pocas estaciones, por no decir la única en todo el Pirineo, que permite bajar esquiando hasta el núcleo urbano, algo muy habitual en los Alpes. Esta peculiaridad hace de la estación algo único. Las pistas penetran en la zona vieja del pueblo y la animación no cesa, pasándose casi sin intervalo del esquí a la terraza y el bar.

 

Les Angles tiene una zona para debutantes a pie del pueblo muy práctica y cómoda para las familias. A nivel de pistas, cuenta con dos de las verdes más largas de todo el Pirineo, un filón para los que quieren perfeccionar su nivel poco a poco. Para los más atrevidos también hay pistas mucho más agresivas, así como un snowpark de dimensiones considerables. Con una cota mínima de 1.600 m y una máxima de 2.400 m, Les Angles ofrece 31 pistas (15 verdes, 8 azules, 16 rojas y 2 negras) con un desnivel medio de 800 m y 20 remontes mecánicos, entre ellos un telecabina.

 

Destaca el área de pic-nic junto al restaurante Le Chalet, donde las familias pueden prepararse su comida traída de casa. como pùnto menos favorable lo encontramos en las aglomeraciones durante las vacaciones escolares francesas.

 

Al margen del esquí, las laderas del macizo del Carlit, donde está situada Les Angles, están rodeadas de bosques frondosos de pinos negros y especies alpinas y podemos disfrutar de las vistas de gran cantidad de lagos.

 

 

 

 

Piau Engaly, en el Midi Pyrénées, tiene la mejor de las credenciales posibles: durante 2015 fue la estación con más nieve del mundo. A un paso de la frontera con España por el túnel de Bielsa, recibe estupendas nevadas gracias a su orientación norte. Totalmente peatonal y absolutamente integrada en el paisaje del valle de l´Aure, busca a diario reducir su impacto ecológico sobre el lugar en el que se asienta. Piau Engaly ofrece a los esquiadores españoles y franceses que la visitan principalmente y en buen número por su escasa masificación, unas pistas y unos espacios freeride impresionantes.

 

Desde el pico de Piau al valle de Badet, sus 104 hectáreas disponen de una nieve natural de calidad inmejorable y protegidas del viento. La pista para principiantes es muy extensa y está separada del resto de pistas. Esquiar en Piau es también poder disfrutar de la primera pista de módulos que se extiende desde el pico más alto de la estación hasta su parte más baja, incorporando diversos saltos y loops de diferentes niveles de dificultad.

 

Como desventaja, en invierno no le da mucho tiempo el sol pero como ventaja nos ofrece, casi siempre, una excelente nieve.

 

Este invierno ha puesto en marcha el telesilla Hourc. Se trata de un remonte al que se llega por una única pista con el mismo nombre, que se abre en muy pocas ocasiones. Con este telesilla se puede llegar a la cota 1.400, sin duda una de las más bajas del Pirineo. 

 

 

 

 

Port del Comte es una estación de tamaño medio y buen ambiente, cómoda y de fácil acceso. No se trata de una súper estación, pero sus pistas seguro que nos gustarán por su variedad. Su carácter marcadamente familiar nos envolverá. Situada en el Prepirineo, es la estación de esquí más cercana a Barcelona, además no suele tener habitualmente muchas aglomeraciones de esquiadores y snowboarders en sus pistas.

 

La peculiaridad más importante del Port del Comte es que la mayoría de sus pistas transcurren por un frondoso bosque de pinos, lo que le da un encanto especial. También hay multitud de enlaces y senderos, que hacen que si queremos cada bajada sea diferente. Climatológicamente, se beneficia especialmente de los temporales de levante, y gracias a los bosques que rodean sus pistas y a las instalaciones de innivación artificial la conservación de la nieve es bastante buena.

 

Sus pistas transcurren entre los 1.730 m de cota mínima a los 2.290 m de cota máxima en el Clot Rodó. Son anchas y están bien señalizadas, el desnivel es medio y destaca por tener una zona muy buena para los debutantes. Consta de tres zonas diferenciadas no sólo geográficamente sino también por dificultad: la zona del Hotel (para debutantes), la zona del Sucre (Intermedios) y el sector de l’Estivella (Avanzados) con una cierta dificultad para acceder. Para muchos la combinación perfecta.

 

El punto negro del Port del Comte es la orientación y la situación geográfica que implican un cierto riesgo y una temporada corta en caso de caer poca nieve.

 

 

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