Que la mente humana tiene una capacidad inimaginable para enredar, lo demuestra Al Machell, un deportista que no parece llevar muy bien que se haya acabado la temporada de esquí, lo que lo ha llevado a correr la Maratón de Londres 2016 celebrado el pasado día 24 de abril, con traje de competición de esquí y, lo que resulta realmente curioso, también con las botas puestas. Lo que hacen algunos por llamar la atención.

 

Parecerá una extravagancia y seguramente lo será, pero si lo de soportar las botas de esquí durante una jornada en la nieve, todos los que las hemos calzado alguna vez sabemos de lo que hablo, ya es toda una demostración de resistencia hasta el punto de que el momento de quitarlas es una "experiencia religiosa", ahora Al riza el rizo y habrá que preguntarle qué ha supuesto para él el instante tras los 42.195 metros corriendo con ellas.

 

Al Machel cruza la meta de la Maratón de Londres
 

No es el único que ha buscado una forma diferente de hacer la Maratón londinense; desde el espacio exterior, el astronauta Tim Peake ha hecho lo propio en la Estación Espacial Internacional (ISS), al mismo tiempo que la célebre carrera se desarrollaba en la Tierra. 

 

Si uno tenía que hacer frente a la fuerza de la gravedad mientras corría en una cinta a miles de kilómetros sobre la capital inglesa, el otro no hacía menos esfuerzos sobre el asfalto de la City: Al Machell apenas llevaba  14 kilómetros de maratón que ya tenía más ampollas en los pies que el otro estrellas a su alrededor. 

 

Mientras Al corría con botas de esquí, Tim Peake hacía lo propio en el espacio
 

Sin embargo, los cuidados que le proporcionaron desde "la banda", pusieron alas a este intrépido y original corredor que, a falta aún de 10 km para el final de la prueba, manifestaba que si "el dolor es temporal, la gloria es eterna". 

 

Un rato después, Al entraba en la meta, destrozado eso sí, tras haber corrido unas cuantas horas en sus botas de esquí. Si lo que pretendía este atleta era llamar la atención, vaya si lo ha conseguido.

 

 

Como para todo existe una razón, la de Al Machell no puede ser más importante, recaudar 2500 libras esterlinas en beneficio de la Asociación de pacientes de  enfermedades del riñón y tumores cerebrales, dolencias que el propio Machel sufriría durante los años 2001 y 2002. 

 

Valiente propuesta para una buena causa. Al finalizar la maratón, el solidario deportista lo celebraba a la inglesa junto a sus amigos, sentado por supuesto, tomando un par de cervezas en un pub londinense. Of course!