Los hosteleros piden a San Isidro y Leitariegos prorrogar la apertura hasta mayo
San Isidro
Mié, 06/04/2016 - 08:29
Nieve hay y mucha. Lo malo es que lo que no quedan son esquiadores cuando llega abril. Aún así, para algunos aún hay esperanzas de salvar la temporada. Los hosteleros y otros sectores de actividad económica piden a la Diputación de León mantener abiertas San Isidro y Leitariegos hasta mayo
Si por algo se caracteriza el sector de la nieve es porque siempre le entran las prisas. Además de vivir bajo la "espada de Damocles" de las previsiones, ya sean de apertura, cierre o meteorológicas, y que unas veces se cumplen y otras no, las estaciones -y no digo que todas, pero casi- echan las campanas al vuelo en la Purísima abriendo a cualquier precio y con la nieve que sea y cerrando a cal y canto con más nieve de la que se pudiera desear.
Esta especie de sinrazón que habría que analizar, que se puede y se hará, este año ha quedad más patente que nunca. A día de hoy, los espesores no es que sean buenos, sino que con las recientes nevadas todavía los han aumentado a lo largo y ancho de nuestro territorio.
En noviembre, las primeras nevadas dieron alas a algunos responsables a predecir una temporada próspera y longeva, que en algunos casos se pudiera decir que así ha sido pero que en otros, tan alegre cálculo, pues que tururú, y una vez más hemos habido de escuchar el famoso cuento de la lechera.
A lo que voy, con más nieve en pistas de la que uno pudiera soñar, y lo digo al pie de algunas de ellas o con solo asomarme a la ventana, entre este y el próximo fin de semana del 17 de abril, se acabará la historia en prácticamente todas partes y salvo en Masella, Sierra Nevada o el Madrid SnowZone del Xanadú, el que quiera esquiar, que se ponga las focas y a patear, lo cuál no es tampoco una mala opción.
El caso es que el asunto preocupa a buena parte de los agentes que viven alrededor de las estaciones de esquí y en el caso particular de las estaciones leonesas, mucho. La cuestión es que, como suele pasar en este mundo nuestro de la nieve, tan estacional y tan de vivir al día, mirando al cielo y con velas a dios y al diablo, la temporada llegó nada menos que con dos meses de retraso y ahora, con espesores de hasta tres metros, los responsables consideran que lo mejor es echar el cierre.
El asunto no es nuevo, que allá por aquellas nieves se repite con cierta frecuencia, lo que supone que las partes, es decir, la Diputación leonesa, al mando de las estaciones de San Isidro y Leitariegos por un lado y hosteleros, escuelas y otros negocios dependientes de las estaciones por el otro no están muy de acuerdo que tengan que parar la actividad económica estando como están.
Estos últimos trasladaron su disconformidad al diputado de Desarrollo económico Miguel Ángel del Egido y le pidieron que se lo pensara antes de echar el candado a las dos estaciones, dado que las fechas que en un principio fueron previstas para la temporada, es decir, del 28 de noviembre al 3 de abril, no se cumplieron ni en sueños, y no fue sino hasta final de febrero cuando se empezó la actividad, y tal como está hoy por hoy la cosa, lo correcto sería aprovechar que hay nieve e intentar sacarle algún provecho al menos hasta que se acabe el mes de abril.
Sin embargo, desde la Administración leonesa dicen que no es posible y que ya se dio una prórroga hasta el 17 de abril y que más allá no es posible aventurarse. ¿Los motivos?, cuestiones como parámetros y circunstancias, rigores y planificación. Vamos, que no. Yo no digo que no tengan razón, el problema es que resulta muy difícil mantener abierta una estación, con lo que cuesta mantener su estructura funcionando, si por muy buena que esté la nieve, tan solo suban cuatro gatos, entre los que me encuentro, a esquiar o hacer snow y además a precio de promoción. Complicado no, lo siguiente.
Las demandas cuentan incluso con el apoyo popular, que con abundantes dosis de optimismo, aún ve posibilidades a esta campaña que no será recordada por bonita sino por rara. Puentes, fiestas y entusiasmo que llenarían San Isidro y Leitariegos de turistas con ganas locas de esquiar llegados de todas partes. Ay, lechera, lechera, ¿dónde vas, alma de cántaro?
Fuente: Diario de León
Ubicación de la noticia
Lo más visto
Te puede interesar
Noticias relacionadas
- 1 of 5
- siguiente ›
Publicidad