Un adolescente cayó de un telesilla desde una altura de más de 11 metros. Él no llevaba bajada su barra de seguridad. Fue trasladado al hospital en helicóptero y sufrió una fractura de cráneo, conmoción cerebral y un neumotórax... Esto ocurrió en febrero de 2013, en una estación francesa de esquí.

 

 

Hablamos de una chica cercana a los 18 años que se subió con la mochila mal puesta y se colocó incorrectamente. Perdió el equilibrio se quedó colgando y cayó desde 11 metros rodando posteriormente por la nieve. No había podido colocar la barra de seguridad.

 

La investigación posterior de lo acaecido determinó que el personal de la estación no oyó las llamadas de socorro por el ruido que había en la estación de salida del telesilla.

 

Se han realizado múltiples campañas para concienciar a los usuarios sobre situaciones de riesgo en los telesillas a la hora de subirse a ellos, algo especialmente peligroso en los más antiguos, los de pinza fija. Según el presidente de los gestores de estaciones francesas Pierre Lestas,"El 10% de los esquiadores entran a sentarse con un bastón en cada mano", esto es una mala práctica que puede provocar un susto o algo peor. 

 

Algunos operadores de remontes han colocado asientos en las zonas de aprendizaje para enseñar al 

debutante como debe sentarse en un telesilla. Una tarea que debe recaer también en el profesor que da clases así como en el personal de los remontes.

 

 

A nivel técnico, algún fabricante ha ensayado con sistemas de advertencia automáticos desde hace unos años. La idea es utilizar un dispositivo fotoeléctrico colocado en las sillas, algo que fue ensayado por Leitner en la estación italiana de Cervinia, y cuando detectaba a algún pasajero mal colocado hacía sonar una fuerte alarma.

 

Otros fabricantes piensan en colocar un radar fijo bajo el asiento del remonte para ayudar al personal de la estación a detectar una mala colocación del esquiador mediante una señal acústica o visual.

 

 

Hace ya años, una empresa desarrolló el Magnestick, un sistema de fácil utilización para niños. Cuando el niño se sienta en la silla, se oye un chasquido debido a la unión de dos imanes, dado que es un imán acoplado a la silla del remonte que se une a otro que se encuentra en un chaleco que se les da a la entrada a los más peques. Hoy en día por diferentes razones este sistema no acaba de generalizarse.