Los esquís Coretti son esquís “de taller”. Esquís únicos, hechos a medida y totalmente personalizados. Una simbiosis perfecta entre construcción artesanal e innovación tecnológica, ya que son los primeros que introducen el carbono sobre un núcleo de listones enteros de madera en su construcción. 

 

Este sistema constructivo ideado por Gurutz Coretti, donostiarra de origen tirolés, es pionero y proporciona a los esquís artesanos Coretti la rigidez y dureza propias de los esquís de la más alta gama, manteniendo el “nervio”, la reacción y el agarre durante más tiempo, incluso en las nieves  más complicadas.

 

Pero cada Coretti es diferente. Se hace a medida de cada esquiador para responder a sus gustos y necesidades. Ajustando geometrías, reparto de durezas y posibles comportamientos en curva para sacar el mejor partido en pista o fuera de ellas. En giros amplios y conducidos o cortos. Buscando la polivalencia o específicos para competición. Además, es posible personalizar el acabado final en madera, carbono o con un diseño propio.

 

 

Coretti dispone de más de 136 millones de modelos de esquís posibles en función de las prestaciones que ofrecen las distintas combinaciones, y cuenta con expertos asesores para definir y diseñar un esquí específico adaptado a cada esquiador. Actualmente estos esquís se comercializan en España, Italia y Suiza.

 

 

 

 

 

Un esquí de fibra de carbono vestido con láminas de madera natural. La madera cubre el esquí manteniendo la fibra de carbono a la vista en los flancos, o recubriéndola completamente. “Una estética elegante y de aspecto natural para un esquí de alta calidad”.

Desde 1.400,00 euros

 

Un  diseño con un toque natural en un esquí de fibra de carbono de altas prestaciones. “La combinación fibra de carbono y maderas nos transmite un aspecto deportivo unido a una cuidada imagen”.
 

Desde 1.290,00 euros

 

Fibra de carbono a la vista con acabados satinado, brillo o la combinación de ambos. "Aspecto deportivo para un esquí que busca el máximo en ligereza y prestaciones".
 

Desde 1.140,00 euros

 

 

 

 

1.- La forma de trabajar el corazón del esquí es esencial: Los esquís Coretti cuentan con núcleos construidos con listones enteros de maderas (de punta a colas) que son encolados de forma simétrica, lo que permite que los dos esquís sean iguales. Los esquís convencionales utilizan tableros alistonados mediante empalmes de listones, por lo que nunca son idénticos.

 

 

 

2.- Utiliza el carbono como refuerzo. Concretamente, fibras de carbono que son moldeadas al vacío y a baja temperatura durante aproximadamente 15 horas , frente a los 8-10 minutos empleados en la fabricación en serie.

 

Además, el carbono de los esquís Coretti se trabaja en forma de fibras filamentosas entrelazadas, siendo muy ligero y con una elevada resistencia, lo cual confiere a los esquís Coretti las máximas prestaciones. Estas fibras de carbono se “tejen” (se colocan) en diferentes orientaciones en función de la dureza, flexión, torsión y recuperación que se quiera conseguir. 

 

Por lo tanto, el carbono proporciona la misma rigidez y dureza que las placas de “titanal “(aleación de aluminio con titanio) que se introducen para reforzar los esquís tradicionales de alta gama, pero aporta una gran diferencia: mayor vida útil. El carbono flexa y recupera sin perder su forma original, lo cual permite mantener el nervio y la rigidez del esquí, mientras que las placas de “titanal” se van fatigando al someterse a una la flexión continuada, perdiendo nervio y, por tanto, reacción y agarre en nieves duras.

 

 De hecho, en el caso de una flexión excesiva ya no recupera la forma. Por lo tanto el carbono, al tener menor fatiga en flexión, mantiene sus prestaciones en el tiempo y el esquí dura más. 

 

 

 

3.- Diseño personalizado. Cada esquí Coretti es único y se construye a medida del cliente. Mediante tecnología CAD-CAM y por ordenador se inicia el proceso de diseño y fabricación. Se ajustan las geometrías (medidas) y las reacciones del esquí, para lo que Coretti cuenta con más de  54 combinaciones de durezas y repartos diferentes, y 12 posibilidades de comportamientos en curva.

 

Combinando estas posibilidades, se podrían construir más de 136 de millones de modelos de esquís diferentes en función de las prestaciones que se desean obtener. Si tenemos en cuenta las posibilidades de acabado y de estética que queramos que tengan los esquís como última etapa del proceso, las posibilidades son ilimitadas…

 

 

 

Una vez definido y diseñado el esquí por ordenador, comienza el proceso de construcción. Este, propiamente, se inicia con la selección de las maderas a utilizar, eligiendo tablones de longitud superior al esquí, con las vetas a lo largo y sin nudos, para igualarlos y pegarlos formando el bloque, del que cortando láminas se extraerán las tablas con  las que se hará el núcleo o corazón del los esquís. 

 

Lógicamente después hay que darle la forma de las cotas tanto a la madera como a la suela y rebajar o fresar las diferencias de espesor tanto de la cola como de la espátula. Para ello se utilizan plantillas-guía de hierro mecanizadas en CNC de alta precisión.

 

 

El siguiente paso es curvar los cantos adaptándolos a la forma y fijarlos con la suela en el molde. Una vez fijados, se procede a colocar las diferentes capas de resina y fibras de carbono y  vidrio envolviendo el núcleo de madera. En la parte superior se colocan una o varias láminas de madera natural con el diseño de acabado elegido. 

 

Se cubre todo con un tejido poroso y se cierra en una bolsa hermética con la que se hará el vacío, que se mantiene a 70Cº durante 15 horas para conseguir una perfecta catalización. La presión atmosférica (1kg/cm2) dará forma a la espátula, cola  y camber del esquí.

 

 

Las resinas utilizadas en los esquís Coretti son de alta calidad y  su curado debe ser más lento y a temperatura inferior que los esquís comerciales, donde por necesidad de velocidad de fabricación se curan en pocos minutos a alta temperatura. El acabado final se realiza lijando la superficie, implementando el diseño elegido y aplicando varias capas de una resina epoxy con aditivos anti-UV.

 

 

 

Bueno, ahora sólo falta probarlos para comprobar en vivo las bondades explicadas sobre estos esquís, sobre el papel pintan muy bien, en la nieve os lo contaremos próximamente.