Que los quitanieves cumplen una gran función, nadie lo duda. Estas máquinas deben de ser potentes sobre todo en zonas donde las nevadas son importantes y se requiere que sean capaces de retirar grandes masas de nieve en el menor tiempo posible y con la mayor eficacia. Hasta ahí, todos lo tenemos claro, y más que nadie los encargados de dar este servicio.

 

Este es el caso del Nuevo Espacio Portalet, un edificio de servicios polivalente ubicado entre la frontera francesa y la española junto al puerto de montaña del Portalet, y que depende de la Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) que desarrolla proyectos de cooperación conjunta al uno y al otro lado de los Pirineos. 

 

Una de las funciones de este centro de viabilidad invernal, es la de encargarse de retirar la nieve de las carreteras que unen ambos países cuando la meteorología lo requiere; el parking cubierto del recién inaugurado Espacio multiservicios esperaba la llegada de las supermegamáquinas quitanieves con sus grandes palas para salir a la labor a la mínima alerta de nevadas.

No habían apagado el motor, que la imagen circulaba ya como alma que lleva el diablo por las redes sociales con el regocijo y cachondeo del personal, ante lo que se consideraba una chapuza de proporciones considerables. 

 

Los responsables de la AECT quisieron quitar hierro al asunto comentando que sabían que no entraba la megamáquina llegada de Artouste pero que iban a probar, por si acaso. No sé si casi era mejor que no hubieran dicho nada...