La pregunta del millón. ¿Esquí o Snowboard?

Sáb, 02/08/2014 - 13:20
Son tantas las veces que me han preguntado sobre esta cuestión, yo mismo también le he dado unas cuantas vueltas al asunto que, más que buscarle una respuesta simple, que eso es fácil tratándose de nieve. lo que pretendo es hacer una reflexión y opinar sobre lo que me parece una interesantísima pregunta y que no son pocos los que se la hacen y tratar de dar algunas pistas para el que no se acaba de decidir. No pretendo ser más papista que el Papa, estudios y opiniones habrá con más rigor y profundidad que la mía y esto no son más que los pensamientos que caen desde mi mente en blanco y que nievan mi barba y que son fruto de lo que he ido observando durante años. 
 
Esquí VS Snowboard
 
 
Sobre el Snowboard:
A mediados de la década de los 60, nació el snowboard, aunque aun no se llamó así hasta años más tarde y sus orígenes se deben a la influencia del Surf y del Skate. No fue hasta bien entrados los 80 y sobre todo a principios de los 90 cuando llegó al gran público con una importante expansión y proliferación de marcas, nuevos materiales, madurez en la disciplina profesional, técnica, etc…
El gran Boom se produjo a raíz de los juegos de Nagano (Japón) en 1998 donde adquirió categoría de deporte olímpico. 
 
Ross Rebagliatti del equipo canadiense en Nagano 1998
 
 
Así que aquí os presento mi respuesta cuando, con inevitable curiosidad y remonte mediante, me preguntan: Juan Carlos, y ¿qué es mejor... ¿el esquí o el snow? ¿lo uno? ¿lo otro? ¿Ambos?
 
La respuesta simple e inmediata es: Lo que quieras. Pero vayamos más allá. Las dos opciones buscan y ofrecen las mismas sensaciones. Las que te dará la nieve y te transmitirá a través de la tabla o tablas y que desde fuera a dentro llegarán a tu cerebro. Flotabilidad, velocidad, deslizamiento, riesgo... "el flow". Ambas dispararán tu adrenalina y el cerebro se te hará Nieve.
 
Desde mi punto de vista, hoy por hoy, debido a la gran variedad de material para practicar ambas disciplinas ya no existen grandes diferencias entre practicar una u otra y casi te diría que es cuestión de estética.  Desde el free-ride y el freestyle, el boarding o ski-cross hasta el racing (estilos que son comunes en ambas disciplinas) pasando sobre todo por lo que practica la mayoría y a lo que lo llamo el esquí (o snow) de turismo que no es ni más ni menos que pasártelo bien con tus amigos o familia.
Lógicamente, existen diferencias. Veamos algunas, siempre desde mi punto de vista y sin entrar en detalles técnicos. Antiguamente existía un pique entre "palilleros" y "surferos" no siempre muy amistoso, que aun perdura aunque en muchísima menos intensidad y que en lo que a mi respecta no existe en absoluto. Las dos actividades de nieve pueden convivir perfectamente. Lo que marca la diferencia es la manera de practicar cualquiera de los dos deportes y en el que ha de primar el respeto hacia "ambos bandos". Los dos deportes se han desarrollado de forma masiva y se ha madurado mucho en este aspecto. 
 
Voy a intentar ser objetivo. Me va a costar pues soy esquiador empedernido. Os confieso que, a pesar de haber tenido multitud de ocasiones de haberlo hecho y con buenos riders compañeros de escuelas o amigos que se han ofrecido a enseñarme (a algunos los he tenido como alumnos de esquí en el que han querido avanzar) nunca me he puesto una tabla de snow. Lo que no quita haber observado durante muchas horas las diferencias y similitudes de ambas especialidades.
 
La razón es sencilla y sé que la entenderás, he preferido ser un buen esquiador a un mal snowboarder, pues a partir de cierta edad, el aprendizaje, y más en deportes de tanta técnica y riesgo, es más complejo y lento, y mis huesos ya han dado suficientemente en la nieve como para volver a empezar; otra razón es que para darle vida a lo uno, tenía que quitársela a la otro, así que mi decisión fue muy meditada y no han sido pocas las ocasiones en las que mi voluntad ha estado a punto de sucumbir. No obstante, esquío y he esquiado muchísimas veces en compañía de grandísimos y buenos esquiadores o snowboarders, de diferentes partes del mundo y niveles y no tengo en absoluto ese “pique” que late por ahí entre estos y aquellos y que creo que ya no es tan evidente como tiempo atrás. La nieve me ha hecho, en muchos casos, libre no solo para elegir.
 
La tabla de snow y los esquís de doble espátula se dan un aire
 
 
El aprendizaje
 
Existe la creencia (para mi errónea o no del todo cierta) de que aprender Snowboard es más fácil. Si bien al principio podría decirse que es así y en los primeros días se evoluciona más rápidamente con “la tabla” que con los esquís y en un par de días te sujetas un poco mejor con aquella y al tercer día te crees todo un “pro” mientras que con los esquís apenas empiezas a entender algo, lo cierto es que en ambos casos todavía queda mucho que aprender y muchas horas para que practicar; lo que realmente sucede es que generalmente, y por desgracia, en el snow se abandonan antes las clases con monitor y se deja a la improvisación y a los colegas el aprendizaje de tan interesante deporte. Una pena. Esto al menos en España, donde este efecto se nota mucho y la diferencia entre buenos riders que pilotan de maravilla y que gozan de muy buena técnica, los menos, y el resto de los “surferos” es abismal.

Pienso que en el esquí, aunque también hay de todo, se equilibran más las fuerzas y se nota que hay más horas de profesor y cursillos. Personalmente, animaría a que en cualquiera de los dos deportes se tomara muy en serio la necesidad de dar más horas de clase en beneficio de más seguridad, respeto y diversión en las pistas y fuera de ellas. Desgraciadamente, en nuestro país la cultura de nieve deja bastante que desear sobre todo en los últimos años, y en cuanto somos capaces de bajar una pista azul, se deja de tomar clases, justo cuando más útiles son ya que se aprovechan mejor y cunden más y te hacen evolucionar mucho más aprisa y sobre todo correctamente.

He visto muchas veces que se gasta dinero en equipos que aun se tardará tiempo en dominar y que están por encima de nuestras posibilidades como esquiadores o snowboarders y abandonar por completo la instrucción profesional y dedicarse al auto aprendizaje. Aunque esa es otra historia. A lo que vamos, en el caso concreto del snow, ahí están las estadísticas, y si bien yo no las voy a consultar en este momento, ya he dicho que escribiría conforme a lo que he ido observando en pista, en los remontes o comentado con profesionales y compañeros, por cada hora de clase que se da en el snowboard, en el esquí se multiplican varias veces. Resulta evidente para cualquiera a simple vista y en cualquier escuela mixta os lo corroborarán.  

 
La moda
 
en este aspecto, si bien hay diferencias, el look que pueden presentar unos y otros riders (“surferos y palilleros”) pueden incluso llegar a ser el mismo y puedes encontrarte desde que te parezca que acabas de salir de una disco de bailar hip hop con ropa dos o tres tallas por encima de la que necesitas hasta que creas que estás en una pasarela con las últimas tendencias en ropa para nieve. Lo cierto es que las marcas de todo tipo de material de esquí y snow son muy conscientes de este fenómeno y hay una gran variedad de productos en uno u otro sentido, más o menos exagerados y para todos los gustos. 
 
Por razones prácticas, el equipo de snowboard debe ser holgado pues estar constantemente agachándote para fijar tus botas o sentarte y levantarte en la nieve mientras que con el esquí no necesitas tanto movimiento y puedes estar tranquilamente de pie a un lado de la pista apoyado con tus bastones. La ropa de esquí no es tan ancha y es muy útil para demostraciones de la postura correcta para esquiar. Es cierto que la ropa de snow tiene como más rollito aunque a veces a alguno se le va la pinza, y no son pocos los esquiadores que la hacen suya, sobre todo los freestylers y freeriders. Así que, a la hora de la verdad, en pistas puedes ver de todo y cada vez hay más mestizaje. Para gustos los colores y doctores tiene la Iglesia. Son muchas las marcas que fabrican sus productos, cascos, gafas, guantes, gorros…, para una u otra disciplina o ambas y cada cual los adapta a su gusto. Lo cierto es que las pistas se llenan de un colorido de lo más variopinto.
 
Look "surfero" vs. "palillero"
 
 
La cultura
 
Pienso que se podría asociar el snowboard a una cultura más bien callejera, influencia del skate (del que nació) y tendencias musicales como el “Hip Hop” y el “Rap”, más de barrio con una marcada identidad antisistema, freacky o de tribu urbana que se contrapone a otra más tradicional y familiar, de ámbito más urbanita y socialmente más exclusiva en el esquí, aunque sea solo en apariencia pues la realidad es mucho más compleja y hoy en día, ambos deportes están muy extendidos por las diferentes capas sociales y gozan de mucha popularidad a pesar de que creo que si es cierto que en ciertos mundos ha calado la creencia de que el snowboard es más de la calle y mola más lo que ha contribuido a que muchos se hayan apuntado a la moda de la tabla por imitación frente al esquí al que se consideraría de gente más bien “pija” o elitista. Puede que esto parezca un poco superficial, pero creo que esta creencia, si bien no se confiesa, existe y se nota en el ambiente aunque la realidad es muy distintinta y cualquiera puede practicar cualquiera de los dos deportes, inclusive los ambos, y que la nieve diluye en buena medida esa sensación.
 
Diferencias de técnica y material
 
A pesar de que en el fondo el fin es el mismo en ambos deportes, bajar dentro y fuera de pistas, existen unas cuantas diferencias. No hay más que ver las botas de unos y las de otros. Solo hablaré, para no extenderme, de algunas de ellas.
 
Respecto a lo puramente técnico, para mi, el snow se adapta muy bien a las nieves profundas y sueltas aunque también los esquís de doble espátula con cotas más anchas de freeride para descenso en pista y fuera de ella han evolucionado tanto y tan bien que no tienen nada que envidiar a las sensaciones de “flow” de la tabla. Sin embargo, en nieve dura los esquís se comportan con más entereza que la tabla a la que costará más entrar con el canto y acabará con derrapajes con lo que conlleva de menor control y más necesidad de espacio de frenada y giro circunstancias en las que aquellos tienen ventaja al ser más polivalentes en todo tipo de nieve.
 
Igualmente ocurre con los esquís de  freestyle también de doble espátula con los que se pueden realizar tantos trucos como con la tabla de snow en un park. Con esto quiero decir que hay que tener en cuenta en qué estación vais a esquiar la mayoría de las veces. No es igual la nieve que encontraréis en el Sistema Central o Sierra Nevada, más meridionales y con nieves duras, para las que a mi entender el snow es menos recomendable que en el Pirineo o los Alpes con nieves más frías y secas.
Fijaros que si hoy en día juntáis dos pares de esquís de doble espátula, vistos en conjunto, se asemejan a una tabla de snow lo que no es casualidad. Otra característica a tener en cuenta es la posición que lleva el cuerpo con los esquís, frontal frente a la lateral en el snowboard; esto favorece la visibilidad y la maniobra durante el descenso. La visión periférica es mucho mayor en el esquí, tanto en las diagonales como en la máxima pendiente. Otro aspecto como la movilidad también hay que tenerlo muy en cuenta, Con los dos pies independientes en un caso y con el apoyo de los bastones o tener los pies anclados a la tabla, condicionan bastante, sobre todo si nos encontramos en zonas sin desnivel. A quitarse la tabla y a patear unos y a patinar y remar los otros. Menos mal que las botas de snow ayudan. A la hora de realizar flanqueos de una pista a otra, o al transitar por espacios llanos, se agradecen los esquí y la movilidad de las dos piernas y en el snow son tareas más pesadas, más aun si vas fuera de pistas.
 
También influyen los radios de giro y los tiempos de frenada que en el esquí pueden ser más cortos. Otra razón más a tener en cuenta es que los remontes de las estaciones de esquí, sobre todo los telearrastres, no están adaptados para el snowboard y su uso es una dificultad para los practicantes de esta disciplina. 
 
 

Esquiador free-ride en Austria. Rider: Tim Durstchi 
Fotógrafo: Marck Fisher
 
 
Respecto a si lo uno es más fácil que lo otro, he oído mil versiones distintas en un sentido o en otro. A mi parecer, a largo plazo, tener una buena técnica y poder disfrutar con seguridad en ambos deportes resultará muy parejo y requerirá muchas horas de aprendizaje ya que son deportes muy exigentes y no exentos de riesgos; ahí ya influirá la destreza de cada cual (aunque si eres hábil para esquí seguro que también lo eres para el snow, y viceversa) y las ganas de aprender de cada uno. Si el snow en un principio te adelanta un poco, y a base de derrapajes y algunos saltos te crees que es más fácil mientras con el esquí aun andas con giros en cuña y alguno en paralelo, en ambos casos queda mucho por aprender y son muchas las horas que faltan para cualquiera de las dos disciplinas. También depende de dónde quieras poner tus límites. Piensa que esquiar o hacer snow dentro y fuera de pistas o realizar grandes y complejos saltos y trucos en el Snow-park tiene mucho riesgo y  en cualquiera de los dos casos, es necesaria mucha técnica y ésta solo se adquiere con el aprendizaje.
 
Lesiones más habituales
 

También existen notables diferencias en las lesiones que se suelen producir en una u otra disciplina y mientras en el esquí alpino, con esquís carver, son típicas las lesiones de ligamentos de rodilla y los traumatismos en el hombro, en el snowboard son típicas las fracturas de muñeca y los traumatismos acromio-claviculares (hombros, clavículas y omóplato). Es curioso observar que en la práctica del snowboard hay una gran variabilidad de diagnósticos

Capítulo aparte son las colisiones tanto en la práctica del snowboard como en el esquí alpino. Cuando se produce una colisión, es difícil diferenciar entre quien recibe la colisión o el causante de la misma. 

Valorando tres situaciones básicas como son el esquí, el snowboard y los objetos diversos plantados en nuestras pistas, se han observado dos patrones de colisión:
 
1. Si un snowboarder colisiona, suele hacerlo contra un objeto (árbol, roca, poste, etc.)
2. Si un esquiador colisiona, suele hacerlo contra otro esquiador (parado en pistas o no)
 
Queremos resaltar que, de acuerdo con diferentes estadísticas, no se puede corroborar la supuesta peligrosidad atribuida al snowboard en cuanto a producir colisiones. Sin duda el efecto del miedo a recibir una colisión se percibe mucho más si el contrario es un snowboarder, aunque probablemente ese hecho se relacione con el mayor tiempo de frenada y el mayor radio de giro que caracterizan al snowboard.

(Fuente Dr. Aleix Vidal, cirugía ortopédica y traumatología de la Clínica Quirón Teknon de Barcelona)

 
Comparativa de las lesiones más frecuentes en las dos disciplinas
 

Existen más razones y cada cuál tendrá las suyas para elegir.  Yo solo expreso mi opinión y reconozco que me tira el esquí cuando me preguntan, pero insisto siempre que hay que practicar lo que le pida a cada uno el cuerpo. Personalmente, recomiendo que si no se ha probado ninguna, se realice la que más atraiga y haga ilusión, la primera en la que se piensa. En caso de haber empezado  alguna, seguir con ella hasta que  se domine antes de pasar o cambiar a la otra, más vale ser cabeza de ratón que cola de león, creo yo, y en cualquier caso aprender con profesor. La evolución en cualquiera de las dos especialidades es muy notable en este caso y aumenta la seguridad y la posibilidad de disfrutar de cualquiera de los dos deportes, que por cierto, tienen muchas más cosas en común de lo que a simple vista parece. Si no tienes mucho nivel, no te recomiendo que te dediques a ambas.

En mi humilde opinión, en los tiempos que corren y al contrario de lo que ocurrió en los últimos años del siglo pasado y primeros de este donde se apreció un notable retroceso en la venta de esquís a la vez que la de las tablas de snow  aumentaba y que hizo que se revolucionara el mundo de la nieve pues los fabricantes de esquís tuvieron que espabilar y mover ficha para desarrollar nuevos modelos que buscaran las sensaciones de flotabilidad que ofrecía el snowboard y así aparecieron conceptos como el carving y luego otros como el camber, rocker, la doble espátula, etc y ese retroceso del esquí frente al snow no solamente ha revertido sino que sigue una tendencia progresiva de avance. Prueba de ello es que en Estados Unidos, mercado por excelencia de la nieve y donde se desarrollan las últimas tecnologías en esta materia, los esquís de doble espátula han aumentado sus ventas notablemente en los últimos años frente a un significativo descenso de las ventas de tablas de snowboard. Parece que llegan malos tiempos para el snowboard aunque yo creo que siempre tendrá sus seguidores y se mantendrá vivo y alternativo.

 
Snowboard en los Andes chilenos. Rider: Manuel Díaz
Fotógrafo: Xabier Azcárate del Valle
 
Para concluir, decirte que aunque siempre recomiendo que cada uno tome su propia decisión, yo me decanto por el esquí y lo recomiendo. Creo que al llevar muchos más años y al tener más seguidores, el general de las estaciones está más pensado para la práctica del esquí alpino y está mucho más arraigada su práctica frente al snowboard. Hoy por hoy, hay mayoría de esquiadores aunque ya se empiezan a ver nuevas generaciones de "surferos" codo con codo con sus padres. Pero por encima de todo está mi pasión por la Nieve así que, mientras se trate de ella, mi conclusión es que cualquier opción es buena para deslizar por las pistas y será tuya la decisión final que lo más importante es disfrutar y razones hay, al menos siete y pico, con estos dos magníficos y apasionantes deportes.
 
Por supuesto que habrá quien opine lo contrario, y sirva esta nueva entrada para el debate. Como ya he comentado anteriormente, las dos actividades deportivas son diferentes pero tienen algo muy importante en común y que a mi me apasiona: La Nieve. Ahí es nada.
Yo empecé con esquís y entonces, aquí en España, no había opción de elegir, pero si hubiera caído una tabla de snow en mis pies, no habría dudado en surfear por la Nieve y dedicarme al snow hasta hoy. Quién sabe...
 
¿Tú a cuál de las dos opciones te apuntas? 
 
 

 

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