Objetivo monte Shkhara: esta vez no ha podido ser…
Me ha costado inmensamente decidirme si escribir o no sobre esta última expedición al monte Shkhara en Georgia, pues no lo pasé muy bien, pero espero que le sirva de aprendizaje a alguien, porque a mi, me ha servido mucho.
El monte Shkhara, de 5.193 m de altitud, es el tercer pico más alto de las montañas del Cáucaso y el punto más alto de Georgia.
Todo empezó con un vuelo Barcelona – Kutaisi (la segunda ciudad más importante de Georgia). Llegué y tuve que esperar entre 7 y 8 horas en el aeropuerto hasta que me subí al minibús que me dejaría en el pueblo de Mestia. Un viaje un poco intranquilo por unos problemas eléctricos del vehículo y el chófer que conducía muy rápido por carretera hablando por teléfono. Sin haber dormido nada ese día, llego a las 18 h a Mestia donde conozco a los guías que me van a acompañar en esta aventura: Nick y Gogita.
Después de un pequeño briefing y cena toca acostarse temprano, habiendo preparado las mochilas, pues al día siguiente empieza el mambo…
El 31 de mayo (mi cumpleaños), nos levantamos a las 5 am para conducir hasta Ushguli y de ahí, a las 8 am, cargados con 2 mochilas + el material de esquí (unos 30 kg a la espalda) empezamos a caminar. Fueron dos días con bastante peso en la espalda bebiendo nieve derretida y con poco descanso hasta que montamos nuestro campo base a los 3.600 m.
Viernes 2 de Junio (4º día de la expedición) nos levantamos a las 2 de la mañana para intentar nuestro objetivo. El empezar a caminar me cuesta pues noto el cansancio de los dos días atrás, pero a cada paso que damos se va desapareciendo. Todo empieza con los esquís puestos caminando hasta pasar por debajo de un gran serac. Ahí nos ponemos los crampones y empezamos a subir por la canal.
Yo notaba las piernas bien, pero la respiración se hacía cada vez más complicada y necesitaba parar cada pocos pasos para respirar…este es el punto en el que uno empieza a notar la altura.
A los 4.200 m (la mitad de la canal) decidimos darnos la vuelta, pues yo no iba avanzando bien y nos tocaba escalar una pared de hielo, había menos nieve de lo esperado.
¡La bajada la disfruté mucho! Sobre nieve-hielo y a 50-55º de inclinación salieron buenas curvas hasta el campo base. Una vez ahí Nick me confiesa que no se hubiese notado muy cómodo esquiando toda la canal en esas condiciones. Descansamos un rato, desmontamos campamento y volvimos a la civilización hechos polvo después de tantos días de actividad sin descanso.
En conclusión y viendo como fueron las cosas yo creo que algún día de descanso nos podríamos haber tomado después de cargar como mulas hasta el base. Y sobre todo, la hidratación para aclimatar bien: no beber nieve derretida, si puedes mezclarla con algún polvo isotónico o zumo, ya que la nieve sola hidrata muy poco.
Pero voy a volver a esa montaña habiendo aprendido la lección y al ritmo de mi compañero de cordada y mío…no al de ningún guía con prisas jajaja
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