Cuando todo parecía funcionar como un reloj suizo en Valgrande Pajares, se estropea por la inoperancia e incapacidad del jefe de explotación de la estación, que, tras más de un año de baja, se reincorporó el pasado día 5 de febrero, y volvieron los retrasos en las aperturas, alguno de casi dos horas.

Todo esto ha generado un malestar importante entre los usuarios, que además de las molestias causadas por los reiterados retrasos, se sienten inseguros, conocedores de la incompetencia del responsable de remontes, y de algunos incidentes, como alguno acontecido hace casi dos años.

Tal es así, que las empresas concesionarias, los clubes y usuarios, convocaron para el sábado 15 de febrero, una concentración en la estación, reclamando el cese de esta persona, por el bien de la seguridad de la estación, sus trabajadores y usuarios.

Descarrilamiento del telecabina, en la estación superior, ocurrido hace casi dos años.  

Dicha falta de competencia ha quedado en evidencia tras las declaraciones de Gregorio Clemente, responsable de la ingeniería que, desde hace cinco años, elabora los programas de mantenimiento y realiza las revisiones de la estación. Clemente ha señalado que el actual jefe de explotación carece de los conocimientos y la experiencia necesarios para ocupar dicho puesto. Esta misma situación ya se reflejaba en un informe de 2022 enviado a la Consejería de Cultura del Principado de Asturias, en el que se dejaba constancia de que esta persona no reunía las aptitudes ni la actitud necesarias para el cargo.

La empresa responsable del mantenimiento no descarta renunciar al contrato técnico si esta persona continúa en su puesto, una decisión que tendría consecuencias graves, ya que la estación no podría abrir al público. No es un problema reciente: la anterior empresa encargada de la responsabilidad técnica ya advirtió en 2019 sobre la falta de idoneidad del jefe de explotación en términos similares.

A pesar de estos antecedentes, la consejera de Cultura, Política Lingüística y Turismo del Principado de Asturias, Vanessa Gutiérrez, mantiene en el cargo a esta persona, ignorando los informes técnicos que evidencian su incapacidad. Además, se ha negado a hacer públicos los documentos tanto de la ingeniería responsable del mantenimiento como de la propia dirección de la estación, a pesar de las solicitudes de varios partidos políticos y de los clubes de la estación.

¿Qué más debe ocurrir en Valgrande-Pajares para que se tomen las decisiones que reclaman los profesionales del sector? ¿Por qué desde la administración se desoyen las advertencias de los responsables del mantenimiento y las revisiones de la estación? Si el jefe de explotación no es apartado de su cargo, la responsabilidad de lo que suceda en Valgrande-Pajares recaerá exclusivamente en la consejera de Cultura, ya sea por la renuncia de la empresa encargada del mantenimiento o por cualquier posible incidente que pueda ocurrir.

Es momento de que prime la lógica sobre la política y de que las decisiones sean tomadas por profesionales, en lugar de una clase política que parece ajena a la realidad o, simplemente, actúa con torpeza.