Antes de comenzar, debo decir, que lo ideal, es que la tienda especializada que os vende la bota de esquí haga el trabajo de termoformar el botín en sus instalaciones. Ellos son profesionales y disponen de la maquinaria adecuada.

 

 

Lo primero. Comenzaremos por extraer el botín de la bota y colocarlo en el horno. El horno se debe de proteger con cartones para evitar que el botín entre en contacto con cualquier parte metálica del mismo. Además, activaremos la función ventilador/aire del horno para conseguir un calor uniforme. Colocaremos en termostato entre 80-90 grados, no más. Y durante 5-8 minutos. Importante. Utilizaremos unos guantes finos como protección.

 

 

Si además queremos agrandar el botín en las zonas de contacto, colocaremos unos pads en las zonas más sensibles como tobillos, el empeine y el quinto metatarso. Estos pads caseros los podemos fijar con esparadrapo para asegurarnos que no se van a mover. Todo dependerá de nuestra morfología del pie y de en que zonas nos acostumbran a molestar más las botas.

 

Podemos adquirir unas plantillas para calzado económicas y utilizarlas como grosor. Una vez colocados los pads en las zonas de compromiso nos pondremos un calcetín, es muy importante que al ponernos las botas estos grosores no se mueva, sino la termodeformación no servirá para nada.

 

 

Al final, introduciremos el botín en la bota y acto seguido nos la abrocharemos, como no hemos termoformado la carcasa podemos ajustar fuerte las hebillas. Esperaremos al menos unos 10 minutos con las botas puestas, esperando a que el botín coja la forma deseada y se enfríe para que se memorice la silueta de nuestro pie. 

 

 

Además de la termodeformación es muy interesante sustituir la plantilla original por una ajustada a nuestro pie. En el mercado existen plantillas con distintos arcos de pie; para pies planos, arco normal o puente muy pronunciado, y para los más frioleros, incluso plantillas con aislante y lana merino.

 

Una manera para ver que tipo de arco tenemos, seria mojarse los pies e intentar caminar por un suelo que marque la huella, dibujaremos una línea recta entre el talón y la zona de los dedos y podemos ver el tipo de pisada, para elegir una plantilla u otra. 

 

 

Y como hemos dicho al principio, sino lo tenéis claro lo mejor es acudir a una tienda física especializada que disponga de servicio de bootfitting y cuenta con los conocimientos y herramientas adecuadas específicas para cada marca.