La marca americana Oakley lanzó al mercado, a principios de la presente temporada, el MOD7. Un casco con visera integrada y un diseño revolucionario.

La pasada temporada, y gracias a SKIZ y la tienda de Oakley a pie de pistas en El Tarter (Grandvalira, Andorra), tuve la suerte de probar en primicia el MOD7. Y, después de haberlo usado mucho y en distintas situaciones, este año renuevo casco, pero no cambio de modelo. Me gustó mucho. He elegido, eso sí, un color diferente, en este caso el Blackout Prizm Torch Iridium. 

Innovación

Con el sistema Secure- Connect, Oakley integra óptica y casco al rostro de manera tanto mecánica como magnética.

Además, la lente no es una lente cualquiera, es una Prizm. Para este modelo negro he elegido la Prizm Torch Iridium, una lente de categoría 3 muy polivalente. Pensada para los días en los que se pueden mezclar nubes y claros, funciona bien en casi todas las condiciones.  Quizás únicamente los días de muy baja visibilidad se pueda ver algo comprometida (todavía no he tenido ninguno de esos días para comprobarlo).

Además, como casco tope de gama, este MOD7, cuenta con toda la tecnología ya usada por la marca en otros modelos: sistema MIPS, sistema de ajuste BOA, y Fidlock, que es el abrochado magnético.

Estéticamente es espectacular. Y, aunque el gusto de cada uno es particular, sí que lo podemos decir: espectacular. Llama la atención. Además, como de momento hay pocos, es diferente desde cualquier punto de vista del que se mire. La ausencia de goma para la máscara, el lateral limpio, la enorme lente… A mí me gusta. Mucho.

¿Cómo funciona?

El casco nos lo ponemos como cualquier otro, a mí me gusta ajustarlo bien primero, tanto de la zona del cuello como por detrás, con el sistema BOA de ajuste milimétrico que va muy bien. Después ajusto la máscara, la acercamos a la zona en la que se va a poner y los imanes marcan el lugar, después una leve presión y queda en su sitio. Para colocar la máscara en la zona alta del casco, la sacamos presionando  en los laterales y la subimos a la parte de arriba. De nuevo los imanes la acercan y con una leve presión queda firmemente fijada.

Después de dos o tres veces de prueba lo haces perfectamente y resulta muy cómodo.

Esquiando

Este año es casco solo lo he podido probar, de momento, por pista. Pero la pasada temporada sí que pude usarlo por fuera de pista  y va tan bien como por pista. Es un casco cómodo en el que nunca notas presión de la máscara, no hay unas gomas que tengas que ajustar. En mi caso es como si estuviera pensado para mí, la máscara no me ha molestado nunca. 

La lente es maravillosa, si habéis podido probar una lente PRIZM ya sabéis qué quiero decir. Pero, además, es gigante y tienes un ángulo de visión, diría, como en ninguna otra máscara. Por otro lado, nunca he tenido un problema de vaho. Tampoco con otras máscaras de la marca, claro.

En definitiva, me parece un casco espectacular, su estética es muy llamativa, es funcional y cómodo, está bien ventilado, la lente es una maravilla que no molesta nada y, además, tiene un enorme ángulo de visión.