Después de que el viento Zonda llevara al traste mis planes de conocer la famosa Las Leñas, decidí darle una segunda oportunidad a Los Penitentes. Esta vez viajamos en Bus y alquilamos el material directamente en pista. Lo que fue una gran decisión. Los comercios de Mendoza intentan venderte la idea de que en la estación todo es muy caro pero en realidad tienen el mismo precio e incluso algunos son más baratos.

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Puedes coger un bus desde la terminal de Mendoza hasta Penitentes con la empresa Buttini que sale a las 6 de la mañana y tarda casi 4 horas en llegar. Ese mismo bus se coge de vuelta hacia Mendoza a las 17:15 o a las 20 horas. Lo bueno de esto también es que cuando llegues a la estación puedes ver las condiciones de nieve y el estado de pistas y decidir si de verdad quieres esquiar o no. Si lo alquilas todo en la ciudad puede que cuando subas no te merezca la pena el dineral gastado. Penitentes es por su localización una estación muy dependiente del clima, además no parece que usen nieve artificial.

La verdad es que mi opinión hacia Penitentes es un poco de amor y odio. La estación en sí es relativamente buena para lo pequeña que parece y está enclavada en un sitio precioso. Pero al mismo tiempo creo que el servicio que ofrecen es malo. Cuando cayó la nevada gorda de este invierno austral les costó demasiado tiempo deshacerse de la nieve sobrante para evitar avalanchas lo que les hizo cerrar parte de la estación. Entre semana no pisan las pistas, lo que significa que las 3 primeras horas del día esquías literalmente sobre hielo. Luego el sol hace su trabajo y la cosa mejora. Yo entiendo que entre semana hay demasiada poca gente, pero el usuario paga por una estación en condiciones. La página web es muy mala y la información brilla por su ausencia.

Aún así Penitentes me gustó. Es un buen lugar para hacer una escapada de un día o incluso para pasar un par de días, hospedándose en los relativamente asequibles hoteles de la estación. La comida de algunos restaurantes deja mucho que desear y es bastante cara.

La estación se divide en dos partes: la parte baja, dónde se encuentran las pistas de principiantes y un telesilla que conduce a unas negras cortas pero intensas (donde gocé del pow del último blog) y a una azul que sirve de paseo para principiantes o de acceso a lugares fuera de pista, y la parte alta, que cuenta con un telesilla y un teleski. A la izquierda de estos remontes descienden unas pistas rojas largas y bonitas de esquiar (incluso sin haber sido pisadas), a la derecha hay un pequeño camino semiplano que acaba en dos pistas azules con recorrido serpenteante, también bastante entretenidas y largas, aunque los tableros puede que tengan que remar. También hay una negra que desciende pegada al teleski. A parte de esto, toda la cara que ocupa la estación ofrece una gran cantidad de posibilidades de freeride. La mayoría de estos descensos parecen similares pero se pueden buscar rutas alternativas a lo largo de toda la ladera.

Visto esto considero Penitentes una estación chiquita ideal para principiantes o para expertos que busquen un par de días de esquí tranquilo y en un lugar bonito. Estos últimos sólo lo disfrutarán realmente después de una buena nevada. Es una estación con poca nieve (de hecho cierra más que abre), pero si tienes suerte de pillarla con nieve la podrás disfrutar a lo grande. Los esquiadores de nivel intermedio o algo avanzado que se queden dentro de las pistas probablemente se aburrirán tras las primeras horas. Si entras en este grupo te aconsejo que busques tu lugar en Las Leñas mejor que en Penitentes.

Cerro del Aconcagua cubierto de nubes. Vista desde el mirador del Aconcagua, cerca de Penitentes

La cercanía al Aconcagua y los otros reclamos turísticos de la zona la hacen muy atractiva también en verano, de hecho la mayoría del público acude en verano a visitar el famoso Puente del Inca o el mirador del Aconcagua, dónde podrás hacer un bonito trekking mientras los cóndores vuelan sobre tu cabeza.