Un siglo de las primeras imágenes de gente esquiando en Sierra Nevada

(Foto: ©José González - Revista Reflejos)
En abril de 1925, Granada acogió sus primeras competiciones de esquí en Sierra Nevada, organizadas por la Sociedad Sierra Nevada y con participación madrileña.
El 28 de febrero de 1914, el diario liberal-progresista El Defensor de Granada recogía por primera vez la salida de tres granadinos a Sierra Nevada con un propósito inédito: practicar esquí. Los protagonistas de aquella jornada fueron Carlos Zárate y Fernández Liencres, Germán Fernández Ramos y Ángel Guijarro.
Fundado en 1880, El Defensor de Granada tuvo una amplia difusión local en las primeras décadas del siglo XX y se consolidó como una de las voces más representativas del impulso modernizador en la ciudad.
Aquella experiencia pionera se repitió en 1918 y 1922, entonces liderada por Rafael María Rojas, considerado por sus coetáneos como “el único granadino que practicaba aquel ‘género de patinación nuevo y curioso’”, en palabras del propio Ángel Ganivet en sus Cartas finlandesas a finales del siglo XIX.

La Sociedad Sierra Nevada, club de montañismo fundado en 1912 y declarado de utilidad pública, inauguró en 1915 el Refugio San Francisco, situado a 2.250 metros de altitud. Esta instalación se convirtió en el primer punto de apoyo para el desarrollo de actividades invernales en la montaña granadina.
Ese mismo año, la entidad incluyó formalmente el esquí en su reglamento de actividades, impulsando así la práctica de los deportes de nieve en Sierra Nevada y sentando las bases para su futura consolidación.
Fue durante la Semana Santa de 1925 cuando un grupo de madrileños, miembros de la Sociedad Peñalara, organizó una ambiciosa expedición a Sierra Nevada con el siguiente itinerario:
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Domingo de Ramos: salida desde Madrid y llegada nocturna a Granada.
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Lunes: ascenso al Refugio de la Sociedad Sierra Nevada.
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Martes: subida al Veleta (3.396 m).
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Miércoles y jueves: concursos de fondo, saltos, habilidad y velocidad en la zona de los albergues y los Peñones de San Francisco.
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Viernes y sábado: visita al patrimonio artístico de Granada.
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Domingo de Pascua: regreso a Madrid.

Por delegación de la Federación de Sociedades Alpinas, la Sociedad Sierra Nevada organizó entre el 8 y el 10 de abril de 1925 las primeras pruebas oficiales de esquí en la montaña granadina. En ellas participaron corredores del Club Alpino Español y de la Sociedad Peñalara, dando forma a una experiencia pionera para el deporte blanco en el sur peninsular.
El primer premio consistió en una copa ofrecida por la propia Sociedad Sierra Nevada, mientras que el segundo galardón fue un objeto artístico donado por el Duque de San Pedro de Galatino, impulsor de la estación y propietario del hotel que llevaba su nombre.
Aunque no se conservaron registros oficiales de los resultados, la prensa local subrayó “la hermosura de la Sierra y sus insuperables condiciones para el deporte” como el mejor presagio para el esquí en Granada.
En su edición del 4 de abril de 1925, El Defensor de Granada escribía:
“Dadas las facilidades y comodidades que el tranvía y el hotel de la Sierra proporcionan, los granadinos se aficionarán y entusiasmarán, requisito indispensable para convertir nuestra Sierra Nevada en centro de atracción de turistas.”
Las únicas imágenes conservadas de aquel debut competitivo fueron captadas por José González, aficionado a la montaña y la fotografía. Sus instantáneas, publicadas en los números de abril y mayo-junio de 1925 de la revista Reflejos, muestran esquiadores saltando y compitiendo en escenarios como los albergues de San Francisco y las laderas del Veleta.
(Fotos: ©José González - Revista Reflejos)
Estas fotografías, que acaban de cumplir un siglo, se reproducen ahora por primera vez en esta reseña como homenaje a los pioneros del deporte y de la imagen en Sierra Nevada.
Aunque el esquí no se popularizó de forma masiva en Granada hasta finales de los años veinte, aquellas primeras experiencias sentaron las bases del desarrollo de la estación como destino invernal de referencia en España.
El impulso de los clubes alpinos madrileños y granadinos, junto con infraestructuras clave como el tranvía, el refugio y el hotel del Duque, así como la influencia de pioneros como Carlos Zárate, Rafael María Rojas y Ángel Guijarro, consolidaron una tradición que hoy reúne a miles de esquiadores cada temporada.