Hemos cumplido un sueño y uno de los objetivos de nuestro viaje a Huaraz (Perú): hacer cumbre y esquiar el Nevado Vallunaraju de 5.686 metros de altitud.

Todo empezó el viernes 17 de mayo, saliendo de Huaraz en coche hasta el Refugio Llaca dentro del Parque Nacional de Huascarán. Ya habíamos hecho un trabajo previo de aclimatación días antes porque éramos conscientes de que íbamos a la altura. Al llegar al refugio dejamos el coche, nos cargamos las mochilas (de 20kg) a la espalda y tocó caminar hasta el campo base: el Campo Morrena a 4.900 m. La aproximación la hicimos en 2:30h parando a hacer un pequeño ritual para pedir permiso para entrar a la montaña quemando un par de hojas de coca.

Llegamos al Campo Morrena y después de montar el campamento salimos a portear material para mañana empezar más ligera la subida. Subimos a casi los 5.100 m y ahí me empieza a doler la cabeza (primeros síntomas de mal de altura). Bajamos al campamento y empieza a llover de tal forma que nos tenemos que refugiar bajo una lona temiendo por nuestras cosas y nuestras tiendas. Cada vez me duele más la cabeza y no tengo ganas de cenar. Me voy a dormir.

 

 

 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una publicación compartida de Ａ Ｌ Ｅ Ｘ Ｂ Ｌ Ａ Ｓ Ｃ Ｏ (@alex.blasco95)

Al día siguiente nos despertamos a las 2AM para intentar la cumbre. El dolor de cabeza me había desaparecido y me encontraba muy bien. 3:30AM empezamos a caminar. La primera parte son lajas de piedra que a esa hora estaban con hielo, dificultándonos un poco la subida. Al llegar al pie del glaciar todo mejoró. Empezaba a salir el sol y todos del equipo nos sentíamos muy bien y fuertes. Cruzamos varias grietas hasta llegar a un punto donde pudimos ponernos los esquís para ‘randonear’. El ambiente era muy bonito: día soleado, dos cordadas (Isma/Manu, Coto/Isi/Yo) que íbamos avanzando poco a poco sobre el glaciar con unas increíbles vistas a varios nevados: Huascarán, Ranrapalca,…

El Vallunaraju tiene dos cumbres: la norte y la sur. La más alta es la norte de 5.686 m. Entre las dos cumbres hay un collado donde paramos a descansar antes de la última subida. Ésta, tiene un poco más de pendiente y se pone un poco más expuesta. Es por eso por lo que nos costó un poco más progresar y llegar a la cumbre.

Y….¡¡CUMBRE!! Tuvimos la mala suerte de que entró una nube densa con niebla y no pudimos ver el paisaje. Un par de fotos, nos ponemos los esquís y a deslizar!

 

 

 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una publicación compartida de Ａ Ｌ Ｅ Ｘ Ｂ Ｌ Ａ Ｓ Ｃ Ｏ (@alex.blasco95)

El principio de la bajada desde la cumbre tocó ir con mucho cuidado: derrapando y con curvas muy precisas para no caer. Después del collado la pendiente se puso mucho más suave y disfrutamos de buenas curvas con nieve un poco primavera pues hacía calor y la ISO 0 estaba alrededor de los 5.500 m.

En resumen, fue una muy bonita manera de empezar nuestra estancia en la Cordillera Blanca aprendiendo de cómo funciona la logística y como son las montañas allí.