La semana de acción ininterrumpida de esquí y snowboard de los Swath Nines llegó a su fin en Schilthorn, Suiza, con tres nuevos récords mundiales.

 

Este evento, que desafía las estructuras tradicionales de las competiciones, proporcionó un escenario único para que los atletas progresen en sus habilidades de manera segura y colaborativa.

 

El punto culminante de la semana fue la construcción de una "pirámide perfecta", diseñada con precisión para enviar a los participantes al cielo de manera segura.

 

 

 

 

Esta hazaña superó el récord anterior establecido por David Wise en 2016, destacando la determinación y habilidad de Gubser. Al comentar sobre su logro, Gubser compartió: "Estábamos buscando dónde está el límite, y lo encontré. Encontré mi límite".

 

 

 

Guseli describió su experiencia, afirmando: "Iba tan grande como podía. Diría que es la cadera más grande que he golpeado".

 

 

Su valentía y destreza la colocaron en la cima del podio, dejando una marca imborrable en la historia del deporte. D'Hondt reflexionó sobre su logro, expresando: "La sensación de pisarlo, no hay nada que lo supere".

 

Los tres nuevos récords mundiales on solo la parte más visible de una sesión de una semana en la que un equipo de 40 snowboarders y freeskiers invitados de 13 países se enfrentó a un trazado personalizado para la ocasión.

Estos logros se suman al legado del Swatch Nines, que desde su fundación en 2008 ha proporcionado un entorno no competitivo para que los atletas exploren su creatividad y superen sus límites.

 

El fundador del evento, Nico Zacek, comentó: "La misión de Swatch Nines es proporcionar una plataforma para que los atletas expresen su creatividad y superen sus límites en un entorno seguro y no competitivo. El hecho de que podamos romper récords como estos demuestra que algo estamos haciendo bien".