Artículo de opinión
Los andorranos lo han vuelto a hacer. Si las Finales de 2019 ya fueron un éxito organizativo y mediático dentro del mundo del esquí de competición, ahora, en 2023, lo han repetido y superado, a pesar de la adversa meteorología reinante durante las pruebas.
Vivir una competición de alto nivel es un privilegio
Hemos vuelto a vivir en directo una semana de alta competición con los mejores atletas del mundo del esquí durante cinco días en las Finales de la Copa del Mundo. Lo hemos hecho conviviendo con periodistas de todo el mundo, comunicadores, fotógrafos y televisiones.
Además, hemos respirado el ambiente de los equipos de competición, de las marcas patrocinadoras, estar junto a la organización de la competición o hablar con los valiosos voluntarios. Todo un conjunto de personas que como una orquesta han funcionado armónicamente.
Finales del 2019
La competencia alpina tiene mejores pistas, pero Andorra le pone más ganas
Las dos pistas de Grandvalira, la pista Avet y la Àliga, nuevamente han estado a la altura de las mejores del circuito de la Copa del Mundo. Sí, cierto, en los Alpes hay pistas que las superan, tanto en nieve, como en desnivel e incluso paisaje. Pero, lo cierto es que, en organización, hospitalidad, equipo técnico de preparación de las pistas o en las ganas de un pequeño país de demostrar que va a por todas, no les supera nadie. Estas grandes estaciones, con una prueba de la Copa del Mundo fija en el calendario desde hace muchos años, están acomodadas. Y esto te lo dicen los esquiadores y también periodistas que cubren el circuito.
Grandvalira ha demostrado que se puede luchar contra viento y marea, contra temperaturas superiores a los 15 grados positivos (16 de marzo en la base de la pista Àliga) y solo 2 grados negativos ((19 de marzo en la base de la pista Àliga), o una lluvia persistente que te rebaja el 50 % del manto níveo en dos días, un espesor de nieve un 60 % menor al normal por lo extraordinario de este seco invierno. Muchos dudaban de que fuera factible mantener las pruebas con semejante panorama a pocos días vista y durante la semana de competiciones y el equipo técnico de pistas de Soldeu El Tarter ha demostrado que es posible, y lo ha hecho con nota, ganándose los elogios de la mayoría de los esquiadores y esquiadoras que han participado en la competición.
Para conseguir este tipo de metas y superar retos casi imposibles, lo más importante es querer y en eso, si nos ponemos, la gente de los Pirineos somos imbatibles.
Un público entregado y entusiasta
Aspecto del estadio de la pista Avet en Soldeu este domingo 19 de marzo. Foto © Lugares de Nieve
Talón de Aquiles, las comunicaciones
Pero todo no van a ser elogios… Para nosotros la movilidad sostenible que ha diseñado la organización junto al Gobierno no ha funcionado del todo, han seguido los atascos y embotellamientos de coches a pesar del plan de movilidad.
Ese es un hándicap de Andorra, aunque no es exclusivo de este país, pero una sola vía de comunicación de sur a norte o viceversa y dos fronteras que la taponan, junto a la gran cantidad de esquiadores lúdicos que congrega la mayor estación de los Pirineos en un fin de semana, hacen de esta misión, el gran reto y talón de Aquiles para futuras competiciones.
Los Mundiales de 2029 más cerca
Andorra presentará una candidatura ganadora para los Mundiales de 2029
Y ya que hablamos de futuros eventos deportivos, mencionemos a los Campeonatos del Mundo de esquí alpino o también conocidos como Mundiales de esquí a los que Andorra aspira para 2029. Una competición que multiplica por casi diez la magnitud de las Finales que recién han finalizado, también multiplica por mucho los costes de las Finales, aunque en este caso se cubren con los derechos televisivos y demás.
Las opiniones de los responsables de la FIS, del director de la competición de esquí masculino de la Copa del Mundo o de algunos de los mejores esquiadores, todos presentes estos días en Andorra, es claro “Andorra va por muy buen camino para acoger unos Mundiales”. Además, la candidatura andorrana ha hecho los deberes y ahora tiene a un responsable andorrano en la FIS y está tejiendo estrategias de complicidad con otras federaciones, algo habitual en este mundo, para el momento crucial de las votaciones y de la elección de la candidata a organizar los Mundiales de 2029.
Declaraciones a Lugares de Nieve de Conrad Blanch en estas Finales, asesor técnico de la candidatura Andorra 2029:
Juegos Olímpicos de Invierno, un gran ejemplo de desunión
Para finalizar, no quiero dejar de comparar este gran evento de esquí con el triste devenir del proyecto de Olimpiadas en los Pirineos, donde los detractores de salón, la desunión entre los impulsores o la falta de comunicación han conseguido tumbarlo antes de llegar al COI para competir como candidatura. Grandvalira ha mostrado que incluso con una meteorología de mediados de abril en pleno mes de marzo y un invierno con gran escasez de nevadas ha sido posible realizar las pruebas y hacerlo con nota. Sin olvidar a los andorranos que se han hecho suya la competición y han acudido a presenciar todas las pruebas con entusiasmo, a lo que seguro ha puesto su granito de arena tener un esquiador entre los 25 mejores, Joan Verdú.
Joan Verdú con el estadio coreando su nombre. Foto © Agence Zoom