76.119 personas han acudido durante esta temporada a la estación de esquí de Alto Campoo. 3% más que en la campaña 2011/12, donde hubo 73.739 (2.380 usuarios menos).

Según datos de la Consejería de Turismo del Gobierno de Cantabria, durante la última temporada, el número de usuarios que acudieron a la estación de Alto Campoo creció en un 3%. En total, 76.119 personas se subieron al telesilla desde el pasado 5 de diciembre; 2.380 más que en 2012.

Los más madrugadores se encontraron ayer con un panorama radicalmente opuesto al de la semana pasada. Si hace tan sólo siete días, los aledaños de la estación se encontraban sumidos en una espesa ventisca, incompatible con la práctica de los deportes de invierno (lo que impidió su apertura), el último día rezumó actividad desde el primer momento.

 

Los termómetros también se sumaron a la fiesta de despedida. En Brañavieja, los -4 grados del pasado domingo, 28 de abril, se elevaron hasta alcanzar ayer unos suaves 10 grados. Incluso el camino hacia Alto Campoo mostró un aspecto mucho más despejado. La autovía A-67 no presentó ninguna complicación. Sus márgenes –invadidos por gran cantidad de nieve durante la semana pasada, que provocó más de un problema de tráfico– ya habían adoptado trazas primaverales. Apenas unas pinceladas blancas a lo alto recordaban que aún podía practicarse el esquí en Cantabria. La campaña ha sido especialmente larga, superando a otras temporadas de nieve en primavera, como la de 2009, que resistió hasta el 3 de mayo; o la de 2004, que echó el cierre el 25 de abril. La estación encaró el último día de la temporada de esquí al 61% de su capacidad, con 14 de las 23 pistas abiertas al público. Los usuarios pudieron deslizarse por sus 13,46 kilómetros esquiables. El espesor de la nieve, de calidad primavera, osciló entre los 20 y 130 centímetros. Por si fuera poco, la visibilidad fue máxima en todas las cotas y el viento se mantuvo en calma. Las temperaturas en los puntos abiertos oscilaron entre los 4 y los 6 grados, bajo un cielo claro y soleado. El último día de nieve se aprovechó, además, para hacer balance del año. Opiniones entre usuarios y profesionales las hubo para todos los gustos. Algunos, como Gonzalo –que acudió a la estación con su hijo para aprovechar el día de clausura– destacaron los largos meses de apertura. «La temporada ha estado muy bien y muy larga –afirmó–. No nos podemos quejar». En el mismo sentido se expresaba el burgalés Juan Carlos Iglesias –un habitual de la estación–, quien se acercó en solitario a Alto Campoo para exprimir el año blanco. «Esta campaña ha sido bastante mejor que la anterior –dijo–. En esta ocasión, he venido solo porque mis amigos tenían que trabajar».

 

Por su parte, Olga Rodríguez llega a la estación en compañía de uno de sus hijos, que ha decidido estrenarse en la práctica del snowboard. «Aunque la nieve ha llegado más tarde que otros años, hemos aprovechado la temporada hasta el final», declaró. Si bien las condiciones de la nieve han mejorado durante esta campaña 2012/13, con respecto a la anterior –cuyo número de visitas fue el tercero más bajo de los últimos once años (únicamente mejor que las pésimas 2007/08 y 2010/11)–, la estación ha estado lejos de protagonizar un espectacular despegue de visitantes. La razón hay que buscarla, una vez más, en la meteorología. Aunque en la recién clausurada campaña la nieve hizo acto de presencia, el mal tiempo obligó a cerrar la estación, precisamente, cuando mayor número de visitantes se esperaban en Brañavieja. Los negocios de la zona han acusado especialmente esta circunstancia. Uno de los más elocuente es Luis Javier López, ‘Chino’, responsable del Albergue Juvenil Avelino Conde (Sociedad Deportiva Picos de Europa). «Ha habido nieve, pero todos los fines de semana hemos padecido muy mal tiempo –dice–. Habremos disfrutado, en total, de cinco o seis días buenos de esquí. Hoy (por ayer) quizás haya sido el mejor día de toda la temporada».

 

La crisis económica que asuela el país ha sido otro factor importante que, unido a las fuertes y constantes ventiscas, ha causado muchas bajas entre los visitantes esperados en la comarca. Este análisis lo comparten en otros establecimientos, como el hotel de Cantur La Corza Blanca, donde han visto disminuir el número de reservas durante los fines de semana. Algo más lejos, en Riaño, Antonia Castillo se muestra razonablemente satisfecha de la manera en la que la campaña ha influido en su establecimiento, La Casuca. «Aquí siempre hay clientes –admite–. Ha habido bastante gente en el restaurante, aunque la temporada ha empezado tarde». Más optimista es José Piris, quien ha acudido a junto con su esposa María Luisa Pérez y su hijo Pablo para practicar el esquí de travesía. «Cuando llega la primavera preferimos esta modalidad –explica–. La temporada ha sido bastante buena y muy larga, pero lo malo es que se han fastidiado los fines de semana. Pero, como suele decirse: ‘Hay que esquiar aunque haga sol’».

 

Artículo original: el diario montañes.es