Nuevo revés para el proyecto de ampliación del teleférico de La Grave. A finales de 2020, la Société d'Aménagement Touristique de la Grave (SATG) presentó la licencia de obras para construir el tercer tramo de teleférico que debe facilitar el acceso a la cumbre y así desarrollar la actividad de verano. Su objetivo era ponerlo en funcionamiento en 2022.

 

Sin embargo, por ahora no se ha hecho nada. Primero la pandemia y en marzo un informe de la autoridad ambiental del Ministerio de Transición Ecológica francés haciendo una serie de recomendaciones previas a las obras han dejado en standby el proyecto.

 

La instalación actual proporciona acceso desde el pueblo hasta los 3.200 metros del Col des Ruillans, en dos tramos de telehuevo divididos por una parada intermedia en los 2400 metros. El tercer tramo prevé llegar a la Dôme de la Lauze (3.568 m), 350 m más arriba que la llegada del segundo tramo del teleférico.

 

 

 

El veredicto de dos consultoras independientes (Montagne Conseil y Versant sud), que se dio a conocer públicamente el 12 de septiembre, es concluyente: "el proyecto de desarrollo depende de grandes incertidumbres exógenas y se construye económicamente en torno a sesgos e interpretaciones". Ambas firmas piden "una reserva cautelosa".

 

 

En 2020, el gerente del teleférico esperaba un aumento en su facturación del +30% en 2022, ya con la tercera sección del remonte operativa.

 

Con la falta de nieve la temporada pasada, el número de días de esquí vendidos cayó un 25%, de 35.000 en promedio a 25.000, según declaraciones realizadas en el Dauphiné Libéré en abril pasado por David Le Guen, director comercial del teleférico del glaciar de Meije.

 

Con un presupuesto total de más de 17 millones de euros, incluyendo 11 millones para el tercer tramo (y 4 para la modernización de los dos primeros), de los cuales 4 millones de euros procederán del erario público, los efectos del proyecto llevado a cabo por el SATG sobre la economía territorial se consideran "inciertos o incluso arriesgados".