Con Puigmal, Puyvalador y Cambre d’Aze ya cerradas, las estaciones de las Neiges Catalanes han empezado el camino hacia el final de la temporada de esquí 2021-22, que seguirá este fin de semana (27 de marzo) con Porté Puymorens y Formiguères, el 2 y 3 de abril con Font Romeu-Pyrénées 2000 y el 10 de abril Les Angles.

 

 

Es una situación que se repite año tras año para desespero de los esquiadores catalanes que han hecho de la Cerdanya francesa su dominio esquiable y muchos de los cuales cuentan con el forfait de temporada de les Neiges Catalanes.

 

Mientras, en la otra vertiente de la Cerdanya, la española, las estaciones hacen todo lo posible, en esta ocasión también con nieve, para estirar la temporada, al menos, hasta la Semana Santa, aunque sea a mediados de abril, como ocurre en 2022.

 

 

Pero, ¿por qué cierran las estaciones de les Neiges Catalanes aun cuando hay nieve en sus pistas? Se lo preguntamos a Antonio Martín, responsable de prensa y comunicación de Les Neiges Catalanes y director de la Oficina de Turismo de Les Angles.

 

“El calendario que fijamos a principio de temporada todas las estaciones es inamovible. Es un tema de los derechos de explotación. Además, aunque siga habiendo nieve, no tiene demasiado sentido mantener los remontes rodando porque apenas hay esquiadores y a partir de finales de marzo se pierde dinero”, analiza Martin.

 

 

El responsable de turismo de Les Angles confirma que la temporada 2021-22 “será récord de facturación para todas las Neiges y difícil de superar”, lo que atribuye al hecho que “la gente llevaba un año sin esquiar”:

 

 

Antonio Martin también explica que las pistas de las Neiges Catalanes han notado un aumento de esquiadores del otro lado de la frontera y lo atribuye a que “nuestros dominios esquiables no están masificados -exceptuando algunos días muy concretos- y la gente lo prefiere”.