Una aventura en la exótica Georgia: un paraíso para el esquí por descubrir
Tue, 15/03/2022 - 21:59
Os vamos a contar nuestra experiencia de viaje de esquí a una “joya” de lugar poco conocido como destino de nieve. Lejano, pero muy interesante y exótico, atesora unas montañas increíbles y unas gentes encantadoras.
Si bien, este mes de marzo este país está en el foco de la actualidad por estar cerca de la zona de guerra con la guerra de Rusia contra Ucrania. Un conflicto que ha estallado hace unas semanas y que claramente va a dificultar bastante visitas turísticas en los próximos tiempos. Esperemos que sea un paréntesis breve lo que significará la vuelta de la paz a la zona del mar Negro.
Aunque a priori Georgia está bastante lejos, son 3.800 km desde España, es bastante fácil llegar allí. Por ejemplo, desde Barcelona hay un vuelo directo de 4:30h a Kutaisi, la tercera ciudad más poblada de Georgia y una de las ciudades habitadas más antiguas del mundo.
Llegamos a última hora de la tarde y nos dirigimos a Batumi, capital de la región de Adjara, situada en la costa del Mar Negro.
Esa primera noche dormimos en el “Hotel Divan Suites”, y a la mañana siguiente cargamos de nuevo todo el equipaje en los coches y nos dirigimos rápidamente a Goderdzi.
Sin duda, se trata de un viaje agradable ya que el recorrido pasa por pueblos pequeños, hermosas montañas, aunque el camino se vuelve más y más difícil cuanto más cerca de estás de Goderdzi, sobre todo porque no está asfaltado, aun así, los coches 4x4 no tendrán problemas en llegar y se convierte en una excursión off-road.
GODERDZI
Una vez llegamos al hotel Ambassadori Goderdzi alrededor del mediodía, después del correspondiente “check-in”, comimos algo rápido, preparamos todo el equipo y nos dirigimos directamente al telesilla.
La estación de esquí de Goderdzi está situada a una altitud de 1.724 m y su cota más alta se sitúa en los 2.364 m, y, con solo dos remontes puedes encontrar interminables líneas de freeride fuera de las pistas.
Esa noche estuvo nevando durante horas y encontramos buena nieve polvo, estábamos emocionados y la nieve no defraudó. Hicimos un par de bajadas mientras tomábamos fotos y videos y disfrutábamos de las increíbles vistas del valle de Goderdzi.
Después de la puesta de sol, esquiamos hasta la puerta principal del hotel y fue el momento de disfrutar del spa para relajarnos un poco.
Los dos días siguientes los pasamos acompañados de la retrac. El terreno no es muy empinado, pero es muy divertido, ya que la retrac te puede llevar casi a donde quieras y no paramos de hacer bajadas en medio de las casitas, los bosques y algunas áreas abiertas donde se pueden hacer giros rápidos y largos.
Disfrutamos cada segundo... En Goderdzi casi no hay riesgo de avalancha por lo que era como un gran parque de recreo, solo teníamos un punto de encuentro con la retrac, el resto era de libre elección. En esta zona hay muchas pequeñas cabañas de madera que los agricultores utilizan solo durante el verano para trabajar en los campos con el ganado.
Esto crea un paisaje muy bonito y diferente de lo que estamos acostumbrados, pues el panorama está sembrado de pequeñas cabañas cubiertas de nieve.
MESTIA
En la segunda parte del viaje estuvimos en la zona de Mestia. El primer día esquiamos en la estación de Tetnuldi. Aquí ya se respiraba otro ambiente: una estación de esquí de dimensiones mucho mayores, montañas más altas y con pendientes considerables, además había más gente, sin embargo, en ningún momento hicimos colas ni tuvimos que esperar para coger una silla.
Teníamos unas magníficas vistas del monte Tetnuldi (4.858 m), el monte Ushba (4.737 m) y otras montañas del Gran Cáucaso.
Durante todo el viaje Vagabond Adventures se encargó de guiarnos y de toda la logística y fue una de las mejores decisiones que tomamos; conocían el terreno a la perfección ya que habían esquiado por estas montañas toda su vida.
Además, no solo existe un alto riesgo de avalancha en esta zona, sino que es muy fácil perderse en el bosque, así que al ir acompañados de ellos no teníamos que preocuparnos tanto por estas cosas. Pasamos todo el día esquiando fuera pista y disfrutando de la nieve polvo de Georgia.
El último día de esquí fuimos a la estación de esquí de Hatsvali, donde hicimos un par de bajadas por unas pistas planchadas impecables con unas vistas alucinantes de la montaña Ushba, luego nos pusimos las pieles e hicimos un poco de esquí de travesía.
Fue corto pero suficiente para saber que la zona tiene mucho potencial y mil lugares para explorar entre grandes montañas.
FÁCIL, NO ES CARO Y MUY DIVERTIDO
En conclusión, fue un viaje increíble a un país que es como una joya escondida y sabemos que volveremos el próximo año. Queremos conocer más sobre el país y disfrutar de todo lo que tiene por ofrecer; mucha nieve, comida deliciosa, gente encantadora, paisajes asombrosos, terreno aventurero y cultura fascinante.
Créditos:
Media: Apper Studio / Santi AvilaRedacción y producción: Apper Studio