Marcos Durá Cano natural de Benaguasil en Valencia, tenía 31 años y había acudido a la estación de esquí de Formigal para disfrutar de las vacaciones junto a unos amigos. Desapareció la madrugada del sábado al domingo.

 

 

Fue visto por última vez en un bar de copas. Uno de sus compañeros avisó después de que pasaran varias horas y no supieran nada de él. El informe forense señala que no existen signos externos de violencia. Aunque inicialmente la Guardia Civil barajó distintas hipótesis, tras encontrarlo muerto sin signos externos de violencia, cobró fuerza la idea del accidente.

 

El dispositivo de búsqueda dio con el cuerpo bajo la nieve días después, en la zona donde se encontraba el bar en el que lo vieron por última vez. La investigación concluye que, a causa de la nieve, el viento y la escasa visibilidad, se desorientó y terminó yendo por otra ruta alejándose del hotel donde se hospedaban. Era una noche gélida y con una fuerte tormenta de nieve. Desde días antes había habido intensas nevadas en la zona.

 

El cuerpo fue encontrado por un agente, que dirigía un grupo de voluntarios en las tareas de búsqueda. Ese mismo miércoles la Benemérita había reanudado en las inmediaciones del núcleo urbano de Formigal con la ayuda de perros especializados en búsqueda de personas.