Si Andorra tiene temporada de esquí, certeza sobre la que hay ninguna duda en estos momentos, necesitará de la mano de obra de temporeros. Tradicionalmente, estos llegan mayoritariamente de países sudamericanos, principalmente Argentina, y se espera que así siga siendo este invierno.

 

Aunque no hay nada por escrito todavía, se da por descontado que los países permitirán la libre circulación de trabajadores a pesar de las medidas restrictivas de coronavirus.

 

Sin embargo, no todo será igual que en los años anteriores. Andorra no quiere que se repitan los problemas para repatriar a dichos trabajadores en caso que sea necesario -como ocurrió cuando el pasado marzo estalló la crisis de la Covid-19-. Por ello, los temporeros extracomunitarios que quieran ir a trabajar a las estaciones andorranas deberán ser contratados en origen y con billete cerrado de ida y vuelta a sus países.

 

En declaraciones al Diari d’Andorra, el presidente de la Asociación Argentina de Instructores de Esquí y Snowboard, Martín Bacer, dice que “solo el 10 o el 15% de los argentinos que vinieron en otras temporadas volverán este año, ya que tan solo aquellos que tienen asegurado el puesto de trabajo y un contrato firmado de origen podrán irse del país”.

 

Las estaciones de esquí del Principado ya han empezado a captar a aquellos empleados que creen necesarios para pactar el inicio de la campana de nieve, dando prioridad a trabajadores especializados y con experiencia en sus puestos, que ya hayan ido en temporadas anteriores.

 

Desde Ski Andorra informaron que ya han realizado el primer contacto con el departamento de Inmigración para empezar a gestionar cómo se desarrollarán las cuotas de temporeros y todo lo que hace referencia a los trámites de cara a la temporada de invierno.

 

Otra posibilidad que se abre en la situación actual para asegurar el personal necesario y evitar el riesgo de que se queden bloqueados en Andorra, es firmar acuerdos con regiones cercanas de habla catalana. L’Altaveu informa que “se quisiera fomentar el empleo temporal de personas desempleadas en el sur de Francia o en Cataluña, Valencia o las Islas Baleares, por poner cuatro ejemplos”.

 

 

La propuesta que se haría es que el período durante el cual estén trabajando en Andorra, les sirva para interrumpir la prestación del paro que eventualmente estén cobrando a sus lugares de origen y que al regresar del Principado puedan volver a activar sin dilación ni dificultades dicha prestación.

 

Al margen de los temporeros, otra cuestión que preocupa a las estaciones de esquí es hallar fórmulas para reforzar Andorra como destino atractivo no solo para el turismo de proximidad sino también para grupos internacionales. De ahí los esfuerzos en materia de seguridad y la propuesta de Ski Andorra de hacer pruebas para asegurar que el turista está limpio de Covidien cuando entre al país.

 

Los mercados de Rusia y el Reino Unido son dos de los principales para el esquí andorrano, pero ante la crisis del coronavirus son dos de los países que más se han cerrado en sí mismos. De ahí que se vea muy complicado que se permita a sus ciudadanos viajar a según qué destinos.