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Con las altas temperaturas y los días más largos se abre un nuevo abanico de posibilidades para los esquiadores. ¿Quieres saber porqué desde ahora y hasta más allá de Semana hay que ir a esquiar y los consejos para aprovechar tu esquiada?

 

Primera razón: Las temperaturas son agradables. Se acabó llevar 30 capas de ropa para no pasar frío. O quedarse helado mientras esperas a tus compañeros en la pista

 

Primer consejo: Equipo adecuado. A primera hora de la mañana todavía puede hacer bastante rasca, por lo que conviene ir equipado con una capa exterior impermeable, pero quizás ha llegado el momento de dejar la segunda capa (forro polar) en el coche sólo por si acaso. A medida que se levante el día la temperatura subirá rápidamente y “nos sobrará todo”.

 

En ningún caso conviene quedarse en “mangas de camisa” o en manga corta. No es lo mismo bajar que subir, y no es bueno que el cuerpo se enfríe en los telesillas y telesquís. Tampoco conviene esquiar o practicar snowboard sin guantes, los cantos de los esquís y tablas son afilados y nos pueden ocasionar algún corte en una caída fortuita. Además, la nieve sigue estando helada.

 

 

Segunda razón: Nieve para todos. La nieve tiene una calidad excelente y durante el día hay condiciones para todos los gustos y niveles, (olvídate de las placas de hielo en las zonas de las pistas que están a la sombra).

 

Segundo consejo: Elige la mejor hora y material para esquiar. A pesar de que las pistas de esquí suelen amanecer con una fina de capa de hielo que puede resultar algo resbaladiza, las máquinas pisanieves y los cañones de las estaciones de esquí garantizan un comienzo de jornada excelente.

 

Si los rayos de sol aprietan con fuerza y la nieve comienza a reblandecerse pronto, te recomendamos buscar las pistas de esquí con orientación al sur ya que son las que mantienen con mejor calidad el estado de la nieve.

 

Poco a poco la nieve se irá transformando. Primero será “crema” y luego “papa” (sopa), momento ideal para los que quieren probar por primera vez el snowboard o aprender. Nieve blanda que desliza lento.

 

La polivalencia de los esquís es lo que manda cuando toca esquiar en primavera. Si tienes unos esquís algo más anchos o con rocker, úsalos, ya que con nieve primavera irás mucho mejor. Busca un buen esquí polivalente que te dé un buen agarre a primera hora y después, cuando la nieve se transforma, ese rocker o mm de más en el patín te darán mucha comodidad.

 

Tercera razón: Hay mucha menos gente y no se forman colas en los remontes ni aglomeraciones de esquiadores en pistas, con lo cual es uno de los mejores momentos para aprender.

 

Tercer consejo: Busca la mejor oferta y conoce estaciones nuevas. Todas las estaciones, sin excepción, tienen precios y promociones especiales difíciles de encontrar durante el resto de la temporada. Es el momento de ir a esquiar a aquellas estaciones que no te atreves por miedo a hacer colas en los accesos, aparcar lejos de las pistas o encontrar mucha gente bajando por las pistas. A partir de las 14h, puede que incluso puedas tener la sensación de que la estación es “toda para ti y nadie más”.

 

 

Cuarta razón: Los días son más largos y soleados y se puede sacar más provecho a la jornada de esquí. Muchas estaciones incluso avanzan el horario de apertura. Más horas de esquí es sinónimo de más diversión.

 

Cuarto consejo: Esquiar temprano. Debido a la rápida transformación de la nieve, a primera hora será el mejor momento para los amantes del carving. Con las pistas recién fresadas y por poco que haya helado durante la noche, merece la pena madrugar y llegar pronto a pistas para aprovechar las dos primeras horas del día. Algunas estaciones incluso aplican un nuevo horario y abren a las 8 de la mañana y cierran antes.

 

 

Quinta razón: Los demás van a la playa y tú aún esquías. Si esquías hasta primavera habrás aprovechado toda la temporada.

 

Quinto consejo: Hidrátate y protégete los ojos y la piel. Esquiar y sol es sinónimo de moreno, pero hay que prestar especial atención a la protección de los ojos y evitar quemaduras en la piel. La incidencia de rayos UV es ahora más perpendicular que no en diciembre o enero. Además, el día gana horas de sol y nuestros ojos están más expuestos que en el resto de las estaciones del año.

 

En la alta montaña además hay que añadir el reflejo del sol sobre la nieve y por lo tanto, mientras haya nieve, debemos proteger los ojos con gafas de protección número 4 y la parte de la piel que queda expuesta (principalmente la cara) con protección 50.

 

Tampoco hay que olvidar ir bebiendo líquido cada cierto tiempo, el calor y la actividad nos deshidratan más que en otras épocas de la temporada y corremos el riesgo de lesionarnos o que nos venga una “pájara”.