Una supervivencia tan larga ocurre solo una vez cada 20 años en los Alpes y le ocurrió el día de Navidad a un esquiador austriaco que quedó sepultado durante 5 horas bajo la nieve después de una avalancha.

 

 

Ese mismo martes por la mañana se dio la alarma que una gran avalancha había azotado a un destino de esquí en Salzburgo y un amigo del esquiador, viendo que no regresaba y que no contestaba a su teléfono móvil, contactó a los servicios de emergencia.

 

 

Se desplegó un equipo de rescate con 20 efectivos de Gröbming, junto con perros especializados para búsqueda, profesionales del centro, empleados de los teleféricos Galsterbergalm, guardas de montaña y policías alpinos.

 

 

Al momento del rescate sufría una hipotermia severa, pero por suerte físicamente se encontraba ileso. “Es imposible que puedas moverte bajo una capa de nieve como esta”, dijo Stefan Schröck, del servicio de rescate de montaña de Estiria, a la emisora ​​pública austríaca ORF.  Según Schröck, "el hombre tuvo mucha suerte de tener un espacio con aire lo suficientemente grande debajo de la capa que lo cubría, por lo que tuvo oxígeno y podía respirar”.

 

El hombre fue llevado a la estación de esquí más cercana y luego trasladado al hospital de Schladming, donde se está recuperando.

 

El caso ha llamado la atención de los expertos, quienes dan como tiempo de supervivencia promedio a una avalancha solamente 15 minutos, antes de que se acabe el oxígeno.

 

Varias avalanchas han ocurrido en los Alpes en los últimos días después de fuertes nevadas. En Austria, la estación de esquí de Ankogel experimentó tres avalanchas en una misma mañana.