Caviahue, esquiar entre araucarias

Observando Caviahue y el lago (Foto: Ivan Sanz).

Fri, 20/07/2018 - 11:30
Enmarcada por un volcán, un lago y un bosque de araucarias, Caviahue es una estación de una belleza singular pero todavía poco conocida.

Caviahue es un rincón del mundo, pero un rincón paradisíaco al que no se llega si no es por recomendación o porque el boca-oreja ha funcionado. 

En mi caso visitar esta estación de esquí fue toda una paradoja, porque, en realidad, en mi tour por las estaciones de esquí argentinas, ideado y planteado un año antes, ni siquiera la había contemplado. Pero la visité y fue todo un acierto.


Esquiando por Caviahue con el lago como paisaje de fondo (Foto: Ivan Sanz).

Un lago, un volcán y un bosque de araucarias y, en el centro de todo eso, una estación de esquí: así es como se podría definir muy brevemente la estación de Caviahue. Este resort de esquí, relativamente nuevo y todavía relativamente poco conocido de los Andes patagónicos argentinos, es un destino singular, único, y esta no es una afirmación de recurso fácil. No hay destinos de nieve que se puedan comparar. La visité en septiembre de 2017 y quedé impresionado por su singularidad en cuanto a paisajes, pero también por su aislamiento y por el hecho de que es tan poco conocida que para mí resultó un auténtico descubrimiento.

No es fácil que, por casualidad, alguien llegue a Caviahue. Imposible llegar si no es porque tienes claro que quieres ir, y que además estás dispuesto a superar todos los problemas. Esta estación como destino de esquí difícilmente la encontraréis en ninguna agencia de viajes. Todavía demasiado joven y -por suerte o por desgracia- demasiado aislada.


Base de la estación. Al fondo, el bosque de araucarias de Caviahue (Foto: Ivan Sanz).

¿Porque Caviahue?

Fue por la circunstancia de que me sobraban 3 días de visita en mi tour lo que me hizo despertar, en el rincón más profundo de mi conciencia, que había una estación de esquí poco conocida y de nombre difícil de recordar, en la que trabajaban dos conocidos. Fueron Gerard Escoda, responsable escuela de esquí Grau Roig-Pas de la casa, y Sadur Sadurní, conductor de pisanieves, quienes unas pocas semanas antes me habían comentado que hacían doble temporada. Me dieron el nombre del lugar, sí, pero el nombre no formaba parte del listado de estaciones referentes de los Andes. Así que, un poco a última hora, decidí dedicar estos 3 días sobrantes a visitar Caviahue. Y fue todo un acierto.


Hotel pie de pistas en Caviahue. La estación cuenta con una buena infraestructura hotelera que está creciendo (Foto: Ivan Sanz).

Llegar a Caviahue por la Argentina profunda

Como explicaba antes a Caviahue no se llega ni por casualidad. La opción menos difícil es hacerlo por vía aérea desde Buenos Aires hasta el aeropuerto de Neuquén, capital de la provincia del mismo nombre, y ciudad de 200.000 habitantes en la que, no nos engañemos, no hay demasiadas cosas por hacer o visitar.

Desde Neuquén existe la posibilidad de llegar a la estación de esquí combinando varias líneas de bus. Pero buscar alguna compañía que haga la línea, no ya hasta Caviahue, sino hasta alguna población más o menos importante cerca de la estación, no es tarea fácil.

En esta parte del país, en la que todavía puede haber algunos tramos de carretera sin pavimentar, sobre todo en las zonas de montaña, las empresas de transporte suelen cambiar de concesión de línea de un invierno por otra, ya que son líneas deficitarias, por poco solicitadas, las cuales transitan por carreteras desiertas de personas y vehículos. Y la desinformación, incluso en las mismas terminales, es norma habitual, así que las conexiones de buses y líneas no siempre funcionan como sería recomendable.


Llegando a Caviahue con una nevada que se va intensificando (Foto: Ivan Sanz).

Horas perdidas entre terminales

Las horas perdidas entre terminal y terminal se pueden hacer largas y pesadas. Y eso es lo que me pasó en la ciudad de Zapala, 30.000 habitantes, una ciudad a medio camino entre Neuquén y Caviahue en la que perdí muchas horas para conectar una línea con otra. Cinco horas sin nada que hacer, ya que en esta población no hay absolutamente nada interesante para visitar. Nada significa nada, más allá de un bullicioso pero pequeño bar en la terminal de buses y un par de restaurantes bastante buenos y con wi-fi, esto último muy importante, en el centro de la ciudad.

Finalmente, ya avanzada la noche y con la espalda destartalada de tantos kilómetros, llegué a Caviahue, bajo una nevada intensa. Por suerte, a la llegada a la terminal de Caviahue, (entiéndase por terminal una parada de bus señalizada por un letrero vertical en medio de la calle que apenas se veía por la nevada intensa), una pasajera del bus me localizó un amigo para que me pudiera llevar en 4x4 hasta el hotel. !Qué placer entrar en el hotel después de un viaje interminable!

Bien, una vez explicada la aventura de llegar a Caviahue, que creo que tenía que narrar para dejar constancia de su aislamiento, llega el momento de ir al grano y explicaros como es esta estación.


Levantarse de buena mañana con esta nevada no tiene precio (Foto: Ivan Sanz).

Así es Caviahue

Levantarse el primer día de tu visita con una mañana de sol radiante y con todo el paisaje de blanco inmaculado y ver las araucarias con un manto de nieve en las ramas me hizo sentir todavía más privilegiado. Porque la araucaria autóctona de los Andes (Araucaria araucana) no es muy común de ver en toda la cordillera.

Caviahue es un pueblo nuevo, fundado en 1986, en un territorio de clima frío y ventoso que muchos años antes se disputaban las etnias indígenas peuenques y mapuches. El pueblo ha nacido a remolque de las termas de Copahue y la promoción ha venido por parte del gobierno provincial de Neuquén. Y todo ello con el objetivo de establecer población en la zona y convertirlo en una zona turística. ¿Los reclamos? El lago, el volcán, las termas y, ahora también, la estación de esquí.

Caviahue ha ido creciendo poco a poco en el ámbito de la urbanización con algunos hoteles, cabañas y apartamentos, pero todavía queda bastante trabajo por hacer. Todo ello ha hecho de este rincón aislado de los Andes patagónicos una singularidad en todos los ámbitos, desde sus habitantes hasta sus trabajadores y visitantes. Como dato curioso cabe señalar que en Caviahue reside los meses de invierno austral una colonia de andorranos y catalanes bastante importante que hacen la doble temporada en la estación de esquí.


Foto del bosque de araucarias que rodea Caviahue (Foto: Ivan Sanz).

Un pie de pistas que no hace justicia a la estación

La estación se ubica en las faldas de la ladera sureste del volcán Copahue (2.997 m). Los 29 kilómetros de pistas se encuentran entre las cotas 1.650 y los 2.050. Las pistas altas están descubiertas de vegetación mientras las bajas tienen el atractivo de atravesar bosques de araucarias milenarias (Araucaria araucana) y todos los trazados están orientados hacia el lago.

La primera vez que se pisa la base de la estación, desde el punto de vista de un esquiador, resulta un poco decepcionante. En la cota baja hay una zona de debutantes con cinta transportadora, un telesquí y dos telesillas biplaza, viejos y lentos. Por cierto, cuando llegué la nevada había dejado enterrada la cinta y los operarios se afanaban en dejarlo todo a punto.

En cambio, en la parte alta, a la cual se accede con uno de los telesillas antes mencionados, se llega a un escenario de nieve majestuoso. En la falda del volcán encontramos las mejores pistas. Son pistas anchas, largas, con buena nieve -en el momento de mi visita-, accesibles con un telesilla de 4 plazas y con dos edificaciones de restauración.

Cerca de este sector alto de la estación también se localiza el acceso al telesilla del "Agrio", un remonte aislado que remontaba por las pendientes del volcán y que fue cerrado hace dos temporadas, después de que la zona entrara en erupción. Desde entonces las pistas a las que daba acceso este telesquí han dejado de ser esquiables.


La nevada de la madrugada había dejada enterrada la cinta bajo medio metro de nieve (Foto: Ivan Sanz).

Una estación de gestión andorrana

Una de las peculiaridades de Caviahue es que su gestión está en manos de andorranos. Jaume Ros preside y administra la sociedad que gestiona este resort de esquí. La escuela de esquí y otros servicios de la estación también son gestionados por la misma sociedad, que cuenta con profesionales catalanes y andorranos al frente de diferentes departamentos. En ese sentido y como curiosidad, los cañones de nieve de baja presión que hay repartidos por la estación de esquí, habían sido instalados años antes en el Pas de la Casa.
 

Esquiando por Caviahue con vistas al lago (Foto: Ivan Sanz).

Aprés-ski en Caviahue

Entre las actividades après-ski en la estación destacan las excursiones en moto de nieve, por parajes impresionantes, pero también son muy recomendables las salidas a las termas de Copahue con pisanieves adaptada. Otra actividad interesante que hacer en la zona, aunque no se puede considerar como après-ski, es el Skimo por las faldas del volcán. Pero ojo, que a menudo emite vapores y cenizas.

Tres imprescindibles y una curiosidad de Caviahue

De Caviahue hay tres cuestiones que considero imprescindibles si se decide visitar esta estación.

La primera: muy recomendable visitar el lago a la hora de la salida o puesta del sol. Se pueden captar unas imágenes espectaculares y únicas, especialmente singulares para los aficionados a Instagram.

La segunda: no dejar de visitar las termas de Copahue, de acceso con pisanieves adaptada en temporada de invierno. Es una experiencia que vale la pena hacerla con guía, ya que de camino a la zona había habido una base de operaciones y experimentación para los científicos argentinos destinados a la Antártida.

Y finalmente, cuando estéis cansados de esquiar por la pista del Puma, la que desciende en paralelo a la "aerosilla" 4 plazas, a mi criterio la mejor de Caviahue, uno de los máximos placeres es permitirse un "kit-kat" de choripan en la terraza del T-bar, punto de reunión de los esquiadores locales. ¡Un auténtico placer!


Observando Caviahue y el lago (Foto: Ivan Sanz).

Antes de terminar y a modo de curiosidad, mencionar el bar Manolo's Pizza Pasta del centro de Caviahue, conocido popularmente como la embajada andorrana, donde cada tarde y tarde la colonia de catalanes y andorranos se dejan caer para tomar una cerveza o por comer una pizza o un plato de pasta.

Pues nada, ya sabéis. En Caviahue no esperéis encontrar un centro de esquí de primer nivel, porque no lo es, pero sí encontraréis un destino especial, singular y auténtico, ideal para los que quieren vivir experiencias diferentes y nada convencionales atravesando la argentina más profunda .

¿Os animáis?

Otros enlaces de interés:

Enlace oficial web de la estación: www.caviahue.com
Entrevista con Jaume Ros, director de la estación de Caviahue (en preparación).
Álbum de fotos de nuestra visita a Caviahue en este enlace.

De mi visita a Caviahue, quiero dar las gracias a Gerard Escoda, Josep Maria Pantebre y Jaume Ros por sus facilidades en la visita, alojamiento y acceso a las excursiones en moto de nieve y pisanieves (Guillem Sadurní), de las que hablaré en un artículo aparte en los próximos días.


Sector de pistas de la cota alta de Caviahue, más conocido como sector aerosilla cuadruple (Foto: Ivan Sanz).

 

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