En noviembre de 2011, se truncaron las esperanzas del municipio de Bagà de convertir la pequeña estación de Coll de Pal en una puerta de entrada más a La Molina y al dominio conjunto de Alp 2500, la culpa la tuvo la crisis económica... La Generalitat paralizó los trabajos cuando ya estaban montados más de una tercera parte de las pilonas, y las estaciones de salida y el retorno terminadas, el resto de obra quedaba pendiente de finalizar. Debido a esta contrariedad el sector de Coll de Pal se quedaba a medias.

 

Fue en 2009 cuando La Molina desmontaba el viejo telesilla de Cap de Comella instalado en 1986. La intención era modernizar el remonte y trasladarlo hasta una nueva zona que permitiera acceder a cualquier tipo de esquiador, sea cual sea su nivel de esquí, hasta las pistas de la pequeña estación de Coll de Pal, en el municipio de Bagà, y gestionada desde hace 10 años por la estación de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya.

 

 

Actualmente para acceder a esta zona es necesario tomar el telesquí de 7 fonts y bajar por la pista roja Comabella, una pista no apta para todos los públicos, lo que dificulta la llegada de los esquiadores hasta el sector de Coll de Pal, donde se encuentra un edificio construido recientemente un telesquí y una cinta para debutantes.

 

En el año 2011 comenzó el traslado y montaje del telesilla de pinza fija de Cap de Comella hasta su nuevo emplazamiento situado cercano al lago para nieve artificial situado en la pista "Volta Muntanya Sagrada". En su momento la obra estaba presupuestada en 2,3 millones de euros, y ya se había ejecutado más de la mitad. Se habían empezado los trabajos de montaje de las pilonas, se construyeron las estaciones de salida y llegada, se llegó a instalar la estación motriz, además FGC había adquirido todo el material necesario para la puesta a punto de la silla al fabricante de la silla Doppelmayr, entonces llegó la orden de parar las obras por falta de presupuesto, era noviembre de 2011 y la Generalitat se encontraba en pleno proceso de recortes a todo tipo de servicios básicos, no era momento para nuevos remontes....

Ahora, seis años después, sale de nuevo a concurso la licitación para terminar las obras. Según el anuncio oficial de licitación, publicado el 21 de julio de 2017, el presupuesto de ejecución para terminar el telesilla es de 1.061.000 €, el plazo para recibir ofertas finaliza el 15 de septiembre de este año y una vez adjudicada la obra su plazo de ejecución es de 8 meses, lo que supone pensar que el telesilla estará operativo para la temporada 2018-19. 

 

 

 

Terminar el telesilla Coll de Pal es uno de los objetivos que propone el PDU Molina-Masella, cuya redacción debería queda terminada dentro de este año, lo que permitirá consolidar el acceso desde Bagà y Coll de Pal a las pistas de La Molina y del dominio conjunto Alp 2500. El plan quiere fomentar la llegada de esquiadores desde Bagà y extender la influencia, a nivel económico y social, de la estación ceretana en el Alt Berguedà. Para ello será necesario mejorar las condiciones de la carretera de acceso desde Bagà, otro de los caballos de batalla pendientes.

 

Una vez quede terminada la construcción de dicho telesilla, el desarrollo de la zona todavía estará pendiente de la construcción de una balsa de agua para el abastecimiento a la red de cañones de nieve de las pistas Comabella, San Jordi y la cinta de debutantes, un aparcamiento con capacidad para 150 vehículos y un edificio de servicios ya terminado en la estructura exterior. 

 

La pequeña estación de Coll de Pal, se puso en marcha en 1980, es propiedad del Ayuntamiento de Bagà y fue gestionada por el Club Esquí Coll de Pal hasta que en 2005 la estación pasó a ser gestionada por La Molina.

 

 

 

 

La carretera BV-4024 de Bagà a la estación de Coll de Pal es otro de los caballos de batalla, principalmente en años de nevadas, tiene una intensidad media diaria de 77 coches de lunes a viernes, cifra que los sábados llega a los 229 y los domingos a 273. Si se instala el nuevo telesilla, se crea el parking y se dota de servicios al edificio de Coll de Pal, los coches que accederán a La Molina desde Coll de Pal se multiplicarán, sólo hay que pensar en el ahorro de los casi 12 euros del túnel del Cadí...

 

El coste de mantenimiento del vial es de 339.000 euros anuales, que paga la Diputación de Barcelona, administración a quien pertenece la vía. Los inviernos que nieva mucho, esta carretera es una de las que salen habitualmente en los resúmenes de incidencias por nieve del Servei Català de Trànsit, ya que no se puede circular porque se cierra por razones de seguridad. La apertura de la vía todo el año es una reivindicación histórica de los dirigentes del Ayuntamiento de Bagà que estos últimos tiempos han vuelto a plantear al ente provincial.