Rescatan 130 personas atrapadas en un telecabina de los Alpes en Nochebuena
Telecabina Plan de Maison en Cervinia. Monte Cervino/Matterhorn. Foto: dovesciare.it
Sun, 25/12/2016 - 11:26
Rescatan durante el día de Nochebuena a 130 personas atrapadas en un telecabina en la estación italiana de Cervinia. La diligencia de los servicios de rescate (unas 150 personas) permitieron poner a todos a salvo en 6 angustiosas horas pero a tiempo para celebrar tan señalada fecha
Ayer, 24 de diciembre, uno de los días más señalados del año, quedaban atrapadas 130 personas en un telecabina de Cervinia, en el Valle de Aosta, al pie de una de de las montañas alpinas más representativas de los Alpes que comparten Italia y Suiza.
El fuerte viento que empezó a soplar en el lado italiano detuvo en seco 20 góndolas en una zona situada entre el Plan de Maison (2.550 metros de altitud) y la Cime Bianche Laghi (2.800 metros). A primera hora de la tarde del día de nochebuena y 130 personas, entre ellas varios niños, quedaban atrapadas en las telecabinas.
Rápidamente, desde la estación, se iniciaba un delicada y peligrosa operación de rescate que comenzaba alrededor de las 17.00 hora local. La angustia era máxima tanto en los atrapados como en los rescatadores. Los Cuerpos Alpinos y la Guardia de Finanzas italiana entraban en acción y, trepando por las pilonas y colgándose en los cables, conseguían acceder a las cabinas y proceder a la arriesgada evacuación.
Una por una, durante seis horas que se hicieron eternas y mientras el aire estuvo soplando con fuerza, los equipos de rescate fueron bajando a los ocupantes de las 20 cabinas, entre los que se encontraban varios niños, desde una altura de unos 10 metros gracias a los arneses que les fueron colocados.
Los casi 130 atrapados fueron evacuados de acuerdo con los protocolos establecidos en estos casos que los rescatadores (un operativo de unas 150 personas entre miembros del Cuerpo de Rescate en Montaña, personal médico y patrullas de esquí de la estación) cumplieron estrictamente y que, como en un cuento real de Navidad, permitió a todos, atrapados y socorristas, respirar tranquilos y a salvo, sentándose en la mesa para cenar en la que, para muchos, es la noche más especial y familiar del año.