Magic Mountain, la pequeña estación de Vermont que quiere volver al pasado
Magic Mountain, la pequeña estación de Vermont que quiere volver al pasado
Mon, 22/08/2016 - 21:47
Magic Mountain quiere volver al pasado. La pequeña estación del estado de Vermont (USA) vivió tiempos mejores cuando 50 años atrás abrió por primera vez sus pistas y que los años sumieron en una crisis. Ahora, los que serán sus nuevos propietarios quieren que vuelvan a ser como entonces
Magic Mountain es una pequeña estación de esquí situada en Vermont, al nordeste de los Estados Unidos y fronterizo con el Canadá, muy cerca de la pequeña ciudad de Londonderry, en el condado de Windham.
Este centro invernal de unos 190 acres (cerca de 80 ha) y 43 pistas, estaba en manos de la empresa Magic Mountain Management (MMM) que a través de varios grupos externos se encargaba de dirigir cada temporada los designios de la estación. Sin embargo, hace unos meses se iniciaban las conversaciones con Ski Magic LLC, una sociedad limitada formada por diversos inversores, incluidos algunos propietarios de viviendas de los alrededores, comprometida con la modernización de sus infraestructuras.
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Lo cierto es que en los últimos años, Magic Mountain estaba perdiendo buena parte de su encanto que los hasta ahora responsables no eran capaces de revertir. Los nuevos responsables Ski Magic, en boca de su presidente Geoffrey Hatheway, pretenden devolver a la época dorada que la encantadora estación de esquí de Vermont sin duda vivió en otros tiempos realizando las inversiones necesarias en infraestructuras y servicios, lejos de las especulaciones de compañías que nada tenían que ver con los deportes de invierno.
Magic Mountain fue fundada por el profesor de esquí suizo Hans Thorner en 1960 y formó parte del "Triángulo de Oro" del esquí de esa época en Nueva Inglaterra junto a las estaciones de Stratton y Bromley
La compra está prevista para finales de verano o principios de otoño y sus nuevos propietarios se muestran ansiosos por "retroceder" en el tiempo y dotar de nuevo al pequeño resort de la magia al que debe su nombre devolviendo ese aire vintage que tenía cuando, en 1960, abría por primera vez sus pistas a los esquiadores aunque con algunas concesiones a los tiempos que corren, como modernos remontes mecánicos y un buen sistema de fabricación de nieve que alargue los días de esquí y que deberían estar a punto para la próxima temporada 2016/17.