Los rusos, como no, baten un año más el récord Guinness de descenso en bañador
Descenso en bañador en la BoogelWoogel de Roza Jutor en Rusia
Mon, 11/04/2016 - 19:16
Como si de un desfile de moda de ropa de baño de avance de temporada de verano, la estación de esquí rusa de Roza Jútor, situada en la Krásnaya Poliana, más conocida como Sochi (Rusia) ha congregado a más de 1000 esquiadores y snowboards para batir el récord Guinness de descenso en bañador
Que hay mucho ruso en Rusia es algo por todos conocido, pero por si alguien no se había enterado, este es un buen momento para recordarlo. Resulta que cada año, desde que ya no se envía a nadie a Siberia, en aquel país celebran en las pistas cosas tan capitalistas como la llegada de la primavera. Ver para creer.
Y yo no sé si porque están muy acostumbrados al frío por aquellas tierras o porque el vodka, dicen, todo lo calienta, el caso es que lo hacen casi en paños menores con el que es posiblemente, el descenso en bañador más multitudinario que se pueda ver, tal como confirman desde mismísimo récord Guinness.
Este fin de semana, en la estación rusa de Rosa Khutor, a unos 90km al este de Sochi, en la Krásnaya Poliana, es decir, en la Rusia del Cáucaso occidental, un tanto lejos, eso sí, de las famosas estepas, se ha batido un año más el récord de esquiadores y snowboards que han desafiado el frío y en bikini o bañador bajando las pistas de la estación rusa, la de esquí, claro, no la espacial, que eso ya sería la bomba.
La culpa esta vez no será de los americanos, que también a la hora de celebrarla no se quedan mancos y seguro que intentarán la réplica, sino de un festival al que temporada tras temporada desde que se abrió la mano en el ex-país soviético, acuden tropecientosmil parroquianos: el BoogelWoogel.
La cosa está en que como en el mes de febrero por allí te puedes quedar "pajarito", han decidido retrasar hasta la primavera el Carnaval y allí celebran ahora el BoogelWoogel, un festival paralelo al que se apunta todo aquél que es alguien en el mundo de la nieve ruso, y claro, flipas de todos los que se juntan allá con la que acumulan después del invierno y con todos los que son por allí.
El BoogelWoogel en cifras
Durante tres días, el BoogelWoogel reune a más de 10.000 personas en un conglomerado de música, disfraces, fiesta, cachondeo y mucha marcha. Decir que algunos, fuera de lo que es el descenso ligeritos de ropa para el Guiness, también aprovechan para esquiar. Los menos, claro. Señalar que todo este desmadre no acaba en ídem; la organización, que nosotros sepamos, no ha contratado a ningún ex-miembro del KGB y que en general han reinado la alegría, la paz y la armonía durante todo el fin de semana.
El complejo invernal de Rosa Khutor, con una docena de buenos hoteles de los de Luxe -quién te ha visto y quién te ve, querida Rusia, que ya no la reconoce ni el mismísimo Fiódor Dostoyevski, ay!, si levantara la cabeza...- y 77 buenos kilómetros de pistas en las que más de 1000 participantes que el sábado 9 han batido el récord de marras que estaba establecido en 550 "prendas" del ala hasta la fecha. A falta de las cifras oficiales, claro.
Al Festival han acudido más de 10.000 personas de las que más de mil participaban para batir el Gunness de descenso en bañador y bikini
Pero es que no hay uno, sino dos Guinness a batir, que otro, igualmente estrafalario y no menos divertido, ha establecido el primer récord de una banda de música en pistas con nada menos que con 50 instrumentos dando la tabarra todos a la vez. Una locura, vamos. Que cómo se les habrá quedado el cuerpo después de tanto fiestorro y mengua de las reservas de vodka del país, pues aunque no lo sabemos, nos lo podemos imaginar.
Un poco de historia
Los organizadores del BoogelWoogel pusieron la vista en el Grelka Fest, un festival que se celebraba en Sheregesh, que si me lo preguntáis os diré que esta estación si que está en Siberia, y se dieron cuenta que entre lo helado y lo lejos que estaba no impedía que el personal la liara cada año y decidieron, con muy buen criterio, traerlo un poco más cerca y añadirle diversión y desenfreno al estilo de los Carnavales de Río pero en vez de en la playa, en una estación de esquí. Y vaya si ha tenido éxito.
Fotos y vídeo cortesía del Festival BoogelWoogel de Rosa Khutor