El objetivo de la candidatura rumana, Brasov, es aumentar la visibilidad de Rumania en todo el mundo, mejorar su capacidad para organizar eventos de gran escala y desarrollar los deportes de invierno para sus ciudadanos. Brasov busca además, educar a los jóvenes en el espíritu olímpico y aumentar la conciencia sobre la necesidad de un desarrollo sostenible.

 

Por otro lado, Lausana apuesta por la creación de un laboratorio para la innovación y las ideas producidas por y para los jóvenes, al tiempo que contribuye al desarrollo del Movimiento Olímpico para las generaciones futuras.

 

El pasado 30 de junio de 2015, el Comité Olímpico Internacional publicó el informe de la Comisión de Evaluación de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno de 2020. En él se destacan no sólo las objetivos y desafíos de ambos proyectos, sino también cómo se han reflejado las exigencias y recomendaciones del COI (Olympic Agenda 2020) en ambas candidaturas.