Cuando baja el sol y tras cerrar las pistas comienza en Cerro Catedral (Bariloche) el trabajo de quienes todas las noches preparan y acondicionan la montaña para la siguiente jornada de esquí. Un equipo de 14 maquinistas especializados llega al cerro para realizar el pisado en los diferentes sectores del centro de esquí, divididos en dos grupos. Un trabajo de riesgo y gran importancia; los empleados se la quitan con algunos mitos y bromas entre ellos.

 

Marcelo Vera -más conocido como “el Pingüi” en toda la montaña- es el Jefe de Maquinistas y Pisado de Pistas. Además de desarrollar tareas en Catedral desde 1984 también presta servicios en otros centros invernales, lo que le permite asegurar que las condiciones en Bariloche son mucho más complejas para el acondicionamiento que en otros sitios. Es el primero en llegar cerca del mediodía y es el encargado de recorrer las pistas para organizar el trabajo que se hará a la noche.

 

 

“Es importante determinar cuáles son las prioridades, porque cosas para hacer hay muchísimas”, destaca. Agrega que “si bien parece un trabajo fácil desde fuera, es un trabajo de mucho esfuerzo mental porque en todo momento es preciso estar atento a la pala, a la nieve o a la fresa”.

 

El primer turno de los “pisanieves” o Ratracks como también se las conoce, es de 17 a 01 horas. Este grupo es el encargado de comenzar siempre con los trabajos. Los días de mayores nevadas se limitan a mantener en perfectas condiciones los accesos para que luego se avance con el pisado. El segundo equipo arranca a la 1 de la madrugada y se extiende hasta alrededor de las 9, según las condiciones. La cantidad de trabajadores es variable en ambos horarios, siempre de acuerdo a los refuerzos necesarios.

 

 

Fuente: 
Web de Cerro Catedral Alta Patagonia (San Carlos de Bariloche, Argentina)