Mark Zuckerberg se queda sin el "capricho" de hacer heliesquí desde su superyate en Noruega

A la izquierda, la comunidad sami con sus renos. A la derecha, el propietario de Meta.
Fri, 25/04/2025 - 14:02
Las comunidades sami rechazan las ofertas millonarias del fundador de Meta, aficionado a los deportes extremos, para practicar heliesquí en territorio sagrado.
Un megayate, una propuesta millonaria y una firme negativa. Las comunidades sami han frenado el intento de Mark Zuckerberg de practicar heliesquí en montañas sagradas del norte de Europa. Lo económico y lo ancestral se enfrentan en este nuevo pulso entre tradición y poder.
El dinero no lo puede todo. Y si no, que se lo digan a Mark Zuckerberg, una de las tres personas más ricas del mundo, apasionado de los deportes extremos... y que se ha quedado sin poder practicar heliesquí en Noruega.

En una región donde los picos nevados conservan tradiciones centenarias, la llegada del megayate Launchpad, vinculado al fundador de Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp), ha desatado un pulso entre el poder económico y la defensa de un territorio indígena. Un episodio que culminó en un rotundo “no” por parte de las comunidades sami a un plan de heliesquí promovido por el propietario de Facebook, Instagram y WhatsApp, entre otras redes.
El 22 de abril de 2025, la publicación LuxuryLaunches informó que el Launchpad, un yate de casi 119 metros de eslora, había fondeado en Hellmofjorden, en el condado noruego de Nordland, a escasos kilómetros de la frontera con Suecia.

El yate de lujo Launchpad.
Desde esa base flotante, operadores de heliesquí contactaron con varios asentamientos sami situados en la región noroccidental de Västra Götaland, ofreciéndoles decenas de miles de coronas suecas a cambio de permitir descensos en helicóptero por montañas consideradas sagradas.
Los representantes sami, cuya economía y forma de vida giran en torno al pastoreo de renos, rechazaron la oferta de forma categórica. “Nos querían comprar el silencio”, declaró un miembro de uno de los rebaños de Unna Tjerusj Sameby (autoridad legal sobre una determinada zona de pastoreo) al diario Dagens Nyheter.
Mikael Kuhmunen, portavoz de Sirges Samiby, confirmó a la emisora noruega NRK que la propuesta fue sometida a votación en el consejo de ancianos, y que la decisión fue unánime: no habría heliesquí durante la temporada de cría.
La negativa no responde únicamente a la voluntad de preservar la privacidad comunitaria, sino a razones ecológicas y culturales de gran peso.
La primavera coincide con el periodo de parición de los renos, y cualquier perturbación aérea puede resultar letal para las crías recién nacidas. “No es momento para que turistas zumbando en helicópteros alteren la tranquilidad que los renos necesitan para reproducirse”, advirtió Tomas Marsja, líder local y experto en manejo de fauna.
Especialistas medioambientales han coincidido en que el heliesquí supone una amenaza directa para ecosistemas alpinos especialmente frágiles.
El reconocido climatólogo Johan Rockström advirtió que este tipo de actividades “convierten las montañas en un parque de atracciones para los superricos, cuando deberían ser reservas de quietud y biodiversidad”.
Desde el punto de vista legal, las comunidades sami cuentan con reconocimiento especial en Suecia para proteger sus prácticas ancestrales, lo que refuerza su capacidad de veto frente a proyectos externos.

Parque Nacional de Abisko.
La repercusión mediática no se hizo esperar: medios internacionales destacaron la inusual firmeza de un pequeño colectivo frente al poder de uno de los hombres más ricos del planeta.
Meta, la empresa de Mark Zuckerberg, emitió un escueto comunicado en el que afirmó respetar la decisión de las comunidades locales y su derecho a preservar el entorno natural.
Sin embargo, fuentes de la compañía de heliesquí reconocieron bajo condición de anonimato que desconocían la identidad final del cliente, al que solo se referían como una "persona prominente" capaz de asumir los elevados costes logísticos de la operación.