Breezy Johnson ha conseguido la victoria más importante de su carrera este sábado en el descenso del Campeonato del Mundo de Saalbach.

 

La estadounidense, de 29 años, detuvo el crono en 1:41.29, logrando su primer oro en una cita mundialista y superando a la austriaca Mirjam Puchner por 15 centésimas (1:41.44) y a la checa Ester Ledecká, que finalizó tercera a 21 centésimas (1:41.50).

 

Johnson, que partió con el dorsal número 1, demostró desde el inicio que su velocidad sería difícil de igualar.

 

Con agresividad y confianza, marcó los mejores tiempos en la parte final del recorrido y mantuvo la ventaja sobre sus rivales. "No puedo creerlo", declaró emocionada al cruzar la meta. "He trabajado muy duro y, aunque no fue una bajada perfecta, ataqué en cada sección. Esto es increíble".

 

La otra gran sorpresa de la jornada fue la actuación de la austriaca Mirjam Puchner, quien, alentada por el público local, se aseguró la medalla de plata con una bajada excepcional.

 

La checa Ester Ledecká, campeona olímpica en 2018, estuvo a punto de superar a Johnson, pero pequeños errores en el último sector le costaron un tiempo valioso y la relegaron a la tercera posición.

 

Entre las favoritas, la italiana Sofia Goggia no pudo cumplir con las expectativas y terminó fuera del podio. Su compatriota Federica Brignone, que lidera la clasificación de descenso de la Copa del Mundo, también tuvo dificultades y cruzó la meta a más de un segundo de Johnson.

 

Mientras tanto, Lindsey Vonn, que regresó esta temporada con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de 2026, terminó en el puesto 15, lejos de su mejor versión, pero mostrando signos de mejora.

 

Con esta victoria, Johnson entra en la historia como la cuarta mujer estadounidense en ganar un título mundial de descenso.

 

Su regreso a la competición tras una ausencia en 2024 se ha visto recompensado con una medalla de oro que la consagra entre las mejores del mundo. "Si me hubieran dicho que iba a ser campeona del mundo esta temporada, no lo habría creído", confesó la esquiadora entre lágrimas.

 

El descenso de Saalbach ha dejado una jornada memorable, con una Johnson exultante y un podio inédito en la historia de los Campeonatos del Mundo.