Con una trayectoria marcada por la perseverancia y el esfuerzo, Verdú ha hecho historia para su país, logrando dos podios en la temporada pasada. En diciembre de 2023, alcanzó el tercer lugar en el gigante de Val d'Isère, convirtiéndose en el primer andorrano en subir al podio en una prueba de la Copa del Mundo. Meses después, en marzo de 2024, superó este hito al terminar en la segunda posición en las Finales de Saalbach, Austria. Estos logros no solo confirmaron su potencial, sino que lo consolidaron como uno de los mejores del mundo en esta disciplina.  

 

En esta temporada 2024/25, el esquiador de la Federación Andorrana de Esquí (FAE) encara el inicio del calendario con un objetivo claro y ambicioso: alcanzar la victoria en una prueba de la Copa del Mundo e ir a por el campeonato. Su evolución constante, su capacidad para superar adversidades y su determinación lo convierten en un serio contendiente en el circuito internacional. Desde un país pequeño como Andorra, pero con grandes aspiraciones, Joan Verdú continúa demostrando que los sueños pueden hacerse realidad con esfuerzo, disciplina y pasión.

 

 

Joan Verdú (J.V.): Actualmente, muy bien. Lo positivo de no competir en Sölden fue que gané cinco semanas adicionales para recuperarme y prepararme mejor. De momento, la recuperación ha ido muy bien, y confío en que, cuando vuelva progresivamente a esquiar, todo vaya según lo previsto. Tengo experiencia con este tipo de lesiones, así que soy optimista.

 

J.V.: Mi objetivo lo he dicho públicamente muchas veces, y lo reitero: quiero ganar una Copa del Mundo.

 

J.V.: Llevo entrenando toda mi vida y he pasado por momentos muy difíciles. Conseguir mi primer podio el año pasado fue increíble, porque el camino no ha sido nada fácil. Mi familia, que ha estado conmigo en los peores momentos, estaba allí para verlo. Ahora siento una mezcla de ambición y necesidad de demostrar al mundo que, incluso enfrentándose a malos resultados y situaciones complicadas, es posible cumplir grandes sueños. Como alguien de un país pequeño como Andorra, pero con enormes aspiraciones, quiero demostrar que ganar es posible.

 

J.V.: Estamos trabajando día y noche con todo mi equipo, con compromiso y disciplina, para alcanzar ese gran objetivo. Confío plenamente en mí mismo y en la progresión de los últimos años. Val d'Isère, el 14 de diciembre, podría ser una gran oportunidad. Es una pista que me gusta mucho y donde conseguí mi primer podio el año pasado.

 

 

J.V.: Sin duda, Marco Odermatt. Su capacidad para trazar líneas directas y su precisión técnica son impresionantes. Además, mentalmente es muy fuerte; sabe rendir al máximo bajo presión. Es el rival a batir ahora mismo.

 

J.V.: Todas tienen algo especial, pero me benefician más las pistas con pendientes pronunciadas y agresivas, como Alta Badía, Val d'Isère o la pista Avet en Andorra. Son tramos donde no hay descanso, y hay que ser muy valiente, algo que encaja perfectamente con mi estilo.

 

 

J.V.: Pasé por un periodo de lesiones muy duro, con dolor físico y mental. En ese momento, decidí que tenía que cambiar cosas: eliminar las distracciones y centrarme totalmente en mi recuperación y en mejorar mi rendimiento. Empecé a cuidar todos los detalles: alimentación, descanso, preparación física y mental. No fue algo inmediato, pero los resultados llegaron, y con ellos, la confianza en mí mismo.

 

J.V.: Sí, hubo un ajuste en el staff. Entre todos perfilamos mucho más el camino, y eso fue clave para avanzar.

 

J.V.: Fue una pena. A nivel técnico, de pistas, logística y organización, todo lo que dependía de la parte técnica fue excelente. Los corredores siempre están encantados de competir en Andorra, porque es cómodo y muy bien organizado. Sin embargo, hay aspectos externos que no podemos controlar. Seguiremos trabajando para traer grandes eventos a Andorra.

 

 

J.V.: Es un gran lugar para esquiar con un clima excelente y una oferta complementaria increíble. La preparación de las pistas es impecable, y todo está pensado para los corredores: zonas de calentamiento, alimentación, y todo lo necesario para una experiencia completa. En comparación con otras paradas de la Copa del Mundo, donde las condiciones para los equipos son mucho peores, Andorra es un lujo. Si dependiera de los entrenadores, staff y corredores, no hay duda de que las competiciones siempre se harían aquí.

 

L.d.N.: ¿El local de après-ski L'Abarset también es un factor a favor?
J.V.: Sin duda, es un añadido muy positivo... (sonríe).

 

J.V.: Compito con Head desde hace 12 años. Es una marca que me ha dado mucha confianza, tanto por su material como por el apoyo que me brindaron en mis peores momentos. Mis esquís para gigante miden 193 cm, la medida mínima permitida, y cuentan con un setup exclusivo que hemos desarrollado con los años.

 

J.V.: Sentí la necesidad de usar mi plataforma en redes sociales para ayudar. Fui personalmente, descargamos un tráiler y distribuimos suministros entre las personas más afectadas. Ver a gente que lo ha perdido todo fue estremecedor. Si puedo aportar algo, siempre lo haré.

 

J.V.: De pequeño, mi estilo de esquiar era fino, no espectacular, pero efectivo. Por eso me apodaron "la mamba". Cuando entré en la Copa del Mundo, puse una mamba en mi casco y desde entonces se quedó conmigo. Ahora hemos creado iniciativas como la "Mamba Ski Race" y la "Mamba Challenge" para darle más vida a ese apodo.

 

 

J.V.: Definir claramente tus objetivos es fundamental. Tienes que acompañar un gran objetivo con un gran esfuerzo. El compromiso y la disciplina son clave, al igual que cuidar detalles como la alimentación, algo que no valoré al principio y que me habría ahorrado lesiones. Si realmente crees en tus sueños, ve a por ellos con todo.