Fri, 17/03/2023 - 07:56
El chalet alpino Hermitage Mountain Lodge Borda Calbó está situado dentro de las mismas pistas de esquí y ofrece una experiencia única en Andorra.
Originalmente, las bordas eran construcciones rústicas que servían como viviendas y almacenes para el ganado y las herramientas de los agricultores de montaña.
Ahora, algunas de ellas se han convertido en auténticas residencias de lujo y si una destaca por encima de las demás en Andorra esa es la Borda Calbó, el lodge más exclusivo donde alojarse durante las Finales de Esquí Alpino de Grandvalira.
Gestionado por el Sport Hotel Hermitage & Spa, el chalet alpino Hermitage Mountain Lodge Borda Calbó está situado dentro de las mismas pistas de esquí de Grandvalira, en la zona de El Tarter.
Desde fuera, la cabaña de montaña más exclusiva de Andorra, parece una casa de cuento situada en medio de las pistas.
Ubicada a 1.850 m de altitud, por encima de los pueblos de Soldeu y El Tarter, forma parte del "resort" de cinco estrellas Sport Hotel Hermitage & Spa y con cuatro habitaciones, jacuzzi, mayordomo... Se alquila por semanas, desde 40.000 euros (aunque puede llegar a los 80.000 según la temporada).
Se ha construido sobre una antigua borda semiderruida, si no habría sido imposible conseguir la licencia para hacerlo en plena pista de esquí. "Al principio, dudamos de si hacer un restaurante o una cabaña, y finalmente Josep Areny, presidente del grupo Calbó, propietario del resort y miembro de una de las siete familias más antiguas de Soldeu, optó por lo segundo", cuenta José Luis Bonet, director general del establecimiento, único miembro de Andorra de The Leading Hotels of the World.
Están seguros de que un alojamiento como este tiene su público, más cuando las cifras de visitantes al principado no dejan de crecer y el año pasado batieron su propio récord con más de tres millones de turistas.
Tras cuatro años de obras, el resultado es este chalet de 400 metros cuadrados, con diseño alpino y materiales de la zona, sobre todo madera de roble y piedras, que han sido colocadas una a una por un maestro cantero.
El exclusivo lodge se encuentra a poco más de 500 metros del Hotel Hermitage. A la cabaña se puede llegar esquiando por la pista Gall de Bosc (ski-in / ski-out) hasta la misma puerta, siempre que la pista esté operativa, justo donde se sitúa el guardaesquís y el calientabotas, con raquetas de nieve.
Si ya la pista está cerrada a los esquiadores (es decir, de 5 de la tarde a 9 de la mañana), a demanda en moto de nieve (la casa dispone de un remolque con capacidad para 12 personas).
La borda tiene dos pisos. En la planta baja se reparten cuatro habitaciones en suite, un gran salón con chimenea que puede convertirse en un dormitorio más, la sauna y un jacuzzi con hidromasaje.
Las habitaciones no tienen televisor "porque el chalet está pensado como una casa, no como un hotel, pero si algún cliente lo solicita o necesita una mesa de despacho para trabajar, se lo ponemos sin problema", explica Bonet.
El piso superior, de altísimos techos abuhardillados y ventanales de suelo a techo, se ha destinado a una única estancia diáfana, con dos zonas de sofás con chimenea, smart tv y juegos, una gran mesa de madera de roble hecha a mano para 18 personas, y una cocina de color azul noche hecha a mano en Francia.
Entre los servicios se incluye un guía privado de esquí, servicio de entrega de forfaits y acceso al Sport Hotel Hermitage & Spa y su Sport Wellness Mountain Spa, gimnasio y Kids club.
Además de las actividades de esquí y la experiencia de lujo dentro del chalet, el lodge también ofrece una amplia variedad de experiencias de lujo personalizadas, como heliesquí, paseos en trineo tirados por perros, excursiones con raquetas de nieve, entre otras.
• El Sport Hotel Hermitage & Spa, al cual pertenece el Hermitage Mountain Lodge Borda Calbó, cuenta con una ubicación privilegiada en el corazón de Grandvalira, la estación de esquí más grande de los Pirineos. Este hotel de 5 estrellas también ofrece una amplia gama de instalaciones de lujo, como el Sport Wellness Mountain Spa, un centro de fitness, una pista de patinaje sobre hielo, entre otras.
• En la cocina un chef privado prepara a la carta, y al momento, los desayunos, el afternoon tea, y las cenas, para las que cada huésped puede elegir entre cinco primeros platos, cinco segundos y cinco postres. También se puede solicitar que un cocinero célebre o con estrellas, pero esto se gestiona, y se cobra, aparte.
• Las bebidas alcohólicas no están incluidas en el precio del alquiler, pero la borda dispone de una bodega con 200 etiquetas (donde es posible encontrar referencias desde 35 euros y hasta, por ejemplo, un Pingus o un Vega Sicilia).
• Junto a la cocina se encuentra la puerta de acceso a una espaciosa terraza donde se han instalado una barbacoa, un horno de leña y cinco mesas pensada para los meses de verano. Para cuando eso ocurra, ya estará también instalado un jacuzzi, frente a la fachada principal y con vistas al valle.
• También está disponible un mayordomo, de siete de la mañana a 11 de la noche, que se encarga de la limpieza diaria de la casa, hace las camas, enciende las chimeneas, hace el check-in y el check out, tramita y entrega los forfaits, reserva mesas en los restaurantes del hotel…
Aunque cuesta salir de su interior, no olvidemos que Borda Calbó se encuentra en un entorno mágico y que estos días sólo hay que dejarse caer para llegar al telesilla de El Tarter y llegar a ver en directo las Finales de la Copa del Mundo de Esquí.