La estación finlandesa de Ruka tiene una de las temporadas de esquí más largas de Europa: siete meses o un total de 213 días (abrió el 8 de octubre y cerrará este domingo 8 de mayo). 

 

 

(El día de esquí es una medida internacional del número de clientes en la estación de esquí. Cuando un cliente sube al telesilla por primera vez en el día, se cuenta como un día de esquí, independientemente del número de subidas. Los peatones que usan el telecabina también se registran en un día de esquí.)

 

Las claves de este éxito han sido la nieve y el clima, una combinación difícil en latitudes como Laponia, pero también a que en los últimos tiempos se ha apostado por remontes más rápidos y modernos, lo que ha permitido el crecimiento del número de clientes.

 

La familia Aho, propietaria de la estación de esquí de Ruka, ha estado mejorando Ruka de manera integral y a largo plazo durante casi cinco décadas.

 

 

 

Con una inversión de 1,5 millones de euros, las obras consistirán en instalar un nuevo telesquí de ancla de 400 metros de largo y una capacidad de 1.200 personas por hora y otro telesquí simple con una longitud de 350 m y una capacidad de 750 personas por hora.

 

 

En un comunicado, Ville Aho, el CEO de Ruka, explica que “las familias son nuestro grupo objetivo más importante y el desarrollo de nuestra zona de esquí más popular se realiza de acuerdo con los deseos de las familias y los niños”.

 

No en vano, indican en un comunicado, los 500.000 días de esquí vendidos esta temporada, se han alcanzado porque los finlandeses han preferido quedarse a esquiar en el país que no irse al extranjero.

 

 

La gama de actividades de verano en Ruka es muy rica, incluido el teleférico más largo de Finlandia, una pista de trineo de verano y el parque acuático Kaltiolampi.