En Lugares de Nieve, ya nos hicimos portavoces de que Aragón recibiría 30 millones de euros ligados a la candidatura de los Juegos Olímpicos 2030. En concreto explicábamos que “La UE ha aprobado un paquete de 30 millones de euros para cinco proyectos en Aragón, de entre los cuales hay partidas para la unión mediante un telesilla de los dominios esquiables de Astún y Candanchú, con una inversión de ocho millones de euros; en segundo lugar, la telecabina de Benasque, con diez millones de euros para acceder a Cerler y que evitará los 6 kilómetros de carretera y reducirá las emisiones de CO₂ y, en tercer lugar, el acceso al dominio esquiable de Cerler, a través de Castanesa y de Montanuy. También se incluye un ‘bikepark’, la construcción de aparcamientos disuasorios y puntos de recarga eléctrica en Montanuy.”

 

 

 

 

El primero y relacionado con el corredor Cantábrico-Mediterráno, tiene que ver con la estación de ferrocarril de Canfranc propiedad de Adif, tanto de la propia estación como de la infraestructura de las vías, para hacer llevar el AVE hasta Francia al igual que trenes de mercancías.

 

Este proyecto que ya estaba aprobado por el Gobierno Español, estaba funcionando a paso de tortuga, ya que de las obras presupuestadas o proyectadas se han realizado bien pocas. Las primeras en comenzar han sido transformar parte de la antigua estación es un hotel 5 estrellas gestionado por Barceló Hotel Group. Pero la infraestructura como tal no había avanzado con estos fondos se pondrá en marcha.

 

 

Pero la bomba es el segundo proyecto, la construcción de dos telecabinas gemelos que partirán desde la zona de la estación de Canfranc, donde se prevé construir un gran parking, hasta las estaciones de Astún y Formigal, respectivamente. Y el último proyecto será la construcción del añorado telecabina de tres cables que unirá Formigal y Astún por el valle de Canal Roya. Los alcaldes de Jaca, Sallent y Canfranc están de acuerdo con el proyecto. Ha este proyecto se le dará el visto bueno, porque prevé la conservación y protección de la zona natural por donde discurrirán las cabinas.

 

 

Esperemos que los fondos Next Generation lleguen y no se queden en un proyecto interminable, como ha ocurrido desde hace años con la propia estación de Canfranc.