Ir a esquiar es un divertimento, pero puede convertirse en un dolor de cabeza. La diferencia entre pasarlo bien o no querer ir nunca más a la nieve puede depender sólo de 3 euros, el precio medio del seguro de accidente para esquiar durante una jornada.

 

 

Tanto el esquí como el snowboard son deportes seguros, sin embargo están considerados de riesgo y se calcula que cuatro de cada mil practicantes sufren alguna lesión o accidente.

 

Si bien las lesiones asociadas a este deporte han bajado un tercio en los últimos años, han aumentado las lesiones de rodilla, principalmente asociadas a los ligamentos. En el caso del snowboard, estas cifras suben aún más, ya que las probabilidades de hospitalización de estos deportistas son entre tres a cuatro veces más altas que las de los esquiadores.

 

Según datos de UNESPA, la asociación empresarial que agrupa las entidades aseguradoras de España, los accidentes en la nieve muestran una estacionalidad. Enero se lleva la palma en cuanto a número de accidentes. En este mes se produce un accidente cada 23 minutos y 20 segundos.

 

 

 

Si sufres un accidente dentro del dominio esquiable de una estación, los servicios de emergencias del centro invernal están legalmente obligados a recogerte y ofrecerte la atención sanitaria básica necesaria.

 

 

Todo ello, al margen de los gastos médicos a partir del momento en que la persona accidentada es trasladada a un centro médico, ya sea de la propia estación o a un hospital.

 

En España, el importe de los servicios de rescate suele ser más o menos homogéneo, pero al salir fuera de las fronteras para esquiar se debe tener en cuenta que, en las estaciones extranjeras, son empresas privadas las que prestan este tipo de asistencia. Por ello, los precios suelen ser más elevados.

 

Contar con un seguro que incluya la práctica del esquí y el snowboard -todas las estaciones lo ofrecen opcionalmente con el forfait y son muchos las agencias de seguros que cuentan con este tipo de póliza- garantiza que los posibles gastos médicos, farmacéuticos y hospitalarios derivados de un imprevisto estarán cubiertos, incluidos también gastos por intervenciones quirúrgicas, traslados en ambulancia o muletas. Así como los gastos odontológicos de urgencia si a consecuencia de un traumatismo, por ejemplo, sufres la rotura de una pieza dental.

 

Es posible que, en caso de ingreso en centro médico, el hospital al que seas trasladado te exija una fianza de cuyo pago se haría cargo el seguro. Algunos accidentes no requieren de ingreso hospitalario, pero sí te obligan a guardar reposo. Contar con un seguro de esquí te da la tranquilidad de tener cubierto el gasto de las noches extra de alojamiento que necesites.

 

Además de las coberturas relacionadas con la asistencia médica de la persona asegurada, el seguro de esquí incluye otra serie de garantías. De este modo, por ejemplo, si fuera necesario, el seguro cubre los gastos de desplazamiento, estancia y regreso de un acompañante en caso de hospitalización.

 

El forfait es el pase que te identifica y te permite acceder a las pistas y usar instalaciones como los remontes. Si tienes seguro, este te devolverá el gasto de forfait no disfrutado a consecuencia del accidente. También podrás recuperar el dinero de las clases de esquí que no hayas podido realizar.

 

Otra de las ventajas de contratar tu seguro de esquí es la cobertura de incidentes en viajes y vuelos. Un buen seguro debe garantizarte la posibilidad de regreso anticipado en caso de fallecimiento u hospitalización de un familiar. Así como la cobertura de la pérdida o robo de equipaje.

 

En definitiva, contar con algún seguro de esquí no es una panacea, `pero te ahorrará dinero y quebraderos de cabeza si algo se tuerce durante tu estancia en la nieve. Además, puedes contratarlo para toda la temporada, si eres de los que no perdona ni un fin de semana de nieve, o por días si haces excursiones esporádicas a la nieve. También puedes contratarlo para estancias en España o en el extranjero.