En un año muy complicado para todas las estaciones, algunas de las cuales no han ni tan siquiera abierto a causa de las restricciones de la Covid-19, Zermat ha presumido este fin de semana de ser la única del mundo en ofrecer 365 días de esquí ininterrumpido.

 

El sábado 5 de junio hizo un año desde que el 'Glacier Paradise' por encima de Zermatt volvió a abrir para el esquí y el snowboard y hasta ahora. Una efeméride ya de por sí muy difícil de conseguir en un año “normal” pero especialmente celebrada en tiempos de coronavirus.

 

Cuando Zermatt reabrió sus puertas en junio de 2020, la mayor parte de Suiza solo tenía un bloqueo parcial para el cierre de las áreas de esquí, por lo que las pistas de esquí del glaciar han estado operando más o menos a diario (siempre hay cierres ocasionales debido al mal tiempo, especialmente vientos fuertes) durante todo el año.

 

 

Las pistas del glaciar de Zermatt se encuentran entre las más extensas de Europa, además de albergar el remonte más alto del continente, con 3899 metros, y tiene una vertical con telesillas tan grande en verano como la mayoría de las áreas de esquí del hemisferio sur ofrecen durante su invierno, entre junio y octubre.

 

El esquí de verano de Zermatt también es accesible desde Cervinia, que ahora ha reabierto después de estar cerrada durante casi siete meses por el segundo cierre italiano. Sin embargo, la frontera entre los dos países está actualmente cerrada para viajes no esenciales, por lo que significa que la 'frontera de esquí' también permanece cerrada. Sin embargo, se espera que vuelva a abrir el próximo fin de semana.

 

Alrededor de una docena de áreas de esquí de verano están abiertas en Austria, Francia, Italia, Noruega, Eslovenia y Suiza. La única otra área suiza actualmente abierta es Crans Montana, que cierra este domingo 6 junio. Se espera que la próxima apertura sea Saas Fee para su temporada de nueve meses entre el 21-22 en julio.

 

 

La mayoría de las áreas suizas estuvieron abiertas durante todo el invierno pasado cuando los remontes franceses e italianos estaban cerrados (aunque las estaciones francesas estaban abiertas) y las estaciones austriacas tenían remontes en funcionamiento, pero estaban cerradas al turismo.

 

Algunos funcionarios de turismo suizos aseguran que su política, que también permitió el turismo aunque con controles estrictos sobre el acceso a la mayoría de las instalaciones del resort, fue éxito y no se detectó ningún brote de virus ni confinamientos en hoteles de las estaciones de esquí.