Se trata, explica el portavoz de la asociación, Erich Egge, "de brindar a la población una oferta atractiva en el invierno del coronavirus". 

 

En Austria, y aunque sólo sea para el público local, las grandes áreas de esquí seguirán funcionando hasta principios de marzo - como mínimo- y mantener los remontes abiertos para los austriacos se considera “una inversión en el futuro de los deportes de invierno, especialmente ahora que hay muchos niños y jóvenes que están aprovechando la oferta".

 

 

A pesar de que un estudio del instituto de investigación de mercado Manova ha confirmado que mantener abierto "no vale la pena desde un punto de vista puramente económico", según la Cámara de Comercio de Salzburgo, las empresas que gestionan estos remontes son partidarias de "devolver algo a la población de Salzburgo y los lugareños con nuestra oferta y consolidar aún más nuestra imagen como un destino líder en deportes de invierno".

 

Según el informe de Manova, se espera que el conjunto de gestores de remontes de las estaciones de Salzburgo experimente una caída en las ventas del 85 por ciento en la actual temporada de nieve. “Este invierno apenas estamos vendiendo pases de varios días, que de otra manera serían los grandes impulsores de las ventas. Como resultado, este año se prevé una pérdida de 320 millones de euros. La industria del turismo de Salzburgo en su conjunto tendrá que hacer frente a una pérdida bruta en ventas de 2.300 millones de euros en el invierno de Covid", dice Egger.

 

Estas empresas generan el 80 por ciento de su facturación en invierno. La pérdida de ventas tendrá un impacto más prolongado en las operaciones y futuros proyectos de inversión.